La farmacia más antigua de Europa es española
Aunque la palabra “ farmacia” sea de origen romano, el arte de curar es posiblemente tan antiguo como el mismo hombre. China e India son los dos países que ostentan la primacía en este campo. Al menos los que nos han legado sus más antiguas experiencias. En la primera y gracias a descubrimientos arqueológicos se sabe que la medicina y productos farmacéuticos empleados datan de unos tres mil años antes de Cristo. En los libros y papiros hallados se describen fórmulas medicinales a base de harinas de dátiles, serpientes, hipopótamos y otros animales. También se utilizaban preparados con aceites de opio y castor y se mencionan el cloruro y carbonato sódico para embalsamamientos.
Homero, considerado padre de la Historia, hizo frecuentes referencias a la medicina egipcia y la fabricación de drogas y hasta se cree que la palabra “química” es de origen egipcio. La India fue asimismo una adelantada en esta ciencia, ejercido al principio por los Brahamanes y posteriormente por sacerdotes budistas. Llegaron a conocer más de ochocientas plantas medicinales, que algunas se siguen utilizando y conocieron el uso de anestésicos quirúrgicos, así como tablillas, vendas y antisépticos. Increíble, pero cierto.
A pesar de ser Grecia la cuna de Hipócrates, el padre de la Medicina, no destacó en sus principios en este campo entonces privativo de los sacerdotes. Empédocles, Thales de Mileto, Demócrito y Pitágoras, fueron los que sacaron a esta ciencia de los templos y la impulsaron a través de sectas filosóficas. Los helenos disponían de “boticas” para sus preparados y recetas, sujetas a un código, dependientes de la medicina. A Hipócrates se debe la división de los medicamentos.
En Roma la medicina y la elaboración de medicamentos estaba encomendada a los esclavos. En la época imperial, no obstante, tuvieron primacía los venenos y antídotos. Galeno, considerado uno de los fundadores de la farmacia actual, fue uno de sus personajes más destacados. Hoy día, se denomina “farmacia galénica”a la verdadera farmacia.
España fue el primer país que independizó la farmacia de la medicina. Ya en la época romana dimos dos nombres importantísimos a esta ciencia: Marco Anneo Séneca y a mi paisano Columela. En tiempos de los visigodos la farmacia pierde su aspecto científico y pasa a convertirse en un oficio vulgar. A los árabes les debemos los jarabes y el que elevaran la medicina y sus derivados a ciencia especial y se estudie en academias. Del siglo XIII es el famoso “Antidotarium” donde si citan más de dos mil quinientas descripciones sobre drogas y unas trescientas especies nuevas. Los boticarios de España eran confundidos entonces con los especieros.
El primer profesional español que escribió una obra exclusivamente farmaceútica fue Pedro Benedicto Mateo, y otro español, López de Villalobos, otra curiosísima, en forma de poemas, “Sumario de la Medicina”, en 1498, que trata sobre purgantes, ungüentos, emplastes y otras materias medicinales. Se fundan colegios para crear maestros boticarios, siendo los primeros los de Barcelona, Valencia, Gerona y Zaragoza. Posteriormente y por los Reyes Católicos, en 1477, se funda el Real Tribunal de Protomedicato, cuya influencia y poder se extiende a todo el reino, En el siglo XVII se imprime para general conocimiento, los precios de las medicinas con carácter obligatorio.
En Llivia, localidad española situada y aislada dentro de territorio francés, se encuentra hoy convertida en museo la farmacia más antigua de Europa. Su fundación data de 1415 y estuvo abierta al servicio del público hasta 1930. Durante trescientos años ininterrumpidos perteneció a la misma familia y en la ya citada fecha, Esteva, su último titular, la cede a la villa y él se traslada a Puigcerdá. La conservación de este singular y valioso museo está a cargo del ayuntamiento. En ella se exhiben gran cantidad de libros antiquísimos con extrañas y curiosas fórmulas y tratamientos, así como frascos de todos los tamaños conteniendo venenos y antídotos de las más insospechadas materias y combinaciones.Podemos admirar también gran variedad de polvos curativos, con inscripciones en latín y castellano antiguo. Los cajones de madera donde se guarda este curiosísimo material están pintados con retratos de santos, científicos y hombres preeminentes, a todo color. Uno de ellos se refiere al fundador de esta farmacia con sus atributos profesionales: la serpiente, la copa y la mano del mortero. Es digna de contemplarse su colección de morteros, incluso los hechos con bronce de campana y no podemos dejar de citar su colección de tarros de ungüentos, que nos hace pensar en los tiempos que el ejercicio de esta profesión era más propio de brujos que de honorables personas. De entre la colección de tarros de elixires, colocados en una especie de retablo,- verdadera obra de arte-, despierta enorme curiosidad el “elixir para larga vida”. Presidiendo este conjunto una talla de la Virgen en madera , de gran antigüedad y en una capillita policromada.
Podemos consultar gran número de fórmulas, entre las que me llamaron la atención el “caldo de víboras” , de gran eficacia para sudar, (no lo dudo) y el “Cuerno de ciervo” , del marfil, del cráneo humano, uña de la gran Bestia y huesos de animales, todas ellas con grandes poderes afrodisiacos. Aunque sea preferible aplacar las apetencias sexuales, antes he de engullirse esos combinados.
De todos los rincones del mundo acuden profesionales médicos, farmaceúticos y gran cantidad de curiosos para visitar y admirar este excepcional museo, `por cuya adquisición han hecho ofertas económicas desmesuradas, sin éxito alguno. En él, no se exhiben medicamentos modernos. Es una de las visitas profesionales que más me impactó y los dos días pasados en esta Villa tan especial, junto a Maribel y Vázquez Berni, mi fotógrafo, un recuerdo maravilloso e imborrable. Destaco la amabilidad de los habitantes de este enclave español en tierras francesas, que se mostraban orgullosos de su españolidad, Ignoro, si seguirán pensando igual.
Tiene usted razón al afirmar que fue España la primera en separar farmacia de medicina, porque aunque esa apreciación tuvo lugar en la ciudad de Sicilia, ésta, por aquel entonces, formaba parte de la Corona de Aragón. Pero el primer Colegio farmacéutico de Europa fue fundado en la ciudad de Valencia, no en Barcelona.
quien tal escribe aburre a las ovejas mucha rebotica pedrada en ojo de boticario y que baje a la farmacia