Soberanía e independencia
Para mi es evidente que soberanía política e independencia económica se entrelazan de tal manera, que aquella deja de existir cuando ésta por unas u otras razones se pierde.
Para enfrentarse con el tema estimo que no debe considerarse la soberanía, del mismo modo que la libertad, como valores absolutos, sin limitaciones. Hay libertad psicológica para elegir entre el bien y el mal, pero no hay libertad moral, que equipare lo bueno y lo malo. Desde este punto de vista, la libertad para hacer el mal, lleva consigo la responsabilidad, y, por cierto, el derecho y el deber que a la autoridad corresponde de castigarlo.
La soberanía, para que no degenere en despotismo, hay que ejercerla sabiendo que tiene limitaciones que deben respetarse. Soberanía no puede confundirse con tiranía. Por eso la autoridad no puede ahogar o suprimir la verdadera libertad, tal y como la hemos definido.
Ahora bien, y por lo que a la soberanía afecta, que es la de la que nos ocupamos, hay que fijar y aceptar las limitaciones a la misma, a fin de que no se corrompa. La solución, bien conocida, de fragmentar el poder de la autoridad que la ejerce en tres poderes distintos, el legislativo, el ejecutivo y el judicial (al que luego se agregan otros poderes fácticos muy influyentes y decisivos) fracasó, como la experiencia histórica ha demostrado, porque los regímenes políticos que conocemos, convierten la cooperación de los tres poderes, para servir al bien común de los pueblos, con un enfrentamiento constante, de tal manera, que uno de esos poderes acaba por adueñarse de los otros dos. Lo que ocurrió con los triunviratos romanos, no es más que un antecedente de lo que ocurre hoy, y concretamente en España.
Las limitaciones ínsitas en el poder soberano –y para mi acertadas- son dos sumamente importantes porque contribuyen al bien común, y, en consecuencia , a lo que se llama Estado del bienestar. Una de esas limitaciones, podemos decir que viene de arriba, es decir, de la existencia de unos valores prepolíticos y preconstitucionales, que son algo así como el cimiento o la roca viva del entramado político, es decir, lo que los juristas alemanes llamaron la Constitución de la Constitución, y que Benedicto XVI, califica de innegociables. Hay, pues, una Verdad política constituyente, y no una variedad de opiniones políticas, incluso opuestas, sobre cuales son tales valores. Dar testimonio político de la Verdad es algo trascendente. Construir políticamente sobre una simple opinión equivale a edificar sobre la arena. Entre el apóstol y el charlatán hay una notable diferencia.
La segunda limitación de la soberanía viene de abajo, del pueblo sobre el que se ejerce. Hago hincapié en la palabra pueblo, que no puede identificarse con poblado, ni con multitud, ni mucho menos con masa inconsistente que se manipula o manosea. La idea de pueblo lleva consigo la de unidad, no solo de coexistencia, sino de convivencia, de tener un código genético colectivo, una biografía histórica y una vocación de futuro y de cultura común. Por eso, un pueblo auténtico, no se limita a escuchar y obedecer al que manda, sino que en todo lo que es negociable y no está en desacuerdo con la Verdad política, debe ser convocado para que de su opinión, para que exponga las razones que tiene para mantenerla, ofreciéndole el cauce legal para que así sea, y pueda servir de orientación y pauta a los que ejercen el poder soberano.
Partiendo de la verdadera soberanía, no ilimitada, hoy nos encontramos con su pérdida, que puede ser total, aunque se respeten las palabras. Si la propiedad privada fortalece la libertad de la persona, la independencia económica garantiza la soberanía; y creo sinceramente, que la dependencia económica debilita y hace desaparecer la soberanía nacional.
La crisis económica que padecemos, no era algo impensable. No se coloca el dedo en la llaga, al no poner la atención en la crisis moral, previa, que la hado origen, ni al hecho de que, por su extensión, responda a un proyecto que solo quienes son muy poderosos, han puesto en marcha para acelerar la decadencia de Europa.
En el caso de España, nación europea, hay un factor añadido, y es el del Estado de las Autonomías impuesto por la Transición. La crisis económica, con la emisión astronómica de deuda pública y la trasferencia de facultades soberanas a las regiones y “nacionalidades” ha reducido al mínimo la soberanía del Estado.
Deuda pública y transferencias han convertido a España en una nación deudora, desmantelada estructural y económicamente, al ingresar en lo que hoy se llama Unión Europea (cuando es una verdadera desunión), obligada a acatar las decisiones tomadas por organismos supranacionales, a mantener guerras en países lejanos, de los que éramos amigos, y a corregir, con grandes sacrificios, las consecuencias de un despilfarro que no tiene nombre.
Por otra parte, el Estado de las Autonomías, al transferir facultades de índole económica y fiscal, (como otras), que prueban que los españoles no somos iguales ante la ley, ha roto, en esta materia, la unidad de España, permitiendo a las Comunidades que hayan hecho inversiones improductivas (como algunos aeropuertos), concedido subvenciones incomprensibles, y emitido su propia deuda pública, al parecer, impagable.
Lo gracioso radica en que esta situación calamitosa se ha producido en la totalidad de las Comunidades Autónomas, tanto en las gobernadas por el Partido Socialista, como en las gobernadas por el Partido Popular. Se revela así que la oposición y el gobierno –en cualquier época subsiguiente a la Transición- estaban tácitamente de acuerdo, en sumir a España en la ruina, y en terminar con su independencia política, al no tener independencia económica, y al depender del exterior para que el pueblo español pueda subsistir.
