Carta abierta y pública a Lola Trigoso
Estimada Lola Trigoso: Hace unos días, gente que aprecia “mi lucha”, que me sigue, me ha advertido de que el periódico “Hoy” de Extremadura te ha hecho una entrevista que fue publicada el domingo, 25 de enero del presente año, en la que me aludes, no precisamente para elogiarme, o piropearme. Aunque no mencionas mi nombre, cualquiera que me haya visto semanas atrás cuando acudí al programa que tú presentas, sabe perfectamente que te referías a mí.
En principio no le di excesiva importancia, y pensé que mejor no hacer nada, pero, transcurridos los días, y particularmente tras haber seguido acudiendo a mí gente pidiendo ayuda y asesoramiento, por motivos como los que saqué a colación la última vez que me invitaste al programa “xporlatarde”, he decidido replicarte.
Afirmabas en tu entrevista que ha habido un momento en uno de tus programas que “te ha dolido” porque ha habido un “colaborador” que banalizó sobre un tema “tan serio” como la violencia contra las mujeres… Y añades que tuviste “palabras muy duras” con él, o sea, conmigo.
Según los diversos diccionarios de la lengua española, “banalizar”significa quitarle importancia a algo, considerarlo poco importante, insignificante, y que no debería preocupar –u ocupar- demasiado o nada a la gente… También, banalizar significa tomarse con sarcasmo, a broma, frivolizar, o incluso hablar de ello de manera irrespetuosa, acerca de algo que para otros es demasiado importante, o doloroso.
Igualmente, afirmas en la entrevista que, el motivo de tu enfado, de tu “dolor” se debió a que yo dije que la actual legislación – ley de violencia de género- “da alas a las mujeres para utilizar las denuncias como arma en un divorcio”. Y preguntas ¿Nos hemos vuelto locos o qué? Y continúas diciendo: “No todo vale para defender tu postura, y menos cuando lo haces en un medio de comunicación. Estas cosas me irritan muchísimo”.
Bien, pues vayamos por partes:
Primero de todo, en el programa de hace varias semanas, al que haces referencia en la entrevista que te hizo el periódico “hoy”, tú me preguntaste entre otras muchas cosas, por qué motivos acuden a la Asociación de Padres y Madres Separados de Extremadura, los hombres y mujeres que se nos acercan.
Yo te respondí que la gente que nos pide ayuda y asesoramiento, suele hacerlo porque está en proceso de divorcio y tiene dificultades para lograr un acuerdo respecto de la guarda y custodia de los hijos, o sobre la liquidación del régimen económico de gananciales, y que nosotros solemos mediar cuando es posible, y también conté que acuden a la asociación muchos papás que tienen problemas para ver a sus hijos, dado que algunas madres no respetan el régimen de comunicación y estancias establecido en la sentencia de divorcio… y entonces, ¡Nombré la bicha! También mencioné que cada vez es mayor el número de hombres, varones, que acuden a la asociación quejándose de que sus ex mujeres los han denunciado falsamente por malos tratos, para conseguir ventajas procesales.
¡Y, se armó la “marimorena”!
Se te notó especialmente incomoda, ya que Carlos Caldito tuvo la osadía de nombrar el asunto tabú por excelencia, el asunto prohibido –según parece- en los medios de información, tales como Canal Extremadura TV. Me prohibiste seguir hablando del asunto, e incluso hiciste alusión a algo así como que, yo estaba hablando desde el dolor que me ha causado mi divorcio, y las dificultades que yo he tenido para poder comunicarme y relacionarme con mi hija.
Yo te contesté que tú me habías pedido que contara cuáles son los motivos que hacen dirigirse a la gente a la Asociación que presido, y que “eso” estaba haciendo.
A los pocos minutos, tal vez segundos, diste por terminada la “tertulia”.
“Casualmente”, lo que yo acababa de mencionar supuso un reto para quienes habían participado en la tertulia, y eso supuso que –fuera de cámara- un par de periodistas y la socióloga que había intervenido en la tertulia continuaran conversando conmigo, cerca de una hora.
Quienes permanecieron conversando conmigo, se quedaron perplejos, absolutamente sorprendidos de la información que les iba facilitando, y me manifestaron su profunda, enorme ignorancia acerca del asunto… y en algún que otro momento se sintieron interesados, incitados a retomar la cuestión frente a las cámaras y los micrófonos… Yo los reté, a la vez que les advertía de que no se lo iban a permitir, a que cuando gustaran podíamos retomar el asunto, que por mí, encantado.
Lola, hablas de “frivolizar”, nada más lejos de mis intenciones. Para mí la violencia de la que son víctimas –con o sin resultado de muerte- las mujeres, como también lo son los niños, las niñas, los ancianos, las ancianas, y también los hombres, varones –que haberlos, también los hay-, no es ninguna frivolidad, todo lo contrario. Me preocupa, y me ocupa, y por supuesto, me gustaría que se tomaran medidas eficaces para erradicar la violencia intrafamiliar, sea cual sea el sexo de la víctima, sea cual sea el sexo de la persona causante de la violencia. Pero, y he ahí la cuestión, como cualquier persona “decente” considero que todas las víctimas son igualmente importantes, y merecedoras de protección ¿O acaso hay víctimas y “víctimas”, dependiendo del sexo del victimario o de la víctima?
