Apuntes breves
1. El más grave problema político de España. No puede dudarse de que el principal problema político que tenemos hoy los españoles es el de mantener unida a España, el de que España no desaparezca troceada en diferentes estados.
Si nos dejamos llevar por la palabra o los escritos de nuestros políticos, ese problema no existe, y si existe tiene poca gravedad, entre otras cosas porque es de origen reciente.
Todo ello es falso. No es de reciente origen pues nació tras la muerte del indeseable Fernando VII a consecuencia de su decisión de señalar a su hija Isabel como heredera del Trono cuando él muriera, en contra de lo señalado en el ordenamiento legal entonces vigente que concedía tal calidad al pariente varón más cercano al difunto, en este caso su hermano Carlos. Carlistas e isabelinos dividieron España en dos bandos que pelearon entre sí armados hasta los dientes en una guerra de sucesión que duró varios años y terminó con la derrota de los partidarios de la legislación borbónica, pues en la tradicional anterior a la llegada de Felipe V las mujeres podían ser reinas… Los carlistas catalanes y vascos, al perder el Trono de España decidieron que su derrotado rey siguiera siéndolo de sus respectivos territorios. Con el paso del tiempo y la disminución del número de partidarios de tal solución -entre otras cosas por el desinterés de los Borbones carlistas- se redujo mucho el problema dinástico y se incrementó cada vez más el de un nacionalismo territorial basado en falsas interpretaciones históricas. Así, desde finales del siglo XIX existen esas reivindicaciones, más o menos dinámicas y exigentes según las peripecias de nuestra variopinta política nacional, social y económica.
El problema, latente y adormecido, se avivó con la desgraciada Constitución vigente al abrir ésta la equiparación entre la Nación española y las diferentes nacionalidades existentes -según ella- en su interior. Desde 1978 para acá, la desastrosa manera de tratar a los pueblos catalán, vasco, gallego y demás componentes e integrantes del pueblo español han dado alas, beligerancia e ímpetu a los hasta entonces minoritarios nacionalismos separatistas..
No, no es un problema leve y reciente, sino algo crecido y fortalecido por la inoperancia de los partidos socialista y popular y la muy deficiente preparación política e histórica de sus respectivos dirigentes.
Veamos como muestra algunos datos referentes al separatismo catalán. Desde 1989, el Parlamento de Cataluña -equiparado de hecho desde 1979 al Parlamento de España- ha aprobado al menos siete resoluciones proclamando unilateralmente (con distintas fórmulas) que son una nación, el derecho de autodeterminación de los catalanes, o su “realidad nacional diferenciada” de la española. Ninguna de esas resoluciones fueron impugnadas por nadie ante el Tribunal Constitucional ni merecieron ninguna acción política concreta y efectiva de los Gobiernos españoles responsables.
En 1989, por ejemplo, el parlamento catalán aprobó que “Cataluña es una realidad nacional diferenciada y no renuncia al derecho de autodeterminación”. En 1998 ratificó “el derecho del pueblo catalán a determinar libremente su futuro como pueblo”. El año 2010 ratificó “la vigencia de la resolución sobre el derecho a la autodeterminación de la nación catalana”.
Un año después, en el 2011, consideró “el derecho a la autodeterminación de los pueblos como un derecho irrenunciable del pueblo de Cataluña”. Y en 2012 aprobó que “Cataluña debía iniciar una nueva etapa basada en el derecho a decidir”.
De 1989 a 2014 han pasado 23 años sin que ninguno de los diferentes gobiernos que ha tenido hasta ahora España en el reinado de Juan Carlos I haya propuesto a éste que se manifestara de modo claro y terminante sobre este tema, ni ha hecho por su parte nada más que ver, oír y callar ante tan graves y peligrosas ofensas a la esencia y realidad de España. Su actitud pasiva y cobarde ha ofendido de modo grave a los muchos miles de catalanes españoles que viven y trabajan en Cataluña con el sueño y el deseo de que así el pueblo catalán crecerá en presencia activa dentro de la unidad de convivencia y destino histórico que es el pueblo español, suma y síntesis de los diferentes pueblos que lo hacen viable. Esa misma actitud cobarde y pasiva ha incrementado y dado alas a separadores y separatistas.
¿Habrá quién de veras crea que así se resuelven los graves problemas que afectan a nuestro futuro nacional e histórico?
Nunca serán capaces de comprenderlo porque son incapaces de verse a sí mismos como realmente son.
Ni cuenta se dan de que durante muchos años para que tu hijo tuviese un nombre en catalán tenía que nacer en otro país o que permiten que una cantante española cante en inglés en eurovisión pero el gran Serrat no puede cantar en catalán.
Si no se enteran o no son capaces de reconocer ni eso, ¿cómo van a entender todo lo demás?
Pues ese será el contencioso político más grande que hay en España pero de ninguna manera es el problema más grande que tiene España ni la gran mayoría de los españoles a quienes mientras distraen con esto les roban por todos lados: – les roban las energéticas en las facturas – les roban en el precio del agua – les roban las teleoperadoras con las tarifas más caras de Europa – les roban la sanidad pública – les roban los bancos – les roban sus casas – les roban sus salarios – les roban las empresas con la obsolescencia programada… Leer más »
El artículo tampoco hace una reflexión muy importante:
–> “Por qué ellos se quieren divorciar de mí y yo no me quiero divorciar”
Las cosas no son sólo así. Tienen muchos más colores y matices (dejando de lado que en el artículo se comieron muchas décadas y muchas opresiones a los catalanes: desde prohibirles usar el idioma como quisieran, prohibirles sus canciones, prohibirles tener asuntos económicos en América….. UFFFFFFFFFFF!!! qué fácil se olvidan las cosas cuando eres el agresor verdad? pero el otro sigue allí, sabes, y no se olvida) La independencia de Cataluña es un problema para algunos, una salvación para otros y un da igual para la mayoría que ni la pincha ni la corta y tendrán que seguir trabajando igual,… Leer más »
Suscribo plenamente el comentario del Sr. Muriel que, contrasta la realidad de Ceuta y Melilla. Saludos
Creo que la mirada del señor Castro Villacañas tan sólo se detiene por el norte de España, casi como siempre sucede. Pero me atrevo a sugerir al señor Castro que resbale su mirada por mapa hacia el sur y una vez llegado a Algeciras cruce el Estrecho de Gibraltar y detenga su mirada por algún tiempo sobre dos minúsculas ciudades en el norte de África: Ceuta y Melilla. Las dos, como casi siempre, olvidadas y maltratadas por tertulianos, comentaristas, politólogos, políticos y por la ciudadanía peninsular en general. No sé si el señor Castro estará enterado de los males que… Leer más »
El problema de España es que sigue creyendo que la expulsión de árabes y judíos fue un logro cuando lo único que lograron fue la decadencia. En este mundo lo único que sirve es aprovechar las circunstancias. Cada cerebro inmigrante es una fuerza en potencia. Es culpa de los gobernantes no saberla aprovechar como no saben aprovechar la potencia de los cerebros y manos de los propios ciudadanos con papel donde dice “Español”. Ya sé que hay poca diferencia cuando hablamos de enrgía de trabajo entre que diga “Español” o que diga “Esloveno”. Si no se sabe aprovechar una cosa… Leer más »