La debilidad del débil
Nadie, absolutamente nadie con un mínimo de raciocinío, debe desear la muerte de su prójimo. Otra cosa muy diferente son los sentimientos y el grado de compasión que, con sinceridad, uno pueda tener para con otra persona que se encuentra enferma o impedida. Yo, puedo no desear fin de un ser humano en trance de muerte, pero, apelando a mi libertad, tampoco estoy obligado a compadecerme de él si realmente no lo siento así. Pero, quiero recordar que estamos en España, donde pueden ser liberados asesinos condenados a miles de años sin que pase absolutamente nada, pero que al mismo tiempo se puede desatar una guerra si por el error de un árbitro un equipo de fútbol baja de categoría; por lo tanto, estamos en un país donde la valoración sobre cualquier tipo de actuación ante un determinado hecho que afecte a un político, vendrá de la mano de los que controlan los medios de comunicación, por lo tanto, toda aquella persona que haga unas determinadas declaraciones que puedan considerarse una agresión a la casta política o al sistema, esos mismos medios tienen la fuerza y el poder suficientes, y están perfectamente legitimados, para condenar o absolver al declarante. Por supuesto, que todo dependerá del poder económico del “reo” y de su ideología política, pues como sea débil en lo económico, no pertenezca a la progresía pudiente, y encima reivindique la unidad de España, que se vaya preparando, no les quepa duda que sin ningún miramiento, se cebarán con la debilidad del débil.
Hago este preámbulo con motivo de la guerra que se ha desatado contra don Armando Robles y contra el Padre Jesús Calvo, por no compadecerse públicamente ante la noticia de que a Pedro Zerolo le han detectado un cáncer. Insisto, nadie debe desearle la muerte a este señor, pero tampoco es obligatorio compadecerse de él, si no se desea de forma sincera. En este caso, es más que evidente que ni don Armando Robles ni el Padre Calvo desearon tácita y públicamente la muerte a Pedro Zerolo en el programa de “La Ratonera”; su negativa a lamentarse, conmoverse o compadecerse, es algo muy personal; nos podrá gustar o no, pero insisto, no mostraron en ningún momento su deseo explícito de que Zerolo muriese.
Lo preocupante de todo esto, lo que realmente llama la atención, no es si el señor Robles se compadece o no, es lo oportuno que resulta para algunos este tipo de declaraciones, al objeto de confundir a la opinión. Prueba de ello, es que estos que ahora mismo se escandalizan y se levantan en oleadas de improperios contra el señor Robles y el Padre Calvo, no se comportaron ni de lejos del mismo modo ni se hicieron el mismo eco ni reaccionaron con la misma virulencia, cuando miles de energúmenos desearon, jaleando públicamente a través de todos los medios existentes, la muerte de mi admirada y sinceramente querida María San Gil, o de la expresidenta de la Asamblea de Madrid doña Esperanza Aguirre, ambas, aquejadas por desgracia del mismo tipo de enfermedad que el señor Zerolo.
La hipocresía es a todas luces más que evidente. Basta dar un repaso a las hemerotecas para darnos cuenta, la de años que llevamos aguantando que miles de separatistas antiespañoles estén -con la cobertura legal del sistema-, no deseando la muerte de guardias civiles, policías nacionales o militares con motivo de haber contraído un cáncer, que también, sino amenazando de muerte e invocando públicamente a los terroristas para que los asesinen. Y sin embargo, estos que ahora se erigen en Tribunal popular para “condenar a muerte” a don Armando Robles o al Padre Calvo por no compadecerse de Zerolo, nunca adoptaron una actitud tan firme de condena para con los proetarras. Prueba de ello, es que sólo cuando los terroristas comenzaron a asesinar a representantes políticos, éstos y sus acólitos reaccionaron contra la banda asesina con lazos negros, manifestaciones silenciosas o manos pintadas de blanco; hasta entonces, los asesinatos de humildes servidores públicos eran poco menos que “justificados”. Así se cebaban con la debilidad del débil.
En cuanto al obispo de León voy a ser muy breve, ¿dónde estaba usted cuando el clero vasco refugiaba a asesinos terroristas en sus iglesias al ser perseguidos por la Guardia Civil? ¿Dónde estaba usted cuando el clero catalán ha venido apoyando públicamente la independencia de España, e indirectamente las proclamas de “muerte al Borbón” lanzadas en cientos de manifestaciones independentistas? ¿Dónde estaba usted cuando el señor Clos, a la sazón alcalde de Barcelona, auspiciaba ante el silencio del clero catalán la exposición titulada: “ME CAGO EN DIOS”? ¿Dónde estaba señor obispo? Qué fácil es arremeter, censurar y criminalizar a un cura de aldea como el Padre Calvo, y no abrir la boca ante tanto ataque directo contra la unidad de España, la cruz de Cristo y nuestra civilización cristiana y occidental. Otra vez se arremete contra la debilidad del débil.
