¿Nueva burbuja financiera en Wall Street?
La burbuja actual sería hija de la euforia de Wall Strett (y por extrapolación del resto de bolsas mundiales) tras las políticas monetarias de los grandes bancos centrales mundiales que han inundado los mercados con centenares de miles de millones de dólares y euros con la esperanza de relanzar la economía, más aún cuando las colocaciones sin riesgo (deuda de EEUU o de Alemania), no retribuyen nada a los inversionistas.
Sin embargo, el nivel suelo (nivel en el que confluyen beneficios y multiplicadores mínimos), se situaría en la horquilla de los 9.000 y 10.000 puntos en Mercados Bursátiles como el Dow Jones, debido a la mayor virulencia y profundidad que presenta la crisis económica y muy lejos de los estratosféricos valores actuales ( rozando los 14.000 puntos y rememorando valores de 2007).
Génesis de la burbuja
Racionalidad limitada: La desconexión con la realidad por parte de los inversores les llevaría a justificar la exuberancia irracional de los mercados ( creándose un mundo virtual de especulación financiera que nada tendría que ver con la economía real) y a extrapolar las rentabilidades actuales como un derecho vitalicio lo que unido a la pérdida de credibilidad de las agencias de calificación como Moody’s (al no haber predicho la actual crisis), coadyuva a que el mercado permanezca insensible al recorte de rating de las compañías que cotizan en la bolsa.
Especulación: El proceso especulativo impulsa a comprar con la esperanza de sustanciosas ganancias en el futuro, lo que provoca una espiral alcista alejada de toda base factual.
Así, el precio del activo llega así a alcanzar niveles estratosféricos hasta que la burbuja acaba estallando (crash) debido a la venta masiva de activos y la ausencia de compradores, lo que provoca una caída repentina y brusca de los precios,( hasta límites inferiores a su nivel natural) dejando tras de sí un reguero de deudas ( crack bursátil).
Incertidumbre sobre el nivel suelo de los valores bursátiles: Un inversor está dispuesto a pagar un precio por una acción si le reporta dinero en el futuro, por lo que el valor de dicha acción es el total de flujos esperados. El nivel suelo de las Bolsas mundiales, (nivel en el que confluyen beneficios y multiplicadores mínimos), se situaría en la horquilla de los 9.000 y 10.000 puntos en Mercados Bursátiles como el Dow Jones, debido a la mayor virulencia y profundidad que presenta la crisis económica y muy lejos de los estratosféricos valores actuales ( rozando los 14.000 puntos y rememorando valores de 2007).
Por ello, los inversores empiezan ya a sentir el vértigo de la altura y se espera que a lo largo del 2013 baje el porcentaje de los resultados empresariales que se destinarán a dividendos así como el número de empresas que repartirán el mismo , pues el impacto del cambio impositivo dependerá de cómo se evite el precipicio fiscal ( recordar que Obama quiere subir la imposición máxima del 15 al 40%) y si los inversionistas comienzan a anticipar un freno a las políticas monetarias destinadas a reactivar la economía por parte de los Bancos Centrales, podrían verse tentados de exponerse menos al riesgo con el consecuente efecto bajista en las cotizaciones de las acciones.
Repunte de las commodities: En el repunte generalizado en los precios de los commodities en el 2012 no sólo influye la recuperación del petróleo, sino que también juegan algunos factores coyunturales, como las malas condiciones climáticas (sequías, falta de humedad y bajas temperaturas) que se registraron en las principales zonas productoras del mundo y el regreso de la especulación de la mano de los fondos de inversión. Así,según prensa.com, la amenaza de daños a las cosechas en amplias regiones de Estados Unidos por la ola de calor y la persistente sequía está teniendo un efecto inmediato en el alza del precio de los cereales y la soja alcanzó en la Bolsa de Futuros de Chicago (CBOT) un nuevo récord ( el maíz se situó en el precio más alto en cuatro años con subidas del 30% en el 2012).
Posible crack bursátil en el 2013: La euforia de Wall Strett (y por extrapolación del resto de bolsas mundiales) tras el goteo de datos económicos negativos inferiores a las más pesimistas previsiones, habrían ayudado a la sobreponderación de los brotes verdes de la economía norteamericana ( aumento del 2,2% del PIB de EEUU en el 2012 y notable mejora de resultados de la Banca y Wall Strett).
Se habría así producido un cambio en las expectativas del mercado, existiendo ahora la convicción de que las políticas de rescate financiero (Programa de Apoyo para activos con problemas (TARP) llevado a cabo por las Administraciones y las sucesivas bajadas de tipos de interés de la Fed habrían aliviado los problemas de liquidez de las entidades financieras, pero no impedirán que los bancos se sigan descapitalizando y necesiten más inyecciones de capital, debido a la existencia de emisiones del sector inmobiliario (cédulas hipotecarias) y de activos tóxicos (hipotecas subprime) que deberán ser comprados por los bad banks (bancos malos) o continuar con el goteo de nacionalizaciones bancarias, prácticas que en ambos casos suponen una pérdida de la libre competitividad .
Ello unido al incesante aumento de la Deuda externa contribuirá a que la prima de riesgo aumente y el crédito siga sin fluir con normalidad a unos tipos de interés reales, lo que aunado con el hecho de que los diferenciales de rentabilidad entre las emisiones de deuda pública entre los diversos países del primer mundo han aumentado en los últimos meses, (lo que conlleva un encarecimiento y mayores dificultades para obtener financiación exterior), la adopción de medidas extraordinarias como implementar medidas cuantitativas (Quantitative Easing3) para incrementar la base monetaria y la reducción de las exportaciones debido a la severa constricción del comercio mundial, podría agudizar el riesgo evidente de estancamiento de la economía de EEUU.
Además, una posible subida de tipos de interés de la Fed en el segundo semestre del 2013 unido al repunte de los precios del crudo podría dar lugar a episodios de estanflación al conjugarse una alta inflación con la posible entrada en recesión de su economía ( el PIB se contrajo un 0,1 % en el cuarto trimestre del 2012 y la tasa de paro escaló hasta el 7,9%), lo que aunado con el riesgo de un default controlado de Grecia, Irlanda , Portugal , Italia y España, las dudas sobre la capacidad de endeudamiento de EEUU, el estallido de la burbuja inmobiliaria en China (los expertos estiman que de producirse dicho crash causaría un impacto a nivel global 10 veces superior al que provocó el colapso del emirato petrolero de Dubai), el alza galopante del precio del crudo (rondando el Brent los 120 dólares) y el regreso de la especulación en las commodities agrícolas de la mano de los fondos de inversión podría producir un nuevo crack bursátil en el 2013.
Dicho crack tendría como efectos benéficos el obligar a las compañías a redefinir estrategias, ajustar estructuras, restaurar sus finanzas y restablecer su crédito ante el mercado y como daños colaterales la ruina de millones de pequeños inversores todavía deslumbrados por las luces de la estratosfera, la inanición financiera de las empresas y el consecuente efecto dominó en la declaración de quiebras, frecuentes estallidos de conflictividad laboral, tasas de paro desconocidas desde la II Guerra mundial e incrementos espectaculares del déficit público y de la Deuda Externa.