De lo gracioso, podemos pasar a lo curioso y es que el estrangulamiento de la soberanía política, al perder la independencia económica, ha sido fruto del capitalismo especulativo, que no crea riqueza y, por lo tanto, no puede distribuirla; y, además, a que es precisamente el capitalismo, el que tiene el dinero, y el que lo presta a elevado interés, seguro de que así maneja a su voluntad y capricho a las naciones deudoras.
Y yo me pregunto ¿quiénes se esconden detrás de los mercados? Se les ofende y ataca en las manifestaciones y por líderes políticos, pero nadie los nombra. Pues bien, a mi me parece, y creo no estoy desacertado, que quien tiene el dinero, es China, cuyo régimen comunista ha puesto en práctica un capitalismo de Estado, que, sin oposición influyente, maneja su economía, y sin problemas graves de tipo laboral, y sacrificando unos cuantos generaciones, se está haciendo dueña del mundo, prestando dinero a los que no lo tienen.
En manos de la China comunista, pero capitalista, está hoy la mayor parte de la deuda pública soberana, incluyendo la de Estados Unidos. Habrá que pagar esa deuda a quienes están detrás de los mercados, con unos intereses, en dinero o en especie, es decir, entregándoles las mejores y más indispensables empresas, especialmente las energéticas, como ya ha sucedido en Portugal.
*Político, escritor y notario.
Gracias Blas una vez más por tus acertados escritos.
¡Qué buen vasallo si hubiera gran señor!
¡Visca Espanya! ¡Viva Cataluña siempre española!
D. Blas Piñar, en sus palabras hay amor a España, vamos a Triunfar, porque cada patriota como Vd. vale por miles de odiosos rojos.
Los todavia… rojos por ignorancia, rencor y resentimiento, ponen impotentes negativos, pero la verdad no la callaran, aunque cada vez son mas, los que estan despertando, y se estan uniendo a nosotros.
VIVA ESPAÑA y VIVAN los PATRIOTAS como BLAS PIÑAR
Don Blas, ¿porqué no le habrá escuchado España en su momento ? Otro habria sido nuestro destino.
Hagame caso.
Dediquese Vd.a escribir poesia,en verso y en prosa.
Vd.,ha tenido y tiene un gravisimo defecto,que invalida cualquier analisis de un patriota español.
Ha sido y es,simpatizante y amigo de los USA y de lo anglosajon,los peores enemigos de España
GRACIAS, DON BLAS
IMPRESIONANTE DON BLAS, SI LE HICIERAN CASO NOS IRIA MUCHOS MEJOR.
Gracias por España don Blas.
“Detrás de los mercados stá China”
No solo China pero quizás a día de hoy sea la porción más influyente, loq ue mucha gente desconoce es que la riqeuza del estado ultracapitalista chino ha crecido gracias a la inversión y deslocalización masiva de la burguesía occidental hacia ese país.
Muchas PYMES españolas fabrican e importan de China cuando hace 20 años lo hacian aquí, con la inversión se llevan el trabajo y la prosperidad necesaria para el bien común.
Hay que destruir a China y hay que finiquitar la globalización.
Sr. Blas Piñar, des de Catalunya, sal.lutacions i ànims per seguir amb la seva tasca tan enriquidora amb la que ens obsequia amb els seus artícles.
Larga vida a Blas Piñar (el gran Blaspi), espero que su nieto Blaspi III llegue a tener el mismo nivel político que su abuelo. Todos los Blas Piñar tienen genes patriotas españoles.
Dios, Patria y Justicia.
Don Blas gracias por transmitirnos su talento y sus conocimientos. Le estamos muy agradecidos. No deje nunca de hacerlo.
Sr. Blas Piñar l´escric des de una de les comunitats que més a contribuit al desgavell d´aquest país que no es altre que Catalunya. Gracies a aquest diari he pogut gaudir dels seus artícles i l´hi haig de dir que hi veig veritats com temples. Vosté demostra tenir molts de coneixements de les coses que parla i encara que sembli que per culpa de la seva ideología politica podem estar molt allunyats, li haig de dir que no es cert. Quant una persona ha sigut honesta i ferma amb els seus principis se la de felicitar i admirar sigui de… Leer más »
Don Blas, malgrat que hagin alguns comentaristes ‘Alerta Digital, que no els hi agradi que es facin comentaris en catalá, doncs jo ho sento molt, ja que som molts els catalans que l’estimen i sabem que vostè estima molt aquesta llegua, per això ho faig.
VISCA ESPANYA I LA MARE QUE EL VA PARIR.
Don Blas, cuanta sabiduría y cuanta experiencia de vida acumula usted. Con sus artículos crea usted adicción, hace que recuperemos un conocimiento muchas veces perdido. Esta sociedad enferma actual necesita con urgencia a personas como usted. Es un verdadero maestro de las mentes limpias que todavía quedan en España y como tal debe seguir ejerciendo durante mucho tiempo. Se lo deseo de corazón. Doy gracias a este periodico por permitir que tan bellos articulos lleguen a nuestras manos. Larga vida a Don Blas Piñar.
Soberbio don Blas. Como siempre. Enhorabuena.