Por fin se ha resuelto el enigma de la independencia de Escocia. Personalmente deseo lo mejor para Reino Unido, por tanto, me alegro enormemente del triunfo del NO en el referéndum de autodeterminación llevado a cabo en Escocia el pasado 18 de Septiembre.

Me gustaría aclarar varios puntos antes de continuar, para evitar confusiones al respecto, ya que, llevo años oyendo a los separatistas Catalanes haciendo comparaciones entre Escocia y Cataluña. A veces las comparaciones son odiosas pero en este caso son sencillamente un despropósito. No tienen nada que ver, me explico:

Hay muchos motivos por el cual el caso de Cataluña no se asemeja en nada al caso de Escocia. El primer motivo es básico. Y es que el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte carece de Constitución escrita, por lo tanto, el Parlamento Británico puede autorizar el referéndum sin ningún tipo de limitación, al contrario de lo que ocurre en España. Por otro lado, tenemos el motivo más importante y por qué no decirlo, el más rimbombante, Escocia fue un Reino hasta el Siglo XVIII. ESCOCIA ERA UN REINO INDEPENDIENTE cuyo parlamento decidió, en el siglo XVIII, transferir las competencias derivadas de la soberanía al Parlamento británico, constituyendo una unión. Por eso la denominación oficial de la comunidad política no es Inglaterra, sino Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte.

Una diferencia muy importante es que Escocia prácticamente no tiene competencias en comparación con País Vasco, Cataluña u otras muchas comunidades autónomas españolas. Por otro lado también existe otra diferencia importante como es el modelo energético. La gran baza que tienen los secesionistas a la hora de predicar la viabilidad económica de una Escocia independiente es la abundancia de recursos naturales en el país, especialmente petróleo y gas, que permitiría al proyecto ser sostenible hasta que se dilucidase su hipotético ingreso en la UE. Cataluña, en cambio, es la tercera comunidad autónoma más dependiente en cuanto a energía se refiere, sólo superada por Madrid y País Vasco. ¿Lo ves? ¿A que no tienen absolutamente nada que ver Cataluña con Escocia? Pues los separatistas aún siguen en sus trece con sus comparaciones absurdas, están obcecados y aprovechan la desinformación para conseguir adeptos a su causa sin sentido.

Me gustaría recordar a los independentistas y separatistas que cargan contra la Constitución, que ésta misma fue aprobada por la inmensa mayoría de los catalanes en un referéndum que fue histórico y masivo. El resultado habla por si solo; 90% SI – 4% NO con una participación histórica.

No se puede ignorar este hecho y tampoco se puede cargar contra la Constitución de forma burda afirmando lindezas como que ‘es una Constitución en contra de los catalanes’ o que es ‘una Constitución lampedusiana’. Me parece completamente absurdo tener que celebrar un referéndum a cada rato cuestionando la integridad territorial y vertebración de todo un país tan solo porque es el capricho de unos cuantos.

Soy consciente de que el movimiento separatista Catalán ha ido “in crescendo” desde hace unos años debido al nefasto legado que dejo nuestro ilustre ex-presidente Zapatero, el cual, afirmó delante de todo un auditorio lleno hasta la bandera de catalanes, que iba a aprobar el Estatuto que emanara del Parlamento Catalán agitando así a los separatistas.

Posteriormente, el tribunal Constitucional tumbo varios de sus artículos y añadió que el  término nación  no tenía ninguna validez efectiva jurídica, dejando al término con el mero significado de Nacionalidad Histórica para Cataluña. Por tanto, el Tribunal Constitucional hizo su trabajo de garante de la Constitución, pero no le sirvió para cosechar buena fama en Cataluña, ya que los independentistas dedicaron todos sus esfuerzos a demonizar al Tribunal. No entiendo como el por entonces Presidente de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero pudo llevar a cabo semejante irresponsabilidad – aderezada posteriormente por la crisis económica alentada por la PSOE así como por los corruptos provenientes de todas las instituciones Españolas.

No por negar el problema, lo hemos solucionado. Hemos de buscar un nuevo encaje de Cataluña en España y ello no significa más competencias. Hemos de erradicar por completo la corrupción de las instituciones, hemos de reformar las administraciones públicas para hacerlas eficientes y asequibles al erario público, hemos de reformar ya para construir una España moderna, productiva y eficiente. Sólo en ese momento Cataluña empezará a sentirse cómoda dentro de España. Hay que dar un salto cualitativo en todos los aspectos, en todas las instituciones y dejar de ser un país segundón, para estar en la élite. Para ello, el Gobierno debe iniciar un espíritu reformista sin precedentes. Y SI, digo iniciar porque considero que las reformas llevadas a cabo son insuficientes. Hay que dar un golpe de timón y asegurar que las leyes se cumplen en Cataluña, empezando por la LOMCE y la ley de banderas. Sin flagelar a los nacionalistas pero sin caer en la desidia y en el conformismo. ¡Seamos un país de primera y demos un paso al frente para afrontar nuestros problemas! ¡Seamos un país de primera para erradicar la corrupción de las instituciones de una vez por todas! ¡Seamos un país de primera para despolitizar la justicia! ¡Seamos un país de primera para acabar con el despilfarro y el mastodóntico aparato del Estado! ¡Seamos un país de primera para competir en las estadísticas con países como Suecia o Alemania!

A partir de ahora se avecinan unas semanas de vértigo. El 19 de Septiembre se ha aprobado la ley de Consultas Catalana y posteriormente vendrán los recursos al Tribunal Constitucional que impugnaran la ley de inmediato. Nadie sabe que ocurrirá después. Se barajan dos escenarios, el fin político de Artur Mas con elecciones anticipadas o bien la desobediencia. El hecho es que nadie lo descarta.

Podemos evitar el 9N, Artur Mas puede irse, podemos convocar plebiscitarias en Cataluña, CiU puede perder el poder y un largo etcétera… Pero lo que no podremos evitar es que en las próximas elecciones se radicalicen las posturas, por parte de los separatistas y por parte de los unionistas. Y estaremos en las mismas.

Tengamos visión de futuro a largo plazo. Desarrollemos un plan para España en la que Cataluña sea coprotagonista. Pero para sentar las bases del encaje de Cataluña en España PRIMERO hemos de sentar las bases de España en la propia España. Hemos de trabajar, trabajar y trabajar para que España pueda estar con los mejores. Tenemos las ganas, tenemos los recursos, tenemos las personas, tenemos la intención.

Entonces, ¿cuál es el problema?

Yo solo espero desde esta humilde tribuna que este artículo haga reflexionar a quien tiene el poder de hacerlo.