Pierre Hillard.- El dinero, junto con el sexo, es uno de los elementos del poder…, y el Vaticano no escapa a esta ley vieja como el mundo. El nombramiento del nuevo presidente del Banco del Vaticano (llamado Instituto para las Obras de la Religión) el 15 de febrero pasado, el aristócrata alemán Ernst von Freyberg, es la perfecta ilustración de ello. Freyberg, que sucede a Ettore Tedeschi, depuesto de sus funciones en mayo del 2012, ha recibido el visto bueno del Papa. La pregunta inevitable que debemos hacernos es: “¿Quién es ese Ernst von Freyberg? Según el adagio “Dime quien frecuentas y te diré quien eres”, es posible saber en qué aguas el barco de San Pedro se desliza.

Después de estudiar derecho y técnicas administrativas, Ernst von Freyberg ha trabajado para distintas empresas como TCE Europe Limited, Three Cities Research y DC Advisory Partners (sociedades inversoras) en Londres y Nueva York. También es presidente del consejo de vigilancia de Blohm+Voss (B+V) desde principios de 2012. Poco antes de su incorporación, esta empresa naval, encuadrada por Thyssen Krupp Marine System (TKMS) se ha escindido en actividades civiles y militares. Ernst von Freyberg ha heredado la parte civil. Recordemos que antes de esa mutación, B+V fabricaba material de guerra, en particular submarinos (tipo “Dolphin”) vendidos a Israel. Una parte del capital de B+V (un porcentaje desconocido) ha sido vendido a la sociedad inglesa de inversión Star Capital Partners. La transacción se ha hecho a través del intermediario de Freyberg como consejero de DC Advisory. La operación ciertamente lucrativa no ha sido comunicada. Como indica DC Advisory, las actividades de Freyberg son variadas.

Una sociedad de gestión financiera con base en Colonia destaca en la galaxia mundialista. Su logo representa un decágono que contiene un pentágono que simboliza los cinco principios fundamentales de la sociedad “Flossbach von Storch”, principios reagrupados bajo la denominación de “Pentagrama”, término que, si fuera necesario, refuerza el valor simbólico de esta figura geométrica (“Flossbach von Storch Pentagramm”). Sus dirigentes han hecho parte de su carrera en Goldman Sachs y están dirigidos por un comité de vigilancia, uno de cuyos representantes se llama Ernst von Freyberg. Tenemos que añadir que este aristócrata es miembro del consejo de vigilancia y tesorero de la rama alemana de la Orden de Malta dirigida por el principe Erich von Lobkowicz, ciudadano norteamericano. Precisemos que esta orden no es más que la fachada de la ideología masónica deísta a imagen de la sociedad de Cincinnati.

Equipado con este curriculo, Freyberg encabeza el Banco Vaticano, secundado por un vicepresidente alemán, Ronaldo Hermann Schmitz, que ha hecho parte de su carrera en el seno del comité director de la Deutsche Bank al igual que Elmar Pauke, miembro del comité de dirección de la Orden de Malta alemana. Esta presencia del Deutsche Bank permite todas las colusiones posibles con el aparato político, económico y financiero alemán muy ligado al mundo anglosajón. Así no es extraño encontrar en el seno del equipo dirigente del Banco Vaticano al norteamericano Carl A. Anderson, presidente de los Caballeros de Colón. Después de haber sido el asistente del senador Jesse Helms, trabajó en los años 1980 para la administración Reagan.

En vista de estos ejemplos, podemos concluir que el dios Mammon tiene dignos servidores en la cumbre de la jerarquía financiera vaticana.