Carta de José Utrera Molina al general Juan María de Peñaranda
Mi general: Utilizo este término porque fue siempre habitual en mi vida de civil y en mi breve estancia en el ejército. He leído sus declaraciones en ABC y me voy a permitir hacerle algunas respetuosas consideraciones:
En primer término, la referencia a Franco en relación con Carrero me parece inadecuada, pero en lo que no puedo estar en absoluto de acuerdo es que fuera el régimen y la corrupción los que terminaran con el Estado del 18 de julio.
Podría citarle numerosos y escalofriantes testimonios de limpieza moral en muchísimos de los que sirvieron al régimen instaurado por Franco. Concretamente yo, que tuve relación con 368 alcaldes, puedo decirle que jamás se dio el menor signo de corrupción y eso es ya una cifra muy significativa. Ignoro si en otros sectores más elevados de la vida española, pudieron producirse hechos calificados como denigrantes. Yo al menos lo ignoro.
Y hay algo en lo que tengo que hacer una limpia consideración. Fui Ministro Secretario General del Movimiento. Le dije a Franco que no me encontraba en condiciones de afrontar la inmensa tarea como me correspondía como ministro. Franco con un gesto duro me dijo: “a Vd. le corresponde ese ministerio y creo que lo hará bien”. Bajo esas escuetas órdenes me dispuse a trabajar en una parcela delicada y combatida desde una parte relevante del propio gobierno y lo que sí puedo asegurarle totalmente, es que la Secretaría General impulsó y alentó las únicas reformas de fondo que podían suponer un rearme espiritual de la juventud española. Sin embargo, estas medidas se combatieron con dureza desde el propio consejo de ministros y más concretamente desde Presidencia del Gobierno, hasta el punto que para nombrar a Jesús Fueyo Presidente del Instituto de Estudios Políticos, tuve que aguardar nada más y nada menos que seis meses.
La Secretaría General con sus modestos medios intentó galvanizar a grupos minoritarios de la juventud española y puedo decirle que en algunos casos con frutos sorprendentes e inesperados. Lo que tenía la Secretaría General era un depósito espiritual de alientos, pero nos faltaban las pesetas para impulsar tan noble propósito y nos sobraban enemigos dentro del propio sistema. Podría ponerle infinidad de ejemplos, pero al sentirme aludido como Secretario General, le escribo que la tarea de impulsar espiritualmente la vida de España a través de la Secretaría General, que según Vd. no hizo nada, llenó por completo un espacio de mi vida que tirios y troyanos coincidieron como heroicamente ejemplar, en medio de un gobierno que no creía en modo alguno en la pervivencia de sus estructuras políticas. Yo sí creía que con las medidas de renovación y modernidad que habíamos señalado en un plan muy profundo, podríamos cambiar el rumbo ideológico y político de un régimen al que yo dediqué mis mejores afanes. No fue así, pero tampoco puedo silenciar la casi heroica tarea de unos hombres que por amor a España gastaron su vida en ese inútil empeño.
Considere este desahogo mío no como una justificación de mi tarea, sino como una realidad vivida y que confirmo cuando he cumplido 88 años, que sigo fiel a mis ideales y a mis compromisos.
Perdone, mi general la extensión de esta carta, pero tengo la obligación moral de defender lo indefendible ignorando la cantidad de innumerables trabas y la oposición que tuve entre la mayoría de mis compañeros de gobierno. El Régimen estaba ya perdido, pero no lo fue ni por la corrupción ni por los ataques frontales. Los primeros los desconozco y los ataques frontales impulsados por el Partido Comunista no pudieron abatir el ánimo y la voluntad de los que creíamos en España.
Disculpe, mi general, estas consideraciones mías. Las hago respetuosamente porque creo que es mi deber salir al paso de interpretaciones equívocas en relación con la realidad española de aquel tiempo. No es mi propósito incomodarle con mis líneas, pero sí mi voluntad de clarificación de determinados aspectos que considero fundamentales.
Con mi respetuoso y cordial saludo, le abraza su buen amigo,
Fdo.: José Utrera Molina
P.D.: Cuando el Presidente del Gobierno llevó mi cese al Jefe del Estado, Franco le dijo: ¿Y por qué, si lo está haciendo bien? Arias calló y salió adelante mi destitución. Meses más tarde, Arias Navarro me confesó que Franco había mostrado siempre su disposición contraria a mi cese.
Demasiado respeto gasta usted en alguien que se lo escatima. Me fío más de su palabra, don José. Las afirmaciones de Peñaranda no aportan fundamento y son contradictorias, incluso frívolas. Declaraciones de Peñaranda: «había una serie de sectores que estaban en una vía progresiva de enfrentamiento con el régimen de Franco». «¿Que si lo llegaron a poner en peligro?, no», niega rotundo. «La verdad es que en aquellos años lo que estaba poniendo en peligro el régimen era el propio régimen. La Secretaría General del Movimiento, que tenía que impulsar el espíritu nacional en los jóvenes, no lo hacía. Y… Leer más »
Interesantísimo y esclarecedora toda la misiva.
Ejercito expañol= panda de funcionarios mercenarios de la OTAN y los intereses del anglosionismo.
Si eres idiota, pierde tu tiempo en ir a ver a esa panda el día de la fuerzas armadas como hace mucho patriotero pepero ignorante, esos mismos ignorantes que aún piensan que el PP es algo así como el heredero del Movimiento Nacional cuando lo único que es es una mafia progre más.
Gentuza como usted es la que provocó la guerra civil. ¿Quieren otra? La perderán de nuevo.
Los insultos que proceden de un hijo de puta no los tengo en cuenta.
Pero mira que sois tontos los peperos y patrioteros. ¿Que los míos provocaron la guerra civil? Si yo me tengo que sentir identificado con una facción de los que combatieron la guerra civil, es con la Falange y algo con el Carlismo Sois tan simplones, ignorantes y alienados, que cualquiera que critique a vuestro ejército antinacional y a vuestro puto PP es ya”rojo”…Madre mía qué cabezas huecas. Sois lo más acrítico y simplón del país, mucho más que los tolays pijoflautas de Podemos. Sea usted crítico y déjese de patriotismos, hombre. Su querido ejército español ya sólo es una panda… Leer más »
déjese de patrioterismos(el patrioterismo es el patriotismo degenerado y adulterado. Un patriotismo de cartón piedra)
Pero de donde sale este venao.
LLeva toda la razon el sr,que opina eso del actual ejercito,no cumplen ningun deber juramentado.
Que pasa,que la verdad ofende,pues se aguanta,que se ve en el espejo real,pues no se mire.
Ademas,un respeto,que Vd.se debe al pueblo español,que es quien le mantiene y viste,y a quien debe servir,y no a sus mandos jerarquicos,ministros de turno,ni Gobiernos de turno.
Sr. Utrera: ¿me puede ilustrar sobre lo que ha dicho el general Peñaranda? ¿O a donde puedo dirigirme para informarme?
Gracias y un saludo. Yo también escribo en AD.
José A. Cepas.
He aquí el enlace:
http://www.abc.es/espana/20150217/abci-penaranda-regimen-corrupcion-201502161225.html
http://www.abc.es/espana/20150217/abci-penaranda-regimen-corrupcion-201502161225.html