‘En Nombre de Franco’, de Arcadi Espada
“En Nombre de Franco” es una historia sobre la Hungría nazi y los héroes de la Embajada de España en Budapest. Arcadi Espada (Barcelona, 1957) cuenta cómo el diplomático Ángel Sanz Briz, el asesor jurídico Zoltán Farkas y la secretaria Elisabeth Tourné libraron a casi 3.000 judíos de la cámara de gas. Dice el autor que lo hicieron en nombre del Gobierno de España: “Estos señores salvaron a las personas en nombre de Franco, ya sé que es muy dura esta complejidad que lo bonito es aceptar salvar a la gente en nombre de Gary Cooper. Lo siento mucho, no es así, la vida no es así, es mucho más complicada”.
Sin embargo, la labor de estos héroes quedó silenciada por la de Giorgio Perlasca, “el impostor” que se llevó casi todos los méritos. “No hay ninguna honra institucional del Estado español a Sanz Briz. En cambio Perlasca es caballero de la Orden de Isabel la Católica en razón de su actividad humanitaria”.
De la mano de Arcadi Espada y su colaborador Sergio Campos, recorremos las calles de Budapest. Centenares de placas que recuerdan personalidades importantes para la ciudad. Hay dos en el número 35 de la calle San Esteban: es la casa que España alquiló para dar refugio a los judíos. En la puerta principal, luce la placa a Giorgio Perlasca. Para encontrar la de Ángel Sanz Briz, tenemos que doblar la esquina. Explica Arcadi Espada que “las placas no están juntas por una decisión de la familia Sanz Briz que consideraba que Giorgio Perlasca se había apoderado de parte de la memoria que le correspondía a su antepasado”.
Seguimos por los escenarios de las atrocidades que cometieron los nazis húngaros, los llamados nyilas. Atravesamos el Gueto Internacional, el Gran Gueto de Budapest… Y llegamos a la orilla del Danubio. A unos metros del Parlamento, encontramos una escultura en forma de zapatos: recuerda cómo miles de judíos fueron asesinados y despojados de lo más básico. “En plena guerra y en una ciudad de tanto frío y tanta privación, los zapatos eran mucho más valiosos que los hombres”.
Nos acompaña una traductora húngara. Kinga Atzkin dice que es “el momento más trágico en la historia reciente del país”. La situación empeora a partir de octubre de 1944. “Serían 3.600 personas las que encontraron la muerte entre las aguas del Danubio y la mayor parte de ellas sacadas de los guetos y llevados aquí. Muchos veces ataban a dos o tres personas y disparaban a una. Así utilizaban una sola bala: el que moría tiraba de los otros, que se ahogaban”.
Finalmente, llegamos a la Embajada de España en Hungría. Nos recibe el embajador actual, Enrique Pastor de Gana. En un breve discurso, Arcadi Espada hace una confesión: cada vez que vuelve al lugar de los hechos, le tiemblan las piernas. Recuerda la labor diplomática de nuestro país. “Los Estados adultos son aquellos que reconocen lo que han hecho bien, lo que han hecho mal… No tienen agujeros negros en la memoria, hay una continuidad… Pues si el Franquismo por las razones que fuera, porque venía venir su propia guillotina, dijo vamos a salvar a los judíos para ver si mejora nuestra imagen internacional y nos perdonan los aliados cuando ganen la guerra, pues lo hizo, salvó judíos”.
Arcadi explica su objetivo. “Escribir es corregir. Yo he intentado escribir una historia a partir de lo que se puede explicar respecto a los héroes de Budapest. No fue el trabajo de una persona sola ni fue el trabajo de un aventurero. Fue el trabajo de un funcionario del Gobierno español ayudado por otros funcionarios gubernamentales, muy importantes”.
Panfleto o pasquin vomitivo.
Loor a los judíos y a las atrocidades que se cometieron contra ellos.
¿Qué aconteció en Katyn? matanzas de los soviéticos.
¿Qué sucedió en Dresde?, un ataque aéreo mortífero.
¿Atrocidades? no sólo contra los judíos.
La objetividad brilla por su ausencia.
Sieg Heil!.
Atrocidades en Dresde y Katyn. Libro sesgado e instrumentalizado como tantos y tantos. Hay que ver lo que hacen algunos, expeler pasquines sediciosos, panfletos vomitivos con tal de embolsarse un puñado de euros. La intoxicación también tiene un precio. Isaac por un plato de lentejas, Judas Iscariote por treinta monedas de plata y este aspirante a escritor por unas migajas. Si estudiamos la HISTORIA, vemos como siempre el judío ha sido apartado de la sociedad por sus atrocidades: Usura, explotación, opresión a costa de sus semejantes importándoles única y exclusivamente su bienestar personal, medrar en detrimento del resto de la… Leer más »
Yo escuché la entrevista a Arcadi en Libertad Digital y me dieron arcadas de cómo hacían gala de su ultraliberalismo y su simpatía con los rojetes.
Los liberales peperos utilizando a Franco para su propaganda filosemítica…cuando les interesa lo ponen a parir.
Libertad Digital parece el periódico con el que desayuna Rockefeller..¡QUE GENTE!, no he visto más propaganda y lameculismo a Israel en mi vida como en ese medio privilegiado por EspeRRancia Aguirre.
Tengo el sofa que me cojea de una pata,si el grosor del libro coincide con el del desnivel de la pata,lo comprare para calzarla.
Desde luego lo pone facil este Arcadi para pasarse por el forro su contribución literaria… teniendo en cuenta que ahora los “muertos judios” asciende a 15-20 millones las camaras de gas alemanas eran autenticos agujeros negros para soportar ese volumen de trabajo de 4.110 cremados al dia ( de 1941 a 1945 y contando con los tradicionales 6.000.000) necesitarian 342 hornos crematorios trabajando a un ritmo moderno de dos horas por cuerpo. Si tomamos la escalofriante cifra que dan ahora de 20.000.000 de judios muertos harian falta 1.142 crematorios….y sin tener en cuenta que los que si quemaban lo hacian… Leer más »
Es rotundamente falso que Franco librara a 3.000 judíos de las cámaras de gas, más que nada porque no había tales artefactos en todo el territorio del Reich.
Dichos artefactos se hicieron populares después de la invasión de la derrotada Alemania por Stalin, y casualmente, única y exclusivamente “se encontraron” cámaras de gas en los territorios invadidos por Rusia.
¿Casualidad? Que cada uno piense lo que quiera.