El batacazo de las distintas formaciones patrióticas españolas en estos comicios europeos, no hace más que confirmar lo que aquí se dijo por activa y por pasiva sobre concurrir en solitario a cualquier convocatoria electoral a nivel nacional.

El fracaso estrepitoso de estos grupos accediendo por separado en éste como en anteriores comicios, creo que estaba más que cantado. Presentándose cada uno en solitario, sin medios económicos, y teniendo en contra a todos los medios de comunicación del sistema, han dado una triste imagen de desunión y de fracaso total y absoluto.

Finalizado el escrutinio y viendo los resultados con el avance de las fuerzas patrióticas y euroescépticas en los países más relevantes de Europa, no estaría de más que los grupos españoles de la misma tendencia ideológica hiciesen una muy seria reflexión, y una meditada y sensata autocrítica.

Ante el descontento clamoroso de los españoles con el sistema, donde se daban todos los condicionantes para lanzar un mensaje a todos esos ciudadanos engañados por el PP y hartos de corrupción política, los distintos movimientos patrióticos han perdido una oportunidad de oro para saltar a la arena con una imagen nueva, un programa cohesionado y serio y, sobre todo, con unidad de liderazgo. Una oportunidad de oro para darse a conocer, pero no presentándose por separado como se ha hecho, sino unidos con un solo objetivo: La salvación de España.

Desde aquí se intentó unificar criterios para realizar una llamada a todos los españoles que no quieren dejar de serlo y que están esperando como agua de Mayo una formación patriótica fuerte, seria, y dispuesta a plantar cara con honestidad y honradez a la casta parasitaria, afrontar los problemas del desempleo de la corrupción y, sobre todo, del desafío independentista.

Desgraciadamente esto no fue posible, y no lo fue, porque esa demanda de los ciudadanos a través principalmente de AD y “La Ratonera” por la unidad de todos los patriotas, no fue posible; no tuvo el eco suficiente en los cabezas de lista; las llamadas angustiosas de los patriotas por la UNIDAD se oyeron pero no se escucharon. Los “líderes” de los movimientos patrióticos han preferido anteponer sus intereses personales encabezando esas listas, por encima de los intereses de los ciudadanos y de la Patria, a sabiendas, de que sin una UNIDAD DE LIDERAZGO no se va a parte alguna.

Tras la decisión de SOLUCIONA de no concurrir a los comicios -supongo que por razones que van más allá de la precipitación-, lo más sensato fue la abstención, y considero que fue lo más sensato porque independientemente de que cada uno pudiera votar libremente, lo que no se puede hacer es pedir el voto para unos y mostrar desafección para otros.

Por todo ello, vuelvo a hacer una llamada al entendimiento. Una llamada a la unidad. Una llamada a todos los líderes de los grupos patrióticos para que se sienten de nuevo en torno a una mesa y expongan sus iniciativas. Hagan el favor de aparcar sus intereses personales y miren lo que les une por encima de lo que les separa. Llámense de nuevo y reúnanse; díganse todo lo que se tengan que decir, pero piensen que los patriotas españoles y esa clase media huérfana de un buen programa político, no van a estar esperando toda la vida a que ustedes se pongan de acuerdo.

Los trabajadores y profesionales de este país, convencidos de que por encima de todo están los intereses de España, no pueden estar a merced de que ustedes discutan solamente para ver quien ocupa el primer o segundo lugar en una lista, pues eso sería más de lo mismo con respecto a esa casta despreciada y desgastada, y contra la que continuamente arremetemos.

A la vista están las próximas elecciones generales, locales y autonómicas, o se ponen de acuerdo en torno a un grupo patriótico serio, fuerte y cohesionado, o desgraciadamente seremos gobernados –en vista del avance de la izquierda más radical-, por aquellos que sólo persiguen un objetivo: Que España desaparezca como unidad histórica de siglos, y acabar con nuestra civilización cristiana y occidental.