Destrozos causados por el artefacto explosivo en el interior de la basílica del Pilar, el pasado 2 de octubre.

El Cuerpo Nacional de Policía ha detenido a las 2.50 horas de la madrugada de este miércoles en el barrio del Carmel de Barcelona a cinco personas por el artefacto explosivo colocado en el altar mayor de la basílica del Pilar de Zaragoza el pasado 2 de octubre, que fue reivindicado por el grupo anarquista ‘Comando Insurrecional Mateo Morral’. El núcleo duro del grupo lo forman una pareja de chilenos y una colaboradora italiana, según informa Interior.

El ‘Comando Insurreccional Mateo Morral’, que toma el nombre de Mateo Moral, el hombre que intentó matar a los abuelos del rey Juan Carlos, también se había responsabilizado de la colocación de un artefacto en la catedral de la Almudena de Madrid que, sin embargo, no llegó a explotar. De los cinco detenidos hay tres chilenos: Francisco Javier Solar Domínguez, Mónica Andrea Caballero Sepúlveda y Rocío Yune Mira Pérez; una italiana, Valeria Giacomoni, y el argentino Gerardo Damián Formoso.

Los detenidos pertenecen a organizaciones o grupos anarquistas muy bien organizados y con conexiones internacionales responsables de múltiples acciones terroristas.

Otra iglesia en Chile

La operación la han llevado a cabo agentes de la Comisaría General de Información del Cuerpo Nacional de Policía de Madrid y Barcelona, en colaboración con la Policía de Investigaciones de la Jefatura Nacional de Inteligencia Policial de Chile. Este último cuerpo policial investigó el ‘caso bombas’, por el que se procesó a 12 personas como integrantes de organización terrorista y responsables de la colocación de más de treinta artefactos entre el 2006 y el 2009 en Chile. Uno de esos explosivos atacó, el 21 de noviembre del 2009, la Iglesia de Los Sacramentos, en Santiago de Chile.

Los dos chilenos detenidos se trasladaron a España, tras un procedimiento penal en el que fueron absueltos por un error procedimental, y fijaron su residencia en Barcelona.

Alusiones a Latinoamérica

En su comunicado reivindicando la acción, tras la comisión del atentado de Zaragoza, el grupo advertía de que “estandartes fascistas como este no son y jamás serán lugares seguros”. “La Basílica del Pilar es uno de los templos significativos para los detentadores del poder. Visitada por Franco en varias ocasiones y por el papa Juan Pablo II en 1982 y 1984, se erige como uno de los principales símbolos y punto de encuentro del fascismo”, afirmaba la nota.

El grupo también protestaba por el hecho de que “la Virgen del Pilar es patrona y reina de la hispanidad, en el interior del templo cuelgan como verdaderos trofeos las banderas de todos los Estados que dominan el territorio latinoamericano. Haciendo gala del exterminio provocado por la civilización al costado del templo se encuentra la Plaza del Pilar que cuenta con la fuente de la Hispanidad que dibuja el mapa del continente centro y sudamericano”.

También reprochaba que la Virgen sea la patrona de la Guardia Civil tras una orden firmada por Alfonso XIII, “el mismo que fuera blanco del anarquista que da nombre a nuestro grupo y que revivimos en febrero del presente año en otro ataque a un símbolo del poder” (el ataque a la Almudena).