Otro caso reciente lo encontramos con el accidente de circulación sufrido por la delegada de gobierno de Madrid doña Cristina Cifuentes. Cuando esta señora se debatía entre la vida y la muerte en un hospital madrileño, miles de individuos que no aprueban su gestión ni la de su partido, estuvieron pidiendo de forma campanuda y agresiva con mensajes cargados de odio, la muerte de esta persona. Por el contrario, estos mismos individuos que se escudaban en el anonimato para desear algo tan abyecto a la señora Cifuentes, reprueban ahora que el señor Robles -dando la cara en “La Ratonera”-, simplemente no se compadezca de forma coherente y por motivos personales del señor Zerolo.
Y, para terminar, quiero traer a colación las declaraciones de todo un profesor de filosofía como Gabriel Albiac al diario “El Mundo”, con motivo de la detención del general Pinochet por la policía británica, en virtud de una orden de detención a nivel internacional cursada por el juez Garzón: “Yo no pido para Pinochet un juicio justo. No se juzga a los déspotas. Se les elimina. Quien quiera que le otorgue su ración de plomo será un benefactor de la humanidad. No, yo no he pedido para Pinochet un juicio justo. Doce balas a la tripa sí. O un vuelo angelical a lo Carrero Blanco”.
Que debilidad la del débil general en un país extranjero, impedido en una silla de ruedas y con la salud visiblemente mermada. Por lo visto se le olvidó al señor Albiac que, equivocados o no, al menos el 50% de los ciudadanos de Chile, aprobaron la gestión del general, incluso, después de muerto. Qué pena que ese mismo gesto gallardo y esa misma petición tan rotunda de la pena capital, no la haya tenido nunca el señor Albiac en el mismo diario, contra todos y cada uno de los responsables de más de ochocientos inocentes asesinados, entre los que se cuentan mujeres, ancianos y niños españoles.
Señor Román, ¿no puedo odiar y desear el castigo que de justicia merece un malvado?. ¿Qué tiene que ver el razonamiento, discernimiento, la reflexión, con el tiranicidio?. Que se necesita de los primeros para que el último, el odio y deseo de la muerte de un tirano, el tiranicidio, pueda ser justo. Sin raciocinio, se trataría de odio visceral, pero los actos y dichos de Zerolo y su camarilla lo merecen. Aparte, ¿puede decirnos cuando el Señor Robles y el Padre Calvo desearon la muerte de Zerolo?. Por favor, seamos serios, justos y coherentes. Abandonemos las buenas maneras, Señor Román,… Leer más »
Precisamente porque son fuertes con los débiles y débiles con los fuertes tienen los días contados.
¡Ánimo!
off-topic: Nigeria castigará las relaciones homosexuales con penas de hasta 14 años de cárcel: http://www.volkskrant.nl/vk/nl/2668/Buitenland/article/detail/3576711/2014/01/13/Nieuwe-anti-homowet-van-kracht-in-Nigeria-tot-14-jaar-cel.dhtml
Estimado D. José L. Román: me encanta el artículo y sus verdades como puños expuestas sin tapujos ni miramientos. No sólo en este artículo sino en los que lleva escribiendo desde su aparición en este medio. Felicidades y un cordial saludo.
Y la hipocresia tan sutil de la gente que todo el mundo parece un angelito cuando muere y a lo mejor en vida fue un cabronazo.
Seamos justos y no repartamos bendiciones que no nos correponden.
Morirse es ley de vida y a todos nos llega, no por compadecernos o alegrarnos salvaremos al sujeto. Por tanto queda demas la hipocresia de los seres humanos que cuando nos conviene alabamos y cuando no enterramos.
Pues sí, de hecho sobre Cifuentes también aquí opinaron lectores negativamente y no hubo ninguna repercusión. Es peligroso porque ante un enfermo de cáncer todo lo que digas puede ser manipulado fácilmente. Siempre ha habido mucha hipocresía. Esto ha venido de perlas para tachar a este medio, a Armando robles, al padre Calvo, a Soluciona de fascistas asesinosy de ser gente con maldad y sin ningún tipo de piedad. No hubo tampoco tanta repercusión(mas bien ninguna) cuando el Padre Calvo dijo algo parecido de D. Adolfo Suárez, pero ha sido tocar a Zerolo junto con una foto quizá no muy… Leer más »
No puse nada en la notica pertinente pero aprovecho ahora para decir que las ideas del tal zerolo me parecen una aberración y me importa un pito si vive o muere.
Es evidente que, la Iglesia Católica española forma también parte de la castuza de España. Que poca vergüenza que los Órganos de gobierno de la Iglesia hayan caído tan bajo.