Las posibilidades de que Francia estén en el próximo Mundial han caído drásticamente. Los de Deschamps perdieron 2-0 en su visita a Kiev y tendrán que lograr una gesta para levantar la eliminatoria de repesca el martes ante Ucrania. Zozulya y Yarmolenko -de penalti- marcaron los tantos eslavos.

El conjunto galo no estuvo a la altura de las circunstancias. Más que como un equipo, actuó como 11 individuos sobre un terreno de juego, sin apenas capacidad de asociación. Salvo algún fogonazo esporádico de Ribéry, los franceses no inquietaron a Pyatov demasiado.

Ucrania fue todo lo contrario. Trabajó con disciplina y actuó como un bloque, decidido a sacar alguna ventaja en su campo.

Los de Fomenko avisaron en la primera parte, pero no se desataron hasta la segunda. Superada la hora de partido, rompieron el empate con un tanto de Zozulya. Entre habilidoso y afortunado, aprovechó una dejada de Edmar dentro del área para marcar el primero.

El gol comprometía a los franceses, aunque una derrota por la mínima no dejaba de ser algo perfectamente remontable en París. El problema vino cuando Koscielny cometió un penalti escandaloso sobre Zozulya. Yarmolenko marcó desde los 11 metros y dejó a los galos en una situación muy delicada para el partido de vuelta. Los de Deschamps tendrán que hacerlo muy bien en Saint Dennis si quieren estar en Brasil el próximo verano.

El tramo final del partido se cobró dos expulsiones. Koscielny, desquiciado tras el penalti, agredió a Kucher, lo que le costó la roja directa. Y precisamente el defensa ucraniano también se iría a la calle poco después por ver la segunda amarilla en el tiempo de descuento. Que su selección esté en el próximo Mundial ya no dependerá de ellos.