LT.- Contrariamente a los bienpensantes, los políticos y los hombres de Iglesia, unidos en su cobardía, el Padre Henri Boulad habla con voz valiente. Estamos tan acostumbrados a oir las banalidades consensuadas y políticamente correctas acerca del islam que escuchamos al P. Boulad sorprendidos y al mismo tiempo encantados. El coraje y la franqueza del P. Boulad se elevan frente a la vergüenza que cubre todos aquellos que gastan sus energías en maquillar la realidad en nombre del respeto a las culturas y la diversidad, como si el respeto no consistiera en decir la verdad y en exigirla en los demás. (Ver video).

Las palabras verdaderas del P. Boulad son como un ariete que percute las murallas de la negación y de la ceguera voluntaria. Nuestras élites y nuestros gobiernos se tapan los ojos y se niegan a reconocer el peligro, atrapados en sus intereses económicos y sus cálculos electoralistas. Para los doctrinarios y los aristócratas de la izquierda es más bien el deseo más o menos consciente de sucumbir a la tentación totalitaria sometiéndose a la barbarie. Ganaríamos todos en ver el islam con los ojos del P. Boulad, no el supuesto “islam de las Luces”, muerto y enterrado hace ya más de 8 siglos, sino el islam oscurantista de hoy, cuyo ideal es el regreso al siglo VII y al desierto estéril. Como defensor de la libertad y la dignidad, el P. Boulad nos habla sin rodeos para recordarnos que estas están en peligro, no únicamente en Egipto sino también en Occidente, donde pensamos estar seguros de no perderlas. Para él, es a través de las Ideas como puede cambiar el mundo: el Espiritu será más fuerte que la Espada de la tiranía islámica y la esperanza será más fuerte que el pesimismo.

“A largo plazo, muy largo plazo, soy optimista. Porque no se va contra el Espíritu y la naturaleza humana indefinidamente, es imposible. Hay algo en el hombre que es irreductibles y es la libertad, la dignidad y la verdad. Mi optimismo no es un optimismo bobo que cree que todo va bien, no hay ningún problema, todo va a cambiar, no pasa nada… No, en lo inmediato nada va a cambiar, todo va a ir a peor”.

“Occidente no ha tomado conciencia de la verdadera medida de su fuerza (de los islamistas), de su determinación , de su poder, de su organización. Son irreductibles, nunca harán marcha atrás, nunca cederán en nada. Quieren el mundo y lo tendrán mientras Occidente siga con su política de la avestruz, que es la suya hasta ahora. Occidente no quiere entender, no entiende, no quiere entender. Occidente rechaza el discurso que yo tengo. Me tacha de racista, de islamófobo, de intolerante…, ya conozco el estribillo. Pues que siga así como hasta ahora, que siga así. Los primeros en ser lúcidos son los propios musulmanes que siguen llamando a las puertas de Occidente para advertirnos contra los islamistas. No se trata sólo de un conflicto entre el islam y Occidente entre islam y cristiandad, sino también un conflicto interno en el islam”.

“En cuanto a los cristianos de Egipto, si seguimos en esa línea no quedará nada de ellos dentro de algunos años”. Desde el triunfo de la “revolución egipcia” los cristianos coptos han sufrido una cantidad importante de ataques que han sembrado la consternación y la angustia.

“Al final de su vida Napoleón dijo que dos fuerzas se disputan el trono del mundo: el Espíritu y la Espada. Pero la más poderosa es el Espíritu. Napoleón, que toda su vida manejó la Espada, vió que por encima de la fuerza de las armas y los ejércitos había algo superior y mas poderoso: el Espíritu. Mi optimismo es un pesimismo superado”.