El nuevo proyecto presentado en el hotel Meliá Castilla de Madrid el 1 de Febrero de este mismo año, con la intención de aglutinar el voto del descontento y el hartazgo de todos aquellos españoles que no quieren dejar de serlo, fue condenado al ostracismo por la casta y sus medios afines sin que ambos leyesen tan siquiera su primer manifiesto político. Me estoy refiriendo a SOLUCIONA. Al mismo tiempo, todas las cadenas de radio y televisión dieron cancha en las tertulias políticas semana tras semana y con abundante jabón, al líder de “PODEMOS” Pablo Iglesias.

Si el PP y sus medios afines hubiesen dado las mismas oportunidades a SOLUCIONA, que las que brindaron a PODEMOS, posiblemente, la formación de Armando Robles se hubiese presentado a las elecciones europeas en igualdad de condiciones, y hubiese recogido cientos de miles de votos -no sólo de ciudadanos que se abstuvieron-, sino también de los que habiendo votado al PP en anteriores comicios, hoy se sienten engañados por éste.

En las últimas semanas muchas noticias son dardos envenenados dirigidos contra PODEMOS y su líder más emblemático ¿Esto qué significa? Pues significa que los situados en las antípodas de unas ideas de extrema izquierda, estamos siendo espoleados e invitados a que le hagamos el trabajo sucio al bipartidismo, a través de las redes sociales y los foros de opinión.

Así que, mucho cuidado con caer ingenuamente en la trampa. Lo que nos quieren contar ahora aquellos que hace escasamente un mes auspiciaban a Pablo Iglesias, no debería escandalizarnos, no nos debería hacer entrar al trapo de lo que pretenden que sea una provocación contra la democracia. Ellos, cómodos y acojonados como siempre, no se enfrentan ni a los escraches en sus propios domicilios. A millones de españoles, de momento, y digo de momento, PODEMOS no les ha causado ningún daño, por lo tanto, no hay que contribuir con el insulto y la descalificación al desgaste de ese grupo para que el bipartidismo se libre de él, y después ese bipartidismo como de costumbre, difame y coloque etiquetas de manera sistemática a todo aquel que los acuse de corruptos y de traición a España.

Si Pablo Iglesias tuvo la oportunidad de poder exhibir su programa político a través de las pantallas de televisión, y llegar al corazón de mucha gente descontenta con la izquierda, fue porque el bipartidismo que controla dichos medios lo permitió.

Si Pablo Iglesias asiste en el hotel Ritz a un desayuno invitado por “Forum Europa”, es precisamente porque sus organizadores no están por la labor de condenarlo al ostracismo, a pesar de estar esos organizadores en el punto de mira de la extrema izquierda.

Si Pablo Iglesias llega con su mensaje a viudas sin recursos que sobreviven con pensiones exiguas, es porque otras mujeres como Esperanza Aguirre, por poner un ejemplo, allá por 2003, llegó a percibir mensualmente tres pagas del Estado, y sólo una de ellas reportaba a la entonces senadora popular 12.000 euros. O como “la maleni”, que por obra y gracia de pertenecer a “la casta” andaluza, aterriza poco antes de su jubilación en el BEI, con un sueldo mensual de 30.000 euros.

Si la fundación CEPS a la que Pablo Iglesias pertenece, está asesorando al régimen marxista y criminal de Venezuela, previo pago de su importe, no hay que olvidar que el brazo político de los terroristas vascos de la ETA, está en las instituciones amorrado a la ubre del Tesoro nacional, gracias al bipartidismo que siguió sin pestañear la “hoja de ruta” de Zapatero. Pero es que además, el gobierno español está vendiendo armas al gobierno de Maduro.

Si Pablo Iglesias pide la salida de prisión de los terroristas vascos de la ETA y el derecho a decidir en Cataluña y Vascongadas, no hay que olvidar que el bipartidismo puso en libertad a otros terroristas de la mano de violadores y asesinos en serie, aprobó el estatuto catalán, no hizo cumplir jamás las sentencias del Supremo en aquellas comunidades respecto al derecho de los niños a recibir clases en español, o al derecho a rotular en español los establecimientos mercantiles, o a que la bandera española ondeé en los edificios oficiales.

