El vértigo de los tiempos
Del todo ajenos a cuanto ocurriá a nuestro alrededor jugábamos al futbol en la calle donde vivía nuestro amigo “rico” del barrio y pendiente de que llegara la hora de ir a su casa para ver, en la única television existente, la serie que a todos nos tenía “enganchados”; Rintintin.
Momo, Jerónimo, era el más ágil en los deportes, pero además era el hijo del médico y podía estar a la última en tecnología. Esa era la razón de que pudiéramos tener el privilegio de estar en su casa durante casi una hora los veinte o treinta que formámabos la pandilla del barrio y que, de toda la vida, nos reuníamos en su calle a jugar, bien a las pandillas, bien al futbol. Desde que llegó ese aparato llamado televisor a su casa, las costumbres cambiaron y sin faltar un solo día, a las seis, tocaba sesión de cine en la tele.
Eran los comienzos de los años sesenta y como es natural no podíamos intuir la que se nos venía encima en pocos años. Para nostros, niños entonces, Ritintín era todo lo que llenaba la tarde una vez terminado del jaleo callejero. Para nuestros padres era en comienzo de la salida de dos guerras, una en casa, la civil, y la otra en todo el mundo, la segunda guerra mundial.
Con el paso de los años, y las muchas lecturas, se da cuenta uno de la trascendencia de aquella segunda guerra. No solamente supuso el fin del Nazismo, fué el comienzo de una nueva sociedad, de una nueva orientación de las relaciones internaciolanes y comenrciales. Dá comienzo la aviación comercial, las distancias se acortan y las comunicaciones de radio y televisión se universalizan.
Esa segunda mitad del siglo XX ha supuesto para la humanidad el mayor avance científico y tecnológico de toda la histora del hombre sobre la tierra. Son de tales proporciones los progresos que me pregunto si hemos sabido asumirlos bien o estamos aún deslumbrados ante la borrachera de novedades.
En España la eclosión del progreso se produce años más tarde que en el resto del mundo occidental, debido a la autarquía producida tras la guerra civil que nos mantuvo aislados hasta bien entrados los sesenta. Debido a ello, el cambio ha sido aquí más abrupto y los contrastes más acusados.
¿Estamos a la altura de las bondades que nos brindan estos avances tecnológicos?, ¿hemos sabido aprovecharlos en beneficio de todos?, ¿Se aplican con efeicacia en los distintos aspectos de nuestras vidas?
A día de hoy las comunicaciones son instantánes y globales, podemos conocer cuanto ocurre y además dar nuestra opiniones al respecto, podemos tener acceso a lo que no hace mucho nos parecía algo imposible, conocer a personas a las que jamás hubieras podido conocer de no existir la informática, internet y las redes sociales.
¿Estas tecnologías cambiarán la forma de hacer política?
Muy bueno el artículo y mejor aún su título. El vértigo asusta, te detiene y a menudo hace cerrar los ojos. Eso a menudo me ocurre a mi con los alucinantes cambios en el tiempo… Bravo! a la capacidad del hombre para inventar y evolucionar pero estoy convencida que la humanidad no sabe sacarle el provecho que debiera. Se me ocurren dos ejemplos: Jamás ha habido tantas facilidades para comunicarnos y, sin embargo, nunca hubo tantos conflictos y divisiones. Jamás hubo tanta ayuda e inventos para la vida doméstica y, sin embargo, ahora más que nunca nos falta tiempo… Pero… Leer más »
Las tecnologias son buenas, pero salvo contadas excepciones estan en manos de gente sin escrupulos que solo buscan ganar dinero a costa de lo que sea.