No puedo enseñarle inglés a Feijóo
A estas alturas de curso debería de estar tan agobiada como mis compañeros, con tantos exámenes para corregir y los alumnos más alterados que de costumbre, pero me encuentro con una energía que me ha permitido, además, participar en la organización de la presentación de nuestra revista el próximo viernes en La Coruña y, de propina, presentar una nota de prensa el miércoles de esta semana.
Los que me seguís recordaréis que hace poco el Ayuntamiento de Pontevedra no pudo cobrarle una multa de tráfico a un ciudadano porque los tribunales les dijeron: o en castellano, o bilingües, o no cobran. Bien, pues otro pontevedrés se puso en contacto con nosotros porque el Ayuntamiento pretende cobrarle una multa similar. Jorge, que así se llama nuestro hereje acudió al Valedor y aún está esperando a que le responda. Lo sorprendente del asunto es que once días después de que Jorge presentara su queja, se organizó un berenjenal de órdago cuando la concesionaria de las autopistas gallegas cambió la palabra peaxe por peaje, con j de jota.
El cambio lo motivó una denuncia de la Guardia Civil por no incluir el castellano en las señales, como es preceptivo. Fueron 24 horas de trapisonda. Todos los partidos políticos con representación en el Parlamento gallego conminaron a los responsables a subsanar el error (nadie dijo nada cuando eliminaron el español de las mismas señales hace 3 años), hubo autoridades que pidieron que se “exculpara” a la Guardia Civil como institución de semejante ataque a la lengua, y en los foros de la causa se pedía un castigo ejemplar para los dos números de la Guardia Civil que habían cometido la osadía de cumplir con su deber.
El Valedor también intervino de oficio, y en cuestión de horas instó al Delegado del Gobierno a investigar, y a quien correspondiera a remediar la afrenta. Jorge se ha vuelto dirigir al Valedor, esta vez a través de nosotros, que aquí parece que tienen más derechos las lenguas que las personas. Os he puesto al final de esta entrada enlace a la nota de prensa y al escrito enviado al Valedor, por si los queréis ver.
En todo caso, me parece que al final esto nos va a favorecer, ya os explicaré por qué, y es que se me ha ocurrido una idea para sacarle partido a este sainete. La verdad es que la primavera no sólo me ha traído mucha energía física, sino también mental. No sé si será por el sirope de arce que estoy tomando, pero hasta me he ofrecido a hacerme cargo de la tutoría del grupo de adaptación curricular para el curso que viene. Dan más trabajo, pero tienes el aliciente de su dificultad. Para lo que no me siento con fuerzas es para enseñarle inglés a Feijóo. En una ocasión se lo ofrecí a través de un artículo, pero después de ver el vídeo que tenéis en esta entrada, me siento incapaz, mi vocación no llega a tanto.
En el vídeo veréis que el hombre está intentando pronunciar el nombre del grupo The Chieftans, uno de los agraciados con las medallas de Galicia de este año, unas medallas que llevan el nombre del nacionalista junta-letras Castelao, (bien podrían llamarse medallas Rosalía Castro, una buena escritora de la que los gallegos nos sentimos orgullosos).
Pero vayamos con el inglés de Feijóo. Llevo más de veinte años enseñando esta lengua; me he topado con alumnos que tienen todo tipo de problemas para pronunciar bien; a la mayoría de ellos se les ha enseñado mal en Primaria. También los hay poco dotados, y tuve unos cuantos con problemas que necesitan tratamiento profesional. Pero nunca me he encontrado con un caso como el de Feijóo, y es que raya en lo paranormal. No sólo emite unos sonidos que en nada se parecen a los que corresponden, sino que en el primer intento !añade una sílaba! Ahí van un par de explicaciones y sugerencias.
Chieftains
Pronunciación correcta con símbolos fonéticos: t?i?ft?ns
Pronunciación de Feijóo: d?s-t?en-te?n
Por poneros un ejemplo práctico, he hecho una simulación de cuál sería la estupefacción de un anglohablante al oír a Feijoo. Le sonaría igual que si David Cameron le otorgara un premio a un imaginario grupo español llamado “Jefes” y lo pronunciara así: “dii-to-juon”
Sugerencias para la próxima
1. Pedirle a uno de sus 95 asesores que le enseñe cómo decirlo antes de comparecer ante la prensa.
2. Pedirle a alguien que se lo escriba “a la española”: Chiftens. No es una maravilla pero pasa de la categoría de lo paranormal a lo común y corriente.
3. Leerlo tal cual, como si estuviese en español: Chieftains. En este caso incluso podría fardar de haber emulado a Unamuno en su famosa conferencia sobre Shakespeare.
Conclusiones mías
Feijóo tiene un cierto complejo por sus carencias con el inglés que lo ponen nervioso y minan su autoestima de manera paralizante, yo ya lo había deducido tras haberle oído algunos comentarios sobre el asunto. Y no se entiende que alguien que se ha fijado la Moncloa como meta, y que tanto se afana e intriga para conseguirlo, no haya intentado esforzarse para aprender algo que es tan necesario para todo un presi del S XXI.
Además de ser muy necesario para comunicarse, el inglés es tan imprescindible para no hacer el ridículo en las altas esferas como lo es saber que en una comida oficial uno se limpia la boca con la servilleta no con la manga, si se me permite esta comparación un tanto chusca. Y eso que, tal vez me equivoque, pero tengo la sensación de que Feijóo procura pulirse para suplir sus carencias. Cuando ganó las elecciones de 2009, le hicieron una entrevista en un periódico gallego; en ella aparecía posando en su antiguo despacho de aspirante. En una estantería a su espalda podía verse un libro cuyo titulo era algo parecido a “Adquiera cultura en 500 páginas”. Era uno de esos libros de venta en hipermercados en los que te dan un cepillado rápido de cultura general. Me llamó mucho la atención.
Mi diagnóstico: Feijóo le tiene miedo al inglés. El por qué se me escapa; una mala experiencia en la infancia o en la pubertad, tal vez.
Mi consejo: Relajarse, seguro que puede permitirse los servicios de algún terapeuta que indague en su mente y lo solucione y, después, empezar de cero, sin prisa pero sin pausa, que la Moncloa no va a esperar eternamente.
*Presidenta de Galicia Bilingüe