Terrorismo y deshonor
Estos días hemos estado pendientes de un mirlo que ha anidado en el jardín. Le ha fabricado a sus crías un nido bastante post-moderno, porque, además de ramitas y barro, le ha acoplado un trozo de espuma que, seguramente, encontró en algún vertedero. La verdad es que estéticamente no me parece que haya acertado, pero la casa es suya, así que él sabrá. Mientras el mirlo utiliza su nido para incubar, yo estoy arreglando el mío. Siempre hago algo así en verano. En esta ocasión me ha dado por volver a pintar el pasillo, llevo toda la mañana dándole a la brocha y al pincel, y ya estoy un poco cansada, así que voy a hacer un alto para escribiros.
Tenía en mente hablaros de algo que se publicó esta semana, una de esas cosas de trapisonda que denuncian los talibanciños galaicos, y que yo amplié por mi cuenta para poder contárroslo con más chicha, pero al encender el ordenador le he dado un repaso a la prensa y me topado con una foto de Miguel Ángel Blanco, de cuyo asesinato se cumplen dieciséis años. Me da la impresión de que la mayoría de los españoles podríamos decir qué estábamos haciendo cuando lo mataron esos desalmados de ETA. Yo viajaba con unos amigos desde Vigo hacia Monforte. Recuerdo que estábamos pendientes de la radio con el corazón encogido; yo tenía la impresión de que los ocupantes de los coches con los que nos íbamos cruzando también estaban siguiendo las noticas. De pronto un coche se salió de la carretera y quedó pendiendo de las ruedas traseras sobre un barranco. Pararon muchos coches, alguien sacó una cuerda y al momento se formó una cadena humana que logró rescatarlo del peligro. Fue un momento de emoción intensa, algunos aplaudían, otros se abrazaban a los ocupantes del coche, que salían aturdidos y aliviados. Estoy convencida de que los sentimientos no habrían estado tan a flor de piel si se hubiera tratado de cualquier otro día. Ahora, años más tarde, siento pena al pensar cómo ha evolucionado todo. Los asesinos y quienes los apoyan están ocupando y ensuciando nuestras instituciones. Una vergüenza para todos y un baldón en el historial del partido de Miguel Ángel Blanco.
Supongo que habrá gente buena que cree que es lo mejor, pasar página para evitar otras muertes. Yo no lo veo así, y no creo que se conformen con lo que les hemos dado para que dejen de matar. Siempre querrán más. Lo mismo sucederá en Cataluña si finalmente consiguen romper una de las naciones más antiguas del mundo. Seguirán batallando para lograr hacer realidad la quimera de los Països Catalans al completo (su Lebensraum), y habrá más chantajes. No olvidemos el territorio estratégico para nuestra economía que ocupan a la hora de comunicarnos con el resto de Europa por vía terrestre.
Esto que os digo no sé cuántos seguidores de Galicia Bilingüe lo comparten, esto son cosas mías que comparto yo con vosotros, pero también es verdad que en Galicia se está cediendo ante el nacionalismo que, a su vez, contiene sus dosis de permisividad ante la violencia y la coacción. Estos días el BNG, Anova, e incluso EU, se han negado a condenar la violencia de Resistencia Galega. Pero el gobierno del PP también tiene su parte de culpa, entre otros motivos porque ampara la apología de la violencia que se lleva a cabo en algunos ámbitos académicos. Algún día os contaré un bochornoso episodio protagonizado en ese sentido por la Consellería de Educación, pero hoy os dejo este vídeo. La agrupación llamada Redes Escralata encabezada por Ferrín, el último presidente de la Real Academia Gallega, le ha entregado su premio anual a un blog desde el que se reclama la libertad para un preso independentista acusado ya os imaginéis de qué. El vídeo recoge la entrega del premio, que se desarrolló nada menos que en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Santiago de Compostela. Se le revuelve a uno el alma al escuchar a los intervinientes. Mal camino llevamos, pues, aquí también.
Yo soy de las que piensan que cuando los gobiernos de un país pierden la dignidad, cuando una palabra antigua pero tan bella y llena de contenido como la palabra honor, desaparece del vocabulario y del pensamiento de sus gobernantes, ese páis deja de ser digno de ser respetado y se ensucia. Igual que quien vende a un amigo, quien viola, o quien roba una vida se sabe manchado y ya nunca lo verán ni se verá como un ser de luz sino de sombras.
*Presidenta de Galicia Bilingüe
Hola,un placer verla por aquí.
Me gusto mucho lo de “talibanciños galaicos” una buena forma de describirlos,pero aún más me gusta la referencia a la falta de honor.
Creo que ningún politico por brillante que sea,si no tiene como referencia ese y otros pilares basicos que mantiene a la sociedad en pie,no hara que lleguemos muy lejos.
Pero que bien escribe esta señora.
Estimada Olga, no se olvide del enlace al vídeo descrito en su artículo.