El pasado jueves asistimos a un programa de la “La Ratonera” excepcionalmente diferente, centrado en su totalidad en la figura de un tipo llamado Lluís Gonzaga Valls Bernaus, que hace unos días reconoció ser el autor de un blog de internet y que hasta hace solo unos días era un blog anónimo donde hacía un seguimiento casi a diario de este medio de comunicación y sus colaboradores.

La crítica o incluso la ironía ante aquellos que piensan diferente a ti es algo justo y conforme a la ley. Pero cuando esa crítica pasa los límites que te marca la educación y las buenas costumbres entonces el tema se convierte en algo incómodo para muchas personas, ofensivo e incluso puede acarrear problemas emocionales en las personas objeto de la burla .Todos dentro de una discusión acalorada podemos cometer errores. Pero cuando la difamación es claramente reiterada y continuada en el tiempo entonces la cosa cambia por completo. Estamos hablando de una fijación enfermiza y pura y llanamente un acoso emocional continuo desde el anonimato.

He tenido la oportunidad de descubrir ese blog y en él he encontrado afirmaciones notoriamente difamatorias contra colaboradores de este medio. Afirmaciones sin sentido y sin base real lanzadas públicamente con el único objetivo de humillar y ridiculizar a sus víctimas. Estas actitudes son la consecuencia de la sociedad en la que vivimos. Una sociedad en la que todos aquellos que no están con lo políticamente correcto, sufren el linchamiento no solo ya en internet, si no también en sus casas, dentro de sus familias o en sus trabajos. Todos aquellos que no comulgan con esta sociedad dictada por la élite ápatrida que nos domina son objeto de todo tipo de insultos e improperios. Y esa libertad para linchar al disidente e incluso encarcelarlo por atreverse a pensar diferente, esta muy implantada en nuestra sociedad actual vacía de valores y de ningún tipo de transcendencia espiritual.

Esa libertad de “linchamiento moral al facha, al retrogrado, al carca” es aceptada en esta sociedad enferma de valores como algo natural y lógico, de ahí actitudes como las de este sujeto, Lluís Gonzaga Valls Bernaus. Están tan acostumbrados a “poner a parir al disidente”, que cuando se dan cuenta que las personas a las que difaman los tienen muy bien puestos y son capaces de defender su honor con todas las consecuencias, ya es demasiado tarde para arrepentimientos. Como alguien una vez dijo uno es amo de lo que calla y esclavo de lo que dice. El respeto al supuesto enemigo ideológico debe prevalecer, todos somos personas y todos tenemos nuestras virtudes, defectos y sentimientos.

Te hago una pregunta, Lluís Gonzaga Valls Bernaus: ¿Cómo te sentirías si durante dos años, día sí y día también, alguien te difamara diaria y sistemáticamente por internet? ¿Cómo te sentirías? ¿Te gustaría? Claro que no. Respeto, crítica sí, pero nunca vejando a los demás con el insulto y con la mentira. ¡Basta ya de linchamientos en internet!.

*Economista