Los asesinos de Sandra Palo son producto del sistema
Comenzaré recordando a un ángel de Dios: Sandra Palo Bermúdez. El 17 de mayo de 2003, unos asesinos sin ningún tipo de escrúpulo, y con un amplio historial delictivo, se ensañaron brutalmente con este pedazo de cielo que tenía toda una vida por delante; la violaron repetidas veces siendo golpeada, torturada y después atropellada con un vehículo, sin que ella se pudiese defender, y mientras, sus padres, después de once años de auténtico calvario y lucha, siguen pidiendo justicia a una sociedad y a un sistema corrupto y podrido, donde las garantías procesales se han convertido en lenidad para los autores de crímenes tan abyectos.
A pesar de la brutalidad de este hecho delictivo, y de otros asesinatos como los de Olga Sangrador, las niñas de Alcasser, Mari Luz Cortés, Marta del Castillo y un largo etcétera, los padres de las víctimas unidas en un grito desgarrador pidiendo justicia, no han conseguido que la sociedad se movilice como por ejemplo lo hizo por los aparcamientos del barrio del Gamonal en Burgos, la llamada de “rodea el Congreso” contra el gobierno, o el precipitado “sacrificio político” del perro Excalibur por las autoridades sanitarias de la Comunidad de Madrid.
El largo y penoso calvario por el que han pasado y están pasando los padres de estas niñas inocentes sin que los partidos políticos se hagan eco de sus reivindicaciones, es algo muy extraño y significativo, pues lejos de modificar las leyes para dar respuesta firme y contundente a algo tan reprobable, los partidos del sistema han hecho causa común y han cerrado filas en torno a blindar a una alimaña humana, por el hecho de ser menor de edad cuando cometió su crimen.
Pero, no acaba ahí la cosa, pues a este individuo detenido después en reiteradas ocasiones, y que aún hoy se permite amenazar a los padres de su víctima, la cadena de televisión Telecinco con Pedro Piqueras al frente, llegó a pagar –según testimonio de María del Mar Bermudez, madre de Sandra Palo, en el programa “La Ratonera” de AD-, 8.000 euros por una entrevista, en la que tuvo tiempo para burlarse de los padres de su víctima, carcajearse de la sociedad, y ciscarse en los partidos, en la Justicia, en el gobierno y en el sistema.
Cuando todo esto viene sucediendo sin que nadie ponga fin a esta serie de acontecimientos y a esta sangría, los ciudadanos nos formulamos las siguientes preguntas, ¿por qué los representantes políticos no están por la labor de modificar la ley del menor y el Código Penal, introduciendo la cadena perpetua para asesinos, violadores, terroristas y narcotraficantes? ¿Qué se oculta detrás de este inmovilismo por parte de “la casta” política? ¿Qué razones pueden existir detrás de ese blindaje político a repugnantes asesinos, sin escuchar la voz del pueblo? ¿Qué pasaría señor juez o señor fiscal, señor ministro o señor senador, si hubiese sido su hija de usted, la torturada, violada y asesinada vilmente por esta alimaña callejera?
Que cada uno saque sus conclusiones, pero, el “rafita”, el “malaguita” y su banda, como toda esa lista de asesinos protegidos por las más altas magistraturas del Estado, son pequeños monstruitos, criados con biberón y vitaminados cuidadosamente desde la cuna del sistema. Estos despojos humanos capaces de arrebatarle la vida a cualquiera que tenga la desgracia de cruzarse en su camino, no son producto del franquismo como a “la casta” le gustaría, con el fin de atribuir o eludir responsabilidades de carácter social y educativo, sino más bien son fruto de este sistema podrido hasta el tuétano, que sostiene a una “casta” que ignora a las víctimas, libera a los terroristas y a los violadores, y se enriquece de forma ilícita saqueando las arcas públicas a manos llenas.
Estos criminales que se amparan en su minoría de edad para cometer sus delitos y sus crímenes, no fueron educados bajo aquella dictadura a la que tanto se alude para tapar las miserias que nos desbordan, lo fueron bajo un sistema educativo y unas leyes, diseñadas, elaboradas y aprobadas por los distintos gobiernos de la democracia española, bajo el paraguas de la Constitución de 1978. Un catálogo de libertades que no existen para los honrados y solidarios ciudadanos, pero que son el caldo de cultivo para que tengan lugar toda esta catarata de horrendos y execrables crímenes.
