Los pactos de la muerte
El resultado de las elecciones del pasado 24 de mayo, marca un antes y un después en la política española. Se prevén nubes y chubascos intensos en ayuntamientos y gobiernos autónomos. Esto provocará la llegada de un frente muy activo asociado a una potente borrasca, que afectará principalmente a una monarquía parlamentaria que reina pero no gobierna.
Mariano Rajoy está acabado, consumido, agotado, gastado y destruido, pero, su partido también. Ahora ya no valen cambios, modificaciones o medidas de carácter urgente; eso antes. Dicen que ha sido la fuerza más votada, ¿y qué? El PP se asemeja más que nunca a una gaseosa destapada. Los casos de corrupción, el incumplimiento del programa electoral, la presión fiscal confiscatoria ejercida contra los sufridos contribuyentes, y la prepotencia de sus barones y baronesas creyéndose “los intocables”, ha calado en la ciudadanía en forma de desencanto, desengaño, desprecio y, porque no decirlo, repudio, rencor y ojeriza.
La victoria del PP en estas elecciones municipales y autonómicas no ha sido fruto de la reaparición de Aznar o la detención de Rato; la escuálida victoria del PP ha sido labor prioritaria del poder mediático al servicio de Soraya, cuyas cadenas de televisión y radio –salvo las afines a la ultraizquierda y la hispanofobia-, han estado todos los días los siete días de la semana -como en el caso de 13tv-, dando jabón al gobierno y atemorizando a los indecisos. Aun así, la abstención del 45% del electorado –aunque tampoco se diga-, pone de manifiesto el rechazo de casi la mitad de los electores a los políticos y al propio sistema.
Aznar y Rajoy han estado muchos años queriendo acaparar el centro político, eso sí, sin ninguna formación a su derecha, para lo cual, han utilizado el poder y los medios para la censura, el linchamiento, el silencio y la persecución, de toda persona o grupo que intentara colocarse en ese espacio del cual ellos abominan. Ellos saben que el centro no es una ideología ni una doctrina, es simplemente una postura. Para ser de centro es necesario que haya una derecha y una izquierda, y si no quieren a nadie a su derecha, es sencillamente porque temen que esa nueva formación ponga en evidencia la falta de lealtad de ellos para con los suyos.
Otro de los vapuleados en estos últimos comicios ha sido Pedro Sánchez, quien parece que no se ha enterado del batacazo sufrido; muy similar por cierto al que ha experimentado el defenestrado, odiado y maltrecho Rajoy. Prefiere no darse cuenta del desastre en el que continúa inmerso su grupo, desde que Zapatero pasó por allí desenterrando muertos y enfrentando de nuevo a los españoles, pero pasando por alto una corrupción socialista ya endémica, que ha dado lugar a sumarios y procesos que colapsan los juzgados.
Y con todo esto encima de la mesa, cuando lo oyes hablar de pactos, da la sensación de querer atribuirse como suyos los votos conseguidos por la extrema izquierda. Parece más contento Pedro Sánchez por el éxito de Podemos y sus marcas blancas, que aquellos que con todos los medios a su servicio han faenado sin descanso en los caladeros del PSOE e IU.
Esta intrepidez que muestra el líder socialista, pone de manifiesto su insensatez e ignorancia supina. Por supuesto que el PP se ha ganado a pulso ser barrido del mapa político para siempre, lo que no obsta, para pararse a pensar muy seriamente en las consecuencias que pueden derivarse de los pactos del PSOE con la izquierda más radical.
Recurrir a los radicales cuando el panorama no les favorece, es ya historia en la izquierda. Hace más de cuarenta años tuvo lugar en Paris una revolución estudiantil que estuvo a punto de acabar con el gobierno del general De Gaulle, quien para muchos franceses era un ídolo nacional. Participaron hasta grupos radicales de tendencia “maoísta”. Como denunció el ministro del Interior Raymond Marcellin, “había nacido un nuevo mercado, el de los jóvenes”. En un panfleto titulado: “Sigamos la lucha en las calles”, se decía además: “Las barricadas del Barrio Latino no son una diversión estudiantil para la defensa de los intereses estudiantiles; su auténtico sentido es ser el comienzo de una lucha directa contra el Estado burgués”.
“Dejémoslo en una lucha contra los “peperos”, puede pensar el señor Sánchez, pero, cuidado con jugar con radicales crecidos, adoctrinados y violentos, porque comienzan escribiendo y gritando: “El poder está en la calle, cojámoslo”, y acaban sentenciando: “La humanidad no será feliz hasta el día en que el último burócrata haya sido ahorcado con las tripas del último capitalista” (Comité de la Sorbona, 16 de Mayo de 1968).
El peligro señor Sánchez es muy grande, pues le pueden llegar a llamar burócrata al secretario general de un partido “socialdemócrata”, o incluso, a cualquier “estómago agradecido” acomodado como funcionario en alguna de esas autonomías políticas, donde se otorgan subvenciones millonarias a porrillo, cargos políticos a dedo, o se reparten las pensiones como los globos en una cabalgata.
Creo que lo has dejado claro, José Luis
Antonio, gracias por leerme. Un saludo cordial
Inclusive en el PSOE se olvidan de un detalle de “memoria historica” como les gusta decir, sobre la actuacion de la izquierda radical cuando toma el poder ( es decir lo que pasaria si el PSOE facilita estupidamente a Podemos las cosas); mi abuelo ya finado, quien era un adolescente en la epoca de la guerra civil y se acordaba perfectamente de los sufrimientos y horrores de la misma, me platicaba que aunque tanto franquistas com o los “rojos” eran temibles para la poblacion civil, los rojos eran aun peores y provocaban mayor horror entre la gente por su inestabilidad… Leer más »
En efecto, señor Román, España está ahora, más que nunca, en una situación peligrosísima. Y veo más irresponsables a los políticos actuales, y mucho más idiotas también, por supuetos, que a aquellos dirigentes de los años 30, mucho mejor preparados, pero muy politizados y tremendamente egoístas, sumergidos en aquel mundo o comunista o fascista. Que las cosas vayan muy mal no significa nunca, y en política menos, que solo por eso hayan de ir poco a poco mejor. Si no se actúa para que así ocurra, solo irán progresivamente a peor. Y es justo como estamos ahora aquí, vamos día… Leer más »
por supueSTo
Totalmente de acuerdo Sr. Ay. Y Felicidades al Sr. Román por su artículo. Estupendo como siempre.
Ay y José Alberto.
Muchas gracias por sus palabras tan llenas de significado.
Les envío un cordial saludo.
Un saludo a ambos articulistas de Alerta Digital, señores Román y Cepas.
Llegados a este punto, lo único que queda es poco, cada cual a su manera, es la misma historia de siempre que no es otra que la manipulación y como se maneja los no aciertos si no lo contrario del adversario , una democracia de no méritos, en el momento que no se controla la información ( que se ha perdido el control ) el manejo del redil está en manos de unos pastores al servicio del amo. El triunfo de la democracia está asegurado, gobierne quien gobierne pasará lo que deba pasar, el que sea más ilustrado habrá cuestiones… Leer más »
Cuando un artículo es redondo no se le puede añadir más.
Sinceramente, gracias.