Trabajadores del vicepresidente de la CEOE le acusan de pagar en negro
El vicepresidente de la CEOE y presidente de los empresarios madrileños, Arturo Fernández, podría haber pagado durante años parte del sueldo de sus trabajadores en dinero negro. Al menos así lo han declarado varios de sus empleados o exempleados a la Cadena Ser, que revelan que este era una práctica sistemática empleada por el empresario hostelero.
Sin dar nombres la mayoría de ellos por miedo a represalias, los trabajadores denuncian que el propietario del grupo hostelero Arturo Cantoblanco les pagaba las horas extras y complementos de responsabilidad a través de sobres que no figuraban en sus nóminas y, por tanto, no tributaban a Hacienda. Estos pagos mensuales podrían oscilar entre los 100 y los 700 euros.
El vicepresidente de la CEOE ha negado a la Ser estas informaciones y ha asegurado que sus trabajadores tienen incluidas las horas extras en sus nóminas mensuales y, por tanto, sí que cotizan a la Seguridad Social. “Lo niego, pero si hay alguna irregularidad que yo no sepa, pues que la Inspección de Trabajo investigue”, ha dicho Fernández en declaraciones también a Antena 3. El dirigente empresarial ha asegurado que las relaciones con sus trabajadores son “magníficas”, por lo que “no puede entender” que haya quien diga que en su empresa se obliga a cobrar ‘en B’. “No es una noticia cariñosa y lamento muchísimo tener enemigos”, ha añadido Fernández, que ha insistido en que en su empresa siempre ha tratado a todo el mundo “con afecto y cariño”.
El escándalo Bárcenas ha levantado las suspicacias de la sociedad a todos estos cobros en dinero B que han sido prácticas habituales en algunas empresas. El Partido Popular está en la cuerda floja tras publicarse unas informaciones de que durante años los dirigentes podrían haber cobrado sobresueldos en negro.
Don Arturo, pues ya sabe, todos a la puta calle y meta a gente que sean de fiar, hombre, que el dueño de Mercadona las explota y mire nadie se rebela, eso es, usted no contrate a izquierdosos, contrateme a mí que soy legal, don Arturo, que le hacen la petaca, los sociatas.