Pasó la época oscura, vino el renacimiento, llegó el modernismo, la era industrial, el postmodernismo, el tiempo de los derechos ciudadanos, los socialismos y comunismos, el tiempo de las ideologías y regresamos a los tiempos oscuros, es decir el nuevo feudalismo.

Comentarios justificativos de que la situación en España no es muy distinta a la del resto del mundo civilizado, bajo la justificación del “factor humano”, es decir de la condición humana de las organizaciones. Pero una cosa es la condición humana y otra la justificación del mal para consentirla, cuando lo que debemos de hacer es denunciarla, no admitirla y lograr una sociedad más justa y sobre todo más ética.

Desde la aparición de la social democracia, las clases dirigentes han perfeccionado el latrocinio en beneficio de parte. Los métodos de chantaje, el “comisionismo” en el nivel de la presión fiscal, hacen inviable cualquier progreso de la libertad personal o del emprendimiento, fomentando el “pillaje” y el vivir de espaldas a los intereses de esas castas privilegiadas que, so pretexto del bien común, ser enriquecen a nuestra costa sin el menor pudor.

Por otro lado, los integrantes de esas castas se creen en el derecho de esos privilegios, considerando a los “ciudadanos”como simples números que aportan su cuota parte al beneficio de los señores feudales de la actual sociedad.

Estas castas se diferencias en España. Aquí te pillan con las manos en la masa y se mira para otro lado, es una cuestión de ensañamiento o una confabulación del contrario, todo menos asumir las responsabilidades, dar la cara y DIMITIR. Eso que si ocurre en cualquier país de tradición anglicana o protestante, donde la mentira es el peor de los pecados, aquí se asume sin resentimiento alguno, e igual te asignas un título universitario sin hacer la carrera, como robas por la cara o aceptas sobresueldos cuando el pueblo llano las pasa canutas.

Aquí el que más grita ante el pecado del otro, es que lleva la mayor carga de culpabilidad, aquí se rasgan las vestiduras porque el “otro” es pillado con una cuenta suiza, cuanto el denunciante lleva trincados 1500 millones de los más débiles de la sociedad durante 30 años de feudalismo.

Todo es una mentira, un montaje para tenernos distraídos con el famoso “y tu más”, pero a la hora de la verdad, nadie asume culpa alguna, ni responsabilidades de ser protagonista o consentidor de situaciones de injusticia, amoralidad o desvergüenza. Toda la CASTA es culpable, por acción u omisión y todos son socios en el pecado de sumir al país y sus habitantes en la miseria de los tiempos del feudalismo europeo de los primeros siglos XX y XXI. Eso si, con más refinamiento y medios.