Un menor capaz de asesinar con tanta saña, con tanta crueldad, como lo hizo “el rafita” con Sandra Palo, solo es merecedor de un castigo ejemplar acorde al crimen que ha cometido. Fue un asesinato con todos los agravantes habidos y por haber, por lo tanto, la pena impuesta y el lugar para cumplirla fue un insulto, no sólo a los padres y familiares de Sandra, sino a la inteligencia de los ciudadanos honrados de este país.
A ver si se enteran de una vez. Sistema penitenciario viene de pena, y pena significa sanción, y la sanción debe ser reeducativa, pero la pena, la sanción reeducativa nunca puede ser un premio, y un premio además a cargo de los contribuyentes españoles. No podemos transformar las cárceles de menores que ustedes crearon y sostienen en hoteles de lujo y de cinco estrellas. Debe ser siempre una sanción reeducativa, y hay que extremar la atención y el cuidado a título de caridad con aquel que ha delinquido, pero convertir al criminal en un héroe, y transformar el centro de menores en una residencia de lujo a cargo del presupuesto para este tipo de sujetos, me parece una absoluta inversión de lo que debe ser un sistema penitenciario.
No creo que sea muy difícil discernir entre menores condenados por delitos de “poca monta”, con menores declarados culpables por asesinato como el que le arrebató la vida a Sandra Palo. Lo que hace falta es voluntad; voluntad de ponerse en el lugar de María del Mar Bermudez y de su esposo para entender lo que significa perder a una hija de una manera tan cruel. Ustedes señores diputados, senadores, jueces y fiscales, no optaron por hacer justicia o arropar a los padres de aquella menor salvajemente asesinada; optaron por una posición incomprensible para el conjunto de la ciudadanía: Salvaguardar y proteger de una manera claramente desproporcionada, esa minoría de edad de su violador y asesino.
No quisiera despedirme sin dedicar un humilde reconocimiento; un reconocimiento de admiración y de respeto a los padres de Sandra, de Mariluz, de Marta, de Olga, de Toñi, Desiré y Miriam, y un largo etc. Permítanme que lo haga en nombre de todos los lectores de AD, con un abrazo fraternal y emotivo. Nuestro total apoyo a las familias, a quienes hemos acompañado siempre en el dolor y en el recuerdo.
Es una gran espina, además de otros casos similares donde sus familias han padecido o sufrido enormemente —- y continúan padeciendo —-, por diversos factores que rozan la incomprensión más absoluta, desde un punto de vista humano, solidario y por supuesto democrático. Sé perfectamente como funcionan los centros de Reforma, también llamados de forma coloquial como —- Refor —-, y también conozco los mecanismos de la justicia para los individuos que la habitan —- personal laboral, auxiliar, e interesados por la justicia —-, por lo que tengo hace muchos años ya formulada mí percepción de las cosas, donde para mí… Leer más »
No sé de dónde saca esa madre las fuerzas para levantarse todas las mañanas sin que se le cruce los cables, en este país no hay justicia, se protege mas al delincuente que a la victima, no estoy de acuerdo con la pena de muerte por eso de las equivocaciones pero este caso está mas claro que el agua. María del Mar te doy todo mi apoyo, no estas sola, hay muchas personas que están contigo, aunque los políticos te hayan dado la espalda el pueblo no.
Estuve viendo la Ratonera ese jueves hasta que tuve que apagar el procesador, porque me entro una rabia e impotencia al oir habla a la madre de la niña asesinada, violada y atropellada para despues ser quemada viva, que era superior a mis fuerzas humanas, cómo habra sujetos de esta indole en la calle y sin condenar a cadena perpetua.
Un comentario muy humano y real cómo la vida misma.
Soberbio, valiente, claro y contundente como siempre. Nunca había leído algo tan preciso y diáfano para explicar el horror que nos ha traido “la casta” y su sistema de “libertaje”, pues no más que un secedáneo de la verdadera libertad. Como lectores de AD, gracias señor Román por su gran humanidad, y por incluirnos tanto a mi como a mi familia en esa misiva tan llena de significado. Nos sumamos al dolor y al recuerdo de Sandra Palo, y al PARTIDO POR LA LIBERTAD desde donde van a seguir luchando sus padres. Gracias Armando Robles por traer a tu programa… Leer más »