La mafia catalana
Los cientos, quizá miles, de casos que se van descubriendo en Cataluña nos dejan sabor a mafia. Sí, pura mafia. Parece que durante décadas, décadas del pujolismo, en Cataluña ha imperado, y quizá sigue imperando, un estado mafioso que todo lo controla. Negocios, comisiones, gobiernos autonómicos, municipales, periódicos, revistas, televisiones y hasta editoriales de libros. Porque ahora que Pujol se ha quitado la careta, estamos sabiendo, estamos leyendo, muchas de esas prácticas mafiosas realizadas por un poder omnímodo que todo lo controla.
Ya sabíamos, no se oculta, que desde el gobierno de la Generalitat todos los periódicos catalanes, todos, recibían abultadas subvenciones para favorecer el independentismo frente a Madrid. Todos conocemos que en Cataluña las televisiones, todas, están al servicio del gobierno de Mas, antes de Pujol. Lo que no imaginábamos es que también las editoriales de libros no se atrevían a publicar novelas sobre la realidad del caso Pujol, por ejemplo.
Lo hemos descubierto hace apenas dos días en la presentación del libro Clave K, de Margarita Rivière, esa pedazo de periodista que falleció el domingo. La novela relata el affaire de Jordi Pujol, bajo otro nombre ficticio, desde su paso por Banca Catalana hasta los noventa. Fue precisamente hace 25 años, un cuarto de siglo, que la novela no se pudo publicar porque las editoriales no se atrevían. Pura mafia catalana. ¿Más claro?, ¿Más evidente?
Si, lectores. Cataluña es una isla, un país, pegado a Andorra, donde las presiones, las amenazas, las comisiones, y las prácticas mafiosas son el pan de cada día. Y me temo que sus habitantes, los catalanes, como en Sicilia, no se atreven a denunciar. Por miedo, o por cobardía. Que ambas actitudes pueden ir paralelas, y que con la complicidad de los sucesivos gobiernos de Madrid se ha permitido, durante muchas décadas, demasiadas. Y quizá se sigue permitiendo.
Siempre hemos sabido del tres por ciento. Siempre hemos sabido que el caso Banca Catalana se cerró en falso. Siempre hemos sabido que los medios informativos catalanes, como los andaluces, estaban subvencionados, comprados. Siempre hemos sabido que los Pujol eran unos sinvergüenzas…
Pues va siendo hora de que le pongamos nombres y apellidos reales al libro de la periodista Margarita Rivière. Va siendo hora de que se escriba la verdad de la mafia que gobierna Cataluña en todos los periódicos, también los catalanes… Va siendo hora de que alguien deje de proteger actitudes mafiosas como las que durante décadas se viven en Cataluña.
Alguien ha pensado alguna vez otra cosa?
En Italia y en las películas americanas se les ha llamado siempre “Capos” de las “Familias” en lo que se desenvuelve toda la porquería mafiosa.
Ahora y en España se les llama “Políticos” a todos estos que “mandan”.
El trabajo es el mismo, robar, traficar y enriquecerse.
Eso se iría solucionando si la gente dejase de votar a CIU. Pero En Catalunya hay muchísimos votantes sin personalidad, que aún sabiendo que les engañan, siguen votando a la mafia de Pujol y Más. Es como la gente que, sabiendo que el tabaco mata, no puede vivir sin él.
En España, se habla infinitamente más de los defectos de Cataluña que de todos los demás porque al “distinta”, ser una minoría en muchos sentidos y no poderse valer, como el País Vasco, ed su gestión eonómica, recibe por todos lados y atodos niveles. Eso hace al catalán cada vez más distinto y más distante de España. De lo que hay que hablar es de los cazurros que la culpan de ser lo que es siendo ellos mismos el mayor alimento de esa diferencia.
así revientes cabrón
Cataluña y Vascongadas se diferencian del resto de las autonomías españolas por una circunstancia fundamental e intolerable: el miedo que sufre la mayor parte de la población. Tú estás acostumbrado a tolerar los escándalos del gobierno catalán porque tu sentido crítico está reducido a un solo objetivo que anula todo lo demás.