El Córdoba vuelve a Primera 42 años después
Córdoba regresa a la gloria de la Primera división 42 años después. Los blanquiverdes eliminaron en el último segundo de partido a Las Palmas en un choque que acabó 1-1, por lo que el valor doble de los goles lleva a los de Albert Ferrer a la máxima categoría del fútbol nacional. En un partido épico, el Córdoba se hizo fuerte en un final de partido que estuvo a punto de suspenderse debido a la invasión de campo producida en el Gran Canaria en el descuento del choque.
En un abarrotado Gran Canaria, con un ambientazo espectacular y más de 31.200 aficionados en sus gradas, un postrero gol de Uli Dávila en el tiempo de prolongación, tras un disparo de Raúl Bravo que se le escapó a Barbosa, y después de que el partido estuviese detenido unos diez minutos por la invasión de aficionados antes del pitido final, le sirve al cuadro andaluz para regresar a la máxima categoría del fútbol español y acompañar así en el ascenso a Eibar y Deportivo.
Las Palmas, hasta esa acción final, tuvo el ascenso controlado primero con el 0-0 que le hubiera valido al final de una hipotética prórrogra para ascender y, sobre todo, después con el gol de Apoño que le abría las puertas del ascenso doce años después.
Regreso a la gloria 42 años después
Sorprendió Albert Ferrer con el once titular. Dio entrada a Raúl Bravo por Fran Cruz, mientras que optó por jugar sin nueve nato y se decantó por cuatro hombres atacantes móviles. López Silva regresó a la titularidad junto a Uli Dávila, Pedro y Nieto (también otra sorpresa para el inicio del choque). Esta idea pretendía tener verticalidad a la hora de robar el balón. Y le funcionó en algunas fases de la primera parte.
El Córdoba quiso parapetarse de los primeros minutos de Las Palmas. Y lo hizo. Sin ocasiones para los locales el Córdoba comenzó a tener más el balón. Pero las ocasiones fueron diversas para ambos bandos. Ni Abel, con un disparo raso desde la frontal, ni Momo, que se quedó solo ante Juan Carlos, ni Pedro, que se escoró en exceso ante Barbosa, conseguían abrir el marcador. Esto fue aderezado por un penalti no señalado por Raúl Bravo, que arroyó a su par.
Justo antes del descenso llegó el mayor susto para el Córdoba. Un balón en largo hizo dudar a Bouzón y Nauzet Alemán aprovechó esa indecisión para hacerse con el balón y disparar su balón al palo derecho de Juan Carlos. 0-0 y al vestuario.
En la segunda parte el choque estuvo condicionado por el tempranero tanto de Las Palmas. Apoño se aprovechó de un error de Raúl Bravo en una salida de balón para batir a Juan Carlos. Era el minuto 47 y el Córdoba no logró reaccionar. Los cambios de Ferrer no mejoraron el juego del equipo y la salida de balón fue escasa. Barbosa fue mero espectador y, por el contrario, Las Palmas pudo sentenciar por medio de Apoño y un error de Juan Carlos.
Quedaba un minuto y medio y el colegiado decidió que el choque siguiera a pesar de que había afición local en las pistas de atletismo. Y llegó la proeza. El último segundo que tantos puntos ha quitado al Córdoba durante el año dio la gloria a los blanquiverdes. Uli Dávila anotó un tanto épico y ni se sacó de centro. 42 años después el Córdoba toca la gloria del fútbol nacional.
INVASIÓN DE CAMPO Y BOCHORNO EN LAS PALMAS
El Estadio de Gran Canaria vivió un espectáculo lamentable. Corría el minuto 91 de partido cuando un sector minoritario de la afición amarilla irrumpió en el terreno de juego para empezar a celebrar el ascenso de su equipo, que dominaba el marcador por 1-0. El colegiado murciano Sánchez Martínez, ante la imposibilidad de proseguir con el partido debido la invasión, se vio obligado a detenerlo momentáneamente. En la reanudación, el Córdoba marcó el gol que le proporcionaba el billete a Primera y empezó un lío monumental.
El árbitro decretó el final del encuentro y se dirigió al túnel de vestuarios escoltado por la policía. Muchos de los jugadores de ambos equipos le imitaron ante la tempestad que se desataba en el césped. Los aficionados locales protagonistas de la invasión empezaron a golpear vallas y a encararse con jugadores, medios de comunicación e incluso con otros aficionados. Se vivieron momentos muy tensos. Los problemas se extendieron a la grada, donde otro grupo de incontrolados arrancó y arrojó asientos hacia la pista de atletismo, en esos momentos repleta de aficionados, policía, miembros de seguridad…
El Presidente de la UD Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, atendió a los periodistas sobre la hierba y ahí mostró su malestar con los protagonistas del deplorable incidente. “Hay gente que no respeta las normas. Son una minoría, pero la UD Las Palmas pierde la ilusión por su culpa”. Asimismo, Ramírez ha indicado acerca de la invasión que “nadie quiso reparar el tema. Nos fastidia la temporada. Sólo queda felicitar al Córdoba y mirar al año que viene”.