Inmueble en el que se produjo el robo millonario

IP.- Limpiamente y a tiro hecho. De ese modo, una rumana de 30 años, se habría hecho, en apenas unos minutos, con un botín millonario que alcanza la friolera de 553.100 euros contantes y sonantes. Tal cual.

La cifra corresponde a 5 lingotes de oro de 24 kilates de un kilo cada uno, con un valor en el mercado de 203.100 euros —el precio de un gramo es de 40,62 euros—; a otros cinco kilos de joyas, valoradas en 300.000 euros; y, a 50.000 en efectivo. La mayor parte de lo sustraído estaba guardado en una caja fuerte, pero de nada sirvió.

El robo con fuerza se produjo la mañana del jueves pasado en una vivienda situada en el distrito de Retiro (Madrid), según denunció el hijo de la víctima en comisaría. Éste acusó a la persona que había cuidado a su madre de ser la autora material de los hechos. La dueña de todo lo sustraído es una anciana de 87 años que había convivido durante unos tres años con su «enemiga», a la que había tenido en casa ignorando el plan que había maquinado en su contra.

Según el vástago, la supuesta ladrona había estado trabajando para la mujer justo hasta diez días antes del robo. Estaba al cuidado de su madre las veinticuatro horas del día, ya que trabajaba como interna. Conocía a toda la familia, ya que se da la circunstancia de que viven al lado, puerta con puerta, por lo que tenían un trato muy familiar y de plena confianza.

¿Venganza, ambición?

Aún no se sabe a ciencia cierta qué sucedió para que dejara el empleo: si la echaron por algún motivo y ella se vengó, o bien fue ella la que decidió marcharse para hacerse con el suculento botín que ambicionaba o alegó una enfermedad.

Lo cierto es que la exinterna, S. F. M., de origen rumano, conocía palmo a palmo, cada rincón del piso, cada recoveco y todas y cada una de las costumbres de su propietaria, J. M. G., de nacionalidad española, y la de sus allegados: su hijo, O. B. M, de 43, la mujer de éste y sus tres nietos.

Por ello, quizá aprovechó el momento en que sabía que no había nadie en ambas viviendas para llevar a cabo su codiciado plan. Fue la mañana del jueves pasado, sobre las diez y media, según explicó O. B. M. No se sabe aún ni acudió sola o si la esperaba alguien en el exterior.

No tuvo ningún problema para acceder a la finca. Tenía copias de la llave del portal y del inmueble, e, incluso, de la caja fuerte, tal y como aseguró el denunciante a la Policía. Según manifestó éste a los agentes, había hecho copias.

La Policía, que está investigando el robo con fuerza para esclarecer lo ocurrido, ayer acudió hasta la vivienda para interrogar al portero que trabaja en la finca de lunes a viernes. A buen seguro le preguntaron si ese día vio a la presunta autora de los hechos entrar o salir del inmueble o a alguien desconocido. O tal vez, ella o algún complice aprovecharon algún momento en que éste se ausentó.

De momento, la exinterna no ha sido detenida. No se sabe si se ha dado a la fuga o está localizada, a la espera de pruebas concluyentes que la incriminen en lo sucedido.