Por supuesto que la violencia que sufren algunas mujeres (y también en la que las víctimas son hombres, niños, niñas, ancianos, ancianas) no es para mí ningún chiste, algo que haya que tomarse a broma. ¡Faltaría más!
Pero, el que haya gente que sufre alguna forma de maltrato, no justifica de ningún modo que se creen leyes que permitan, alienten, la denuncia falsa por parte de las mujeres inmersas en procesos de divorcio contra sus esposos; que por más que a ti y a algunas más personas os moleste que se sepa, son una realidad mucho más frecuente de lo que tú te imaginas.
Permíteme que te diga, que tal como hace mucha, demasiada gente, con tus comentarios sobre mí, lo único que demuestras es que desconoces el contenido de la denominada “ley de violencia de género”. Demuestras que no la has leído, pues si lo hubieras hecho, sabrías que la perversa ley (que, insisto, no fue diseñada para proteger a las mujeres en situación de riesgo –real- de sufrir violencia, sino para asegurar a las mujeres el completo éxito en los pleitos de divorcio, por la custodia de los hijos y por la liquidación del régimen económico de gananciales) parte de la premisa de que los hombres, varones, somos los únicos responsables de todos los males de este mundo, presentes, pretéritos y por venir; y por supuesto, los únicos responsables de las rupturas de pareja. Según la versión del feminismo de género, que inspira todo el articulado de la perversa ley, cualquier relación que establezca un hombre con una mujer, siempre es de “dominación”, intrínsecamente violenta, y casi concluye que cualquier relación sexual entre una mujer y un hombre ha de equipararse a una violación.
Es por ello que la “ley de violencia de género” afirma con absoluta rotundidad que los hombres son culpables –no se sabe bien de “qué”- mientras no logren demostrar lo contrario, y que las mujeres son unas benditas pacifistas, poco menos que seguidoras de Mahatma Gandhi, que tienden a resolver sus diferencias de forma cordial, dialogando, ya que la violencia, como el coñac Soberano, es cosa exclusiva de hombres; y ni que decir tiene que son madres y esposas abnegadas, y no se debe dudar de su “bonhomía” -afabilidad, sencillez, bondad y honradez en el carácter y en el comportamiento; según el DRAE- bajo ningún concepto.
Y como resultado de semejantes lindezas, la mencionada ley ha creado tribunales de excepción (a pesar de estar prohibidos por la Constitución Española de 1978) en los que se juzga exclusivamente a los hombres, y en los que se les condena, generalmente con la versión de la mujer supuestamente maltratada, como única prueba, de forma más severa que cuando una mujer incurre en el mismo ilícito penal. Por supuesto, todo ello ha sido “bendecido” y avalado por el Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo, para recochineo.
Amiga Lola Trigoso, ahí no queda la cosa: más del 15 por ciento de la población reclusa española sufre privación de libertad por causa de la mencionada ley; y más aún: la mayoría son hombres que han acabado firmando una “sentencia de conformidad” tras haber sufrido coacciones y amenazas de toda clase, por parte del fiscal de turno, y del abogado del “turno de oficio de género”, lo cual no es difícil de entender si el hombre/víctima ha pasado previamente, el fin de semana completo en el calabozo de la Guardia Civil o de la Policía Nacional, tras una denuncia falsa, y ha sido advertido que da lo mismo lo que diga, que ya está anticipadamente condenado, y que no será escuchado, y que, diga lo que diga se le impondrá una orden de alejamiento, de sus hijos, de su casa.
Amiga Lola Trigoso, la “ley de violencia de género” ha supuesto que desde que se aprobó, hace una década, hayan sido procesados más de millón y medio -1.500.000- de hombres, generalmente debido a denuncias de sus mujeres, esposas, novias… por cuestiones de lo más pintoresco, pues (y tú supongo que también lo ignoras, pues no te has leído la perversa ley) cualquier cosa es motivo de ser considerada “violencia de género”, empezando por una simple discusión, continuando con improperios, insultos, groserías… ¡hasta una ventosidad, según la jurisprudencia, es “violencia de género” cuando es expelida por un hombre!
Todo es susceptible de ser calificado de “violencia de género”: cualquier actitud es considerada “controladora” si es por parte de un hombre, cualquier cosa es “violencia psicológica” (que no es la que ejercen los psicólogos sobre sus pacientes…) cualquier actitud que provenga de un hombre es susceptible de calificarse como vejación… No hace falta que haya contacto físico, no hace falta que haya zarandeo, o empujones (la ley da por sentado que esas acciones solamente pueden ser originadas por hombres, nunca por mujeres) o que alguien aporree a su esposa, o novia, o compañera… Es innecesario, pues basta con que la mujer supuestamente maltrata (que siempre considerará que dice la verdad) diga que ha sido amenazada, sea directamente, o por teléfono, o por e-mail, o cualquier otro medio, para que al supuesto maltratador se le endilgue la “presunción de culpabilidad”.
