Fernando Soler.- “Lo que debe hacer Mercedes Alonso, si no tiene miedo a la verdad, es presentar el acta fundacional de la Asociación Popular de Elche y el listado de las cuentas”, ha retado Miguel Picher, presidente del Foro de Elche y exsecretario de organización del Partido Popular de Elche.

En rueda de prensa, Miguel Picher, con presentación de los documentos, rebatió el infundio lanzado desde las filas del desacreditado Partido Popular ilicitano respecto a que había sido expulsado en su día. Picher, que fue secretario de organización de la Gestora del PP, de 2007 a 2011, enseñó la carta en la que pedía voluntariamente la baja del citado partido, con fecha 27 de abril de 2011. También enseñó a los periodistas la contestación del secretario general del PP de Alicante, José Juan Zaplana, confirmando la baja voluntaria. Contestación con fecha 25 de abril de 2012.

“Lo que debe hacer la alcaldesa y presidenta del PP de Elche, Mercedes Alonso es presentar los documentos. Que haga lo mismo que yo. Que presente el acta fundacional de la Asociación Popular de Elche y los movimientos de cuentas de esa Asociación”, a través de la que presuntamente funciona y se financia el PP ilicitano, que no tiene existencia jurídica real.

A preguntas de los periodistas, el presidente del Foro de Elche confirmó que “no se pagaban cuotas. Pagábamos los once miembros de la Gestora pero siempre en efectivo, en mano a la tesorera María Dolores Serna”. Serna era empleada de la Caja de Ahorros del Mediterráneo y actualmente es concejala del Ayuntamiento. Era la que gestionaba la cuenta de la Asociación Popular de Elche en la sucursal de la CAM de la calle Reina Victoria.

También indicó Picher que “no se presentaban cuentas. Nunca hubo información de ningún tipo sobre las cuentas”. Inquirido sobre cómo se financiaban las campañas electorales y quién emitía o pagaba facturas, Miguel Picher aseveró: “eso tendrá que dirimirse en los juzgados. Como el PP es un partido presidencialista, se hacía lo que indicaba Mercedes Alonso y en todo caso María Dolores Serna”. Ellas serían las principales responsables de la contabilidad invisible del PP ilicitano, escándalo mayúsculo que no hace más que crecer.

El presidente del Foro de Elche se hizo eco del estupor en la ciudad por la desaparición de la alcaldesa, que no ha asistido ni a la procesión de Ramos, emblemática en Elche, ni a ninguno de los pasos de Semana Santa, especialmente el de La Dolorosa, directamente relacionado con el Ayuntamiento. “Queremos saber si está enferma o se está escondiendo. Nos tiene muy preocupados”. Diversas fuentes apuntan que Mercedes Alonso tendría miedo escénico a la calle, por temor a ser increpada ante este grave caso de presunta corrupción.

El infundio de que Picher fue expulsado del PP es el típico intento de desprestigio propio de mentalidades totalitarias. Aunque los medios de comunicación lo sitúan en genéricas “fuentes del PP”, Picher indicó que se indicaba junto a declaraciones del secretario general del PP ilicitano, Pablo Ruz. “Si mienten en esto –indicó Picher- en qué otras cosas mentirán también”.

Ha sorprendido el bajísimo nivel político del secretario general del PP ilicitano, Pablo Ruz, que repite mantras y frases inconsistentes de argumentario, sin entrar en los hechos, tomando por tontos a los ilicitanos y a todos los españoles, como parece haberse hecho norma en el PP, aunque en este caso la retórica es tan inconsistente como patética. Sorprendente, además, en quien en su declaración municipal de bienes reconoce tener una deuda de 147.300 euros, lo que indica que más que para vivir, Ruz precisa la política para sobrevivir.

Diversos militantes del Partido Popular se han puesto en contacto en Alerta Digital para informar de que están intentando, infructuosamente, conseguir que Mercedes Alonso les dé una factura por el pago de los 120 euros en concepto de cuotas, que exigió para poder votar en las elecciones a la presidencia del PP de Elche celebradas el pasado diciembre. Esa factura es clave para poder desgravarse en la declaración de la renta. “Queremos saber dónde fue ese dinero, que osciló entre los 86.000 y los 120.000 euros. Deben aparecer. No sería de recibo que alguien se los hubiera llevado a casa”.