Acuerdo en el Vaticano para que los divorciados que se vuelvan a casar puedan comulgar
El Vaticano ha constatado que existe un consenso en el seno de la Iglesia católica para que los divorciados vueltos a casar puedan comulgar, siempre que lleven a cabo una reflexión sobre su situación a través de “itinerarios de reconciliación o un camino penitencial y si el obispo correspondiente así lo determina en último término”. Así lo recoge ‘Instrumentum Laboris’, boceto que servirá de base para el debate de los padres sinodales durante la segunda sesión del Sínodo sobre la familia, que se celebrará a finales de año y que recoge las respuestas de diócesis de todo el mundo a preguntas remitidas por el papa Francisco sobre la familia.
De este modo, el texto recoge un “común acuerdo” entre los católicos para que los divorciados vueltos a casar recorran un “camino penitencial” -entendido como el acompañamiento por parte de un sacerdote que explicará a esas personas las consecuencias del divorcio y que les hará reflexionar sobre su estado- para poder acceder al sacramento de la Eucaristía, aunque al final la última palabra la tendrá el obispo. Así lo expone el documento, que precisa que este término se aplicaría “bajo la autoridad del obispo, para los fieles divorciados vueltos a casar por lo civil, que se encuentran en una situación de convivencia irreversible”.
El ‘Instrumentum Laboris’ es una síntesis de las respuestas que Conferencias Episcopales de todo el mundo, organizaciones católicas laicas y otras instituciones eclesiales han brindado al segundo cuestionario enviado por el Vaticano en diciembre para preparar la próxima fase de la Asamblea Sinodal de la Familia que tendrá lugar del 04 al 25 octubre 2015 bajo el título ‘La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y el mundo moderno’.
Atención pastoral a homosexuales
Sobre la atención pastoral a los homosexuales, los católicos proponen que haya un proyecto pastoral que extienda “una específica atención al acompañamiento de las familias en las que en las que vivan personas con tendencia homosexual y también sobre estas personas”. Asimismo, se subraya que toda persona independientemente de su orientación sexual debe ser “respetada en su dignidad y acogida con sensibilidad y delicadeza, ya sea en la Iglesia como en la sociedad”.
Este segundo documento sobre el que debatirán los padres sinodales está compuesto por el texto definitivo de ‘Relatio Synodi’, el anterior documento de trabajo saliente de la primera fase sinodal e integrado además por la síntesis de las respuestas, de las observaciones y de las contribuciones de estudio del nuevo cuestionario enviado.
Respecto a los fracasos matrimoniales, el Instrumentum Laboris señala que “tras la toma de conciencia de las propias responsabilidades” existe la necesidad de renovar “la confianza y la esperanza” y proclama que la Iglesia debe “pedir a los cónyuges separados y divorciados que se traten con respeto y misericordia, sobre todo por el bien de los hijos, para no procurarles ulteriores sufrimientos”. “Algunos piden que la Iglesia demuestre también una análoga actitud ante los que han roto la unión”, se explica.
Por otra parte, sobre los matrimonios mixtos con disparidad de culto entre sus miembros, el documento expone la necesidad de crear un “código de buena conducta para que ningún cónyuge sea un obstáculo al camino de fe del otro”. Otros consideran que los matrimonios mixtos sean considerados casos “de grave necesidad en los que sea posible que bautizados fuera de la plena comunión en la Iglesia, que compartan la fe sobre la Eucaristía, sean admitidos en la recepción de tal sacramento”.
En el apartado en el que se recogen las opiniones sobre familia, reproducción y educación se afirma que es necesario continuar divulgando documentos del Magisterio de la Iglesia “que promueven la cultura de la vida ante la difusión de la cultura de la muerte”.
Así, se propone que la pastoral familiar involucre a “especialistas católicos en materia biomédica en los cursos de preparación al matrimonio y en el acompañamiento de los cónyuges”. Además, se hace un llamamiento a que los políticos católicos promuevan “iniciativas legislativas adecuadas y responsables en relación a la promoción y defensa de la vida”.
El “drama del aborto”
Respecto al “drama aborto”, los católicos subrayan el carácter “sagrado e inviolable” de la vida humana y se promueve las iniciativas para ayudar a las madres. “Gracias a sus instituciones se ofrece ayudas a las embarazadas, a las madres jóvenes, asiste a los niños abandonados y acompaña a las que han sufrido abortos”, dice el documento.
Además, se insta a los que trabajan en el campo sanitario “la obligación moral de la objeción de conciencia”. Además, se advierte de la “invasiva presencia de los medios de comunicación en el interior de la esfera familiar, así como de la delegación a otros sujetos de este deber”.
El documento, articulado en tres partes que muestran la continuidad entre las dos Asambleas sobre la familia, está firmado por el Secretario General del Sínodo de Obispos, cardenal Lorenzo Baldisseri. La parte I titulada ‘La escucha a los desafíos sobre la familia’ refiere directamente al primer momento sinodal. La parte II se denomina ‘El discernimiento de la vocación familiar’ y la parte III, ‘La misión de la familia hoy’.
Cambio antropológico
Los católicos reconocen un “cambio antropológico” en la sociedad de hoy que se refleja en la minoría que suponen las personas que viven conforme a las enseñanzas de la Iglesia católica, en la disminución de matrimonios religiosos y en el aumento de divorcios.
Se señala, además, que en la familia inciden contradicciones culturales y sociales como una “cierta visión del feminismo que ve la maternidad como un pretexto para la esclavitud de la mujer o un obstáculo para su plena realización personal” o la “creciente tendencia a concebir la concepción de un hijo como un instrumento para realización personal que debe obtenerse con cualquier medio”.
Así se advierte de la tendencia a reconocer “a una pareja instituida independiente de la diferencia sexual la misma titularidad de la relación matrimonial intrínsecamente ligada al papel materno y paterno”.
Esta noticia dice falsedades: La Iglesia no va a cambiar la doctrina sobre el matrimonio, ni sobre la sodomía, 2º pecado que clama al cielo.
Es cierto que hay una corriente de pastores traidores y herejes que lo desean, pero NO es cierto que haya ningún acuerdo para tal modificación.
Al menos, de momento.
Exacto!
Dale tiempo a Francisco y si no lo matan sus propios amigos, veremos eso y más.
El confusionismo sobre el Sacramento del Matrimonio va a ser de película , y no digamos sobre la familia.
En cuanto a la desviación homosexual adquirida, podría llegar a ser considerada como un comportamiento que ya es patrimonio ya de la humanidad.
¡ Ay que risa , tía Felisa !
Un buen cristiano sabe que no puede pervertir el Evangelio, lo pervierta Paquirrín o su kipá a quien sirve. Fue Cristo quien dijo que lo que ha unido Dios no lo separe el hombre. Sólo en casos de prostitución está permitido. Le preguntaron esto ¿Y entonces por qué Moises daba acta de repudio (divorcio)? A