Otra cosa, amiga Lola Trigoso: las órdenes de alejamiento no son “recíprocas”, lo cual implica que cualquier hombre que tenga prohibido acercarse a su supuesta víctima, tendrá que estar permanentemente ojo avizor, no sea que la supuesta maltratada se le acerque, y acabe entre rejas, por “quebrantamiento de condena”. Pero, ni siquiera eso es necesario; basta con que la mujer supuestamente maltratada llame a la Policía o a la Guardia Civil y denuncie que su supuesto maltratador se ha puesto en contacto con ella por algún procedimiento, o que estaba merodeando cerca… o que diga que le ha enviado un ramo de flores por San Valentín (sí, también ha habido algún estúpido que lo ha hecho, y ha acabado pasando el día en la cárcel).
Amiga Lola Trigoso, “estas” y muchas más son las secuelas de la legislación “de género” que tú, y muchas más personas alabáis, y de la que habláis sin tener ni pajolera idea, dando por supuesto que es necesaria, imprescindible, y que se aprobó con el noble objetivo de proteger a las mujeres en situación de riesgo, pero la realidad es muy otra. La legislación de la que vengo hablando es un perfecto pretexto para despilfarrar dinero del contribuyente, pues no soluciona ningún problema de los que supuestamente pretendía resolver, y por el contrario, genera problemas mayores… La ley de violencia de género no ha impedido que siga habiendo mujeres que sufren violencia, con o sin resultado de muerte; tal es así que el número de mujeres muertas anualmente sigue siendo similar a los años anteriores a su aprobación y entrada en vigor.
Amiga Lola Trigoso: En España –afortunadamente- el número de personas adultas muertas por disputas conyugales es uno de los más bajos de la Unión Europea (somos generalmente los últimos de la fila) y de cada 100 adultos muertos, alrededor de cuarenta -40- son hombres, de los cuales no se habla en los mass media; como tampoco se habla de los infanticidios y de los “ancianicidios”, y ¿sabes por qué? Pues por la sencilla razón de que quienes causan tales homicidios son mujeres.
Ni que decir tiene que en un país con casi 47 millones de habitantes, decir que la muerte de alrededor de 60 mujeres anuales es una tremenda lacra, de magnitud equiparable al terrorismo, es una absoluta exageración; si tenemos en cuenta los múltiples motivos por los que mueren otras personas a lo largo del año, que según tengo entendido, salvo los bisiestos, suelen tener 365 días. Claro que todo ello es un perfecto pretexto para haber creado un enorme tinglado, una verdadera “industria” de la cual parasitan miles de personas, supuestamente dedicadas a “asuntos de igualdad y género”, más de 100.000 mujeres “liberadas” en los múltiples ámbitos de la Administración del Estado.
Amiga Lola Trigoso, todo lo que te indico, no son opiniones y por tanto “subjetivas”, son datos oficiales, que se están ocultando a la opinión pública por parte de los medios, como la empresa para la que tú trabajas.
¿Sabías que en España mueren por suicidio alrededor de un millar de hombres anualmente, todos ellos inmersos en procesos de divorcio, o por impedírseles ver a sus hijos, y no poder seguir ejerciendo de padres, o por verse expulsados de su trabajo, etc?
Pues, cuando quieras, ante las cámaras y los micrófonos de Canal Extremadura TV, en el programa “xlatarde” podemos continuar debatiendo sobre el asunto, pues el tema da para mucho más que esta carta pública.
Atentamente.
Plenamente de acuerdo con todo lo que se recoge en el artículo, y evidentemente con toda la información muy detallada de Juan Fernandez, a.k.a. “El Replicante Protestante”. Es más que evidente, que ésta Ley perversa y degenerada se hizo para la destrucción del hombre, evitando ejercer libremente y por derecho natural el rol junto al rol que también desempeña la mujer, tanto en matrimonio, pareja…..etc. Es perversa y degenerada porque se ataca directa y exclusivamente al hombre plenamente desprotegido, y así incidir directamente en la destrucción de la familia que, es el pilar fundamental de los valores, cultura, religión e… Leer más »
Exactamente Don Jorge,no hay que centrarse en una rama,hay que sacar el arbol entero de raiz .
muy bien documentado y explicado , supera eso ZORRA
Mensaje abierto y publico a Lola Trigoso. Usted es una zorra, pues en su astucia elige defender todo el chiringuito fraudulento de las denuncias falsas en los procesos de divorcio, a sabiendas de que existe y de que esta empujando al suicidio a muchos cientos de hombres anualmente, como bien apunta el autor de este articulo-carta. Usted ademas de una zorra es una malvada que ha intentado hundir la moral a este buen hombre, “acusandole” de ser poco menos que un “divorciado resentido”. Pues bien, yo soy soltero sin hijos y jamas he maltratado a ninguna pareja mia ni he… Leer más »