Memoria histórica de la CNT
En el pasado marzo, la CNT cumplió ciento tres años de vida. Algunos más tienen en nuestro país el pensamiento y la acción anarquista y sindicalista, pero hasta 1910 no se inscribió en el Ministerio de la Gobernación del Reino el organismo -Confederación Nacional del Trabajo- que a partir de ese momento asumía la responsabilidad de garantizar la legalidad en principio de todas las actividades por él organizadas o patrocinadas. Se abrió así un tiempo en el que la CNT fue la primera central sindical de nuestro país tanto por el número de sus afiliados (llegó a tener dos millones y medio antes de la guerra de 1936, cuando la población total de España oscilaba entonces entre los 22-24) como por el de sus actuaciones y la convicción general de que por la forma de vivir sus principios tenía más que suficientes garantías de futuro.
No tengo datos suficientes para hacer aquí una breve historia de la CNT. Me limito por ello a citar media docena de nombres, hechos, ideas y sucesos que llaman la atención a lo largo de los primeros 25 años de vida de esta organización social y política. Otro hecho es que ya en plena contienda la CNT`participara con cuatro ministros en el gobierno del Lenin español, Largo Caballero. A esta porción de “memoria histórica” debería añadirse lo que significó el anarcosindicalismo en los territorios de Aragón “liberados” de “la tiranía de Franco” por la acción sociopolítica y bélica de las catalanas milicias anarquistas hasta que el Gobierno de la República “democrática” roja decidiera de nuevo “liberarlos” por medio de las ejemplares “milicias liberales” que mandaba Enrique Líster, prototipo de obreros y políticos demócratas…
Me dicen que ahora el número de cenetistas que reconocen serlo oscila en torno a las 50.000 personas, e incluso a las 100.000 si a ellas se suman las pertenecientes a la Confederación General del Trabajo, organización fraterna escindida de la primera en 1989 por razones posibilistas que no han producido los resultados queridos. Muy pocos anarquistas, pues, sobre todo si se comparan con el millón de militantes que dicen tener la Unión General de Trabajadores y Comisiones Obreras.
Sin perjuicio de entrar en detalles de la historia pasada si fuera necesario o conviniera en algún momento, entiendo que lo resaltable hoy es la casi milagrosa supervivencia de una organización obrera que dentro de la España roja mantuvo una postura digna y propia, muy diferente en lo bélico, social, político, cultural, religioso, a la socialista-marxista vigente en la ya entonces derrotada Repùblica democrática parlamentaria presidida en apariencia por Manuel Azaña y en realidad por el doctor Negrín… Mantuvo una postura tan propia y tan digna que mereció una larga persecución comunista, gubernativa, política, militar, recordable en una auténtica “memoria histórica”, aún por hacer. La república de Azaña y Negrín fue un largo y doloroso purgatorio para la CNT, y el franquismo un infierno aminorado en ocasiones por quienes con ella habían compartido el terror marxista desde 1936 a 1939.
La Tra(ns)ición no le sirvió de nada. En 1977, cuando se legalizó conforme a la nueva situación política, pronto alcanzó los 300.000 afiliados. Ello hizo que bastantes partidarios del nuevo Estado y algunos del derribado confiaran en que pudiera funcionar dentro del nuevo orden sindical como contrapeso de la UGT y sobre todo de las CCOO. El rechazo de la CNT a esta pretensión burguesa, puesto de manifiesto cuando se negó a firmar los Pactos de la Moncloa, le granjeó la total enemistad del sistema, que supo aprovechar los errores propios de quienes no fueron capaces de asimilar la tremenda lección que el anarquismo recibió a lo largo de la reciente guerra civil. Cuatro militantes de la vieja versión anarquista incendiaron en Barcelona, a poco de empezar el año 1978, una popular sala de fiestas. Murieron cuatro personas y cerca de 100.000 se dieron de baja como socios de la CNT, que desde entonces no ha vuelto a levantar cabeza. Sus actuales dirigentes achacan la subsiguiente escisión CNT-CGT a constantes intrigas y maniobras del Estado, la UGT y CCOO… Puede ser. Pero también es verdad que la historia demuestra que entonces y ahora, desde la Tra(ns)ición a los albores de una República nueva, los anarcosindicalistas han cometido -igual que todos sus enemigos y oponentes- multitud de errores de distinta magnitud. Para eso sí sirve la historia: para aprender a evitar el mal y a hacer el bien…
La reflexión que hay que hacer hoy sobre la CNT,a mi parecer,es la siguiente. La CNT es partidaria de un sindicalismo revolucionario,o sea transformador social y de clases.Por ello apuesta por sindicatos de ramo o de industria,no comités de empresa,comprados con prebendas (liberados sindicales,cursos, subvenciones de todo tipo) que el sistema prefiere pagar antes que se formen sindicatos de sector,sanidad,automoción etc.,que pueden poner en jaque al estado,su economia y sus instituciones.Como paso en el pasado en Casas Viejas por.ej.Con la frase de Azaña tan conocida por algunos y desconocida por otros” tiro a la barriga”.Lo dicho, al no creer la… Leer más »
en Barcelona, a poco de empezar el año 1978, una popular sala de fiestas. Murieron cuatro personas
Amigo Villacañas:cuando dices lo del punto de mas arriva tendrias que informarte un poco, porque la sentenscia segun la VANGUARDIA de Barcelona el atentado fue cometido por una persona, que le facilitaron los explosibos la guardiacivil. Ojo y lo dice la VANGUARDIA y la defensa demostro que el que se sento en el banquillo no tenia capaciad suficiiente para prepara dicho atentado y eso lo demuestra el abogado que yebo el caso, que si quieres te doy el nombre