En estos días previos a las elecciones europeas, apenas ha comenzado la campaña escucho, como un zumbido molesto que no sé de donde? proviene, una afirmación repetida en boca de algunos aspirantes a colocarse por una buena temporada (la necesaria por lo menos para jubilarse millonariamente y mientras tanto llenarse los bolsillos hasta decir basta) en el Templo de la Inutilidad Absoluta y la Voracidad Infinita, allá en Bruselas. “Salir de Europa es salir de la Historia”, ha evacuado en posición vertical sin necesidad de bajarse los pantalones uno de tantos  postulantes a la sinecura en el corazón de la impostura europeista, y varios anónimos de la misma cofradía se han apresurado a recoger la portentosa fórmula destinada a convencer a los desanimados, a los desilusinados y a los escépticos a acudir en tropel a votar sus nuevas sanguijuelas para los próximos años ¿Quien ha dicho que esta gente no tiene sentido del humor? Porque sentido del ridículo…

?Hace falta tener la moral bien alta… o muy desarrolladas las ganas de medrar al costo del menor esfuerzo posible, como para atreverse a excretar tamañas memeces, y por añadidura en público. Pero nuestros políticos no saben lo que es la vergüenza. Sin ponerse colorado, cualquier mequetrefe de la casta o candidato a zángano a perpetuidad, puede soltar estas cosas… y no tirarse a un pozo a renglón seguido.

El tinglado de la UE ha traído muchas decepciones, muchos errores muchas insuficiencias, muchas injusticias… Pero no desesperemos, eso son solo los primeros 20 años. A partir de ahora?, tendremos una Europa más social, más justa, más próspera, más democrática, mejor peinada y sin caries… Creer o reventar.

?¡Basta de tonterías!? Es absolutamente esencial plantearse la salida inmediata de la UE, porque no es con las promesas nunca cumplidas de otra Europa, llamada según el color político de unos y otros, “Europa social”, “Europa de los pueblos”, “Europa con más Europa”…, que vamos a resolver el problema de la fusión de 28 pueblos que tienen intereses económicos, presupuestarios y sociales divergentes. Esta fusión es una mentira, un antojo de europeistas liberales o social liberales a las órdenes de los EEUU, del mundialismo y del librecambismo, que han querido organizar únicamente para mayor beneficio de la alta finanza.

?La UE se ha edificado sobre una estupidez: ?la creación de una moneda única, el euro. En la perspectiva de una Europa federal, eso es lo que se llama comúnmente poner el carro antes que los bueyes. Error fatal. ¿Es eso posible con pueblos que tienen estructuras económicas y sociales tan diferentes? ¿Y es eso deseable para el interés de esos pueblos?

La Unión Europea es una construcción extravagante y monstruosa cuyo fracaso es total, ya sea en el terreno económico, social, monetario, diplomático y cultural. Los europeistas convencidos, los fanáticos de la UE, se niegan a reconocer la enormidad del error de partida. Prefieren seguir adelante, empobrecer a los pueblos e imponer a todos una dictadura administrativa espantosa. Europa sufre de una estructura burocrática aplastante. Está prisionera de ese dogma según el cual el empleo llegará de la austeridad y de las reformas estructurales. Pero el empleo se crea produciendo riquezas y no empobreciendo a las poblaciones. Y sobre todo no manteniendo el euro, una construcción abstracta, que no representa en absoluto la realidad de la economía.

Seguir con la “construcción de Europa” deseada por aprendices de brujo de toda clase, es ir derecho contra un muro, un muro de absurdidades, y es un crimen contra la humanidad. Hay que construir la Europa de las naciones libres y soberanas. Una Europa que puede tener una moneda común para intercambios comerciales, pero sin duda no esta moneda úncia que nos han vendido, siempre sobrevalorada y que perjudica nuestra economía. Un Estado debe poder maniobrar con su propia moneda siguiendo las evoluciones del mercado para adaptarlo a las necesidades económicas reales y deseables para su pueblo.

La moneda única no es únicamente un medio de intercambios, también es para un Estado una herramienta de ajuste de la economía, una barrera contra los especuladores y los financieros irresponsables que se enriquecen sobre las espaldas de los pueblos provocando crisis que deberían pagar ellos solos. Las locuras financieras de estos especuladores han costado ya demasiado a Europa. ¿Y todavía pretenden que los sigamos aguantando?

?La salida de la UE no es la salida de la Historia, esa no es más que una idea grotesca, como tantas que nos quieren hacer creer.? Por el contrario es indispensable y razonable volver a dar a los países la elección de su política económica y presupuestaria. Dicho de otra manera: volver al funcionamiento normal de un Estado soberano. Eso es volver a la Historia, a la historia de los pueblos, no a la historia soñada por políticos mundialistas, financieros y administradores no elegidos, impuestos y corruptos.

¡Señores de la UE, sois vosotros los que debéis salir de la Historia! Por vuestra incapacidad, vuestra desidia, vuestra soberbia, vuestra insensibilidad, habéis vuelto nuestra historia detestable y nuestra vida insoportable.

Ya es tiempo que los europeos os hagan salir de su historia.

*Presidente de Soluciona en Cataluña.