Si Pablo Iglesias pide la desaparición de las fronteras, el bipartidismo, además de arremeter contra la Guardia Civil en su cometido de custodiar las mismas, tiene las vallas fronterizas como mero escaparate, ya que son asaltadas por miles de inmigrantes ilegales que entran en nuestro territorio con total impunidad.

Si Pablo Iglesias ofrece un sueldo y una vivienda para todos los jóvenes a cargo del presupuesto como si el dinero lloviese del cielo, no es menos cierto que el bipartidismo se ensañó primero con los pensionistas, después con los funcionarios, ha recortado salarios y prestaciones a los trabajadores, ha auspiciado los contratos-basura y los despidos libres, alarga la edad de jubilación para los cotizantes, ni un solo golpe de tijera en lo referente a prebendas y privilegios que les concede a ellos el sistema, y sigue siendo partidario de seguir sosteniendo el sistema autonómico o cáncer de España, por ser la ubre donde están amorrados todos sus estómagos agradecidos.

Pablo Iglesias no ha pasado a formar parte de “la casta” como ahora lo acusan los lacayos del PP en las tertulias de radio y televisión, se equivocan, no es parte de “la casta”, es producto de “la casta”, pues ha triunfado en parte legítimamente en las urnas, gracias a la ayuda recibida de sus ahora acusadores y de esos medios hipócritas.

Si Pablo Iglesias ha sacado rédito político de los desahucios, ha sido precisamente porque el bipartidismo ha abandonado a su suerte a cientos de familias sin recursos, sin empleo y en la miseria, mientras rescataba a la banca con cuarenta mil millones de euros.

Por lo tanto, no hay que caer en el infantilismo de atacar a PODEMOS haciéndole el trabajo sucio al bipartidismo. Muchos de nosotros no somos precisamente marxistas ni de extrema izquierda, pero tenemos muchísimo más sentido social que el PP, y defendemos en la calle los intereses de España y de los españoles sin complejos, y por encima de los intereses políticos y de partido.

Para enfrentarse a PODEMOS ya llegará el momento, todo a su tiempo. Habrá que hacerlo cuando la ocasión lo requiera, a través de los medios, en el parlamento y en las instituciones, pero primero habrá que vencer en las urnas al verdadero “enemigo político”, y ese no es otro que el bipartidismo.

Hay que operar y actuar de manera inteligente. Esos millones de españoles que habitualmente habían dado su voto al PP, y que ahora se lo niegan principalmente por la corrupción que los asfixia, esperan como agua de mayo un proyecto nuevo, y eso debe ser una buena razón y un motivo muy serio de reflexión para los integrantes de SOLUCIONA.

Todo esto lo saben en la calle Génova, de ahí que el gobierno y todos sus medios afines, condenen al ostracismo y a la difamación a todo grupo que intente hacerle sombra, o denuncie todo aquello que ponga en evidencia la falta de lealtad de ellos para con los suyos.

Temen que una nueva formación antimarxista, sin complejos, pero con un profundo sentido social, atraiga en masa al votante harto del bipartidismo y de las autonomías. Una nueva formación que luche por la defensa de los derechos de los españoles frente a una extrema izquierda que irrumpe con fuerza. Una formación quede fienda a la familia como célula base de nuestra sociedad; que premie el esfuerzo y el sacrificio de nuestras jóvenes promesas; que acabe con la holgazanería y la vagancia de los que viven de la subvención y de la mamandurria; que acabe con el terrorismo y con los nacionalismos secesionistas; que luche sin descanso contra las mafias que controlan el tráfico de drogas, la prostitución y el crimen organizado; que devuelva todas las conquistas sociales a los trabajadores; que proteja de forma preferente a los niños y ancianos desamparados, enfermos crónicos y discapacitados; que anteponga los derechos de los españoles por encima de cualquier extranjero; que acabe radicalmente con la corrupción de “la casta” y del sistema y, sobre todo, que con lealtad, honestidad y coherencia, conduzca a España hacia un futuro de paz, trabajo y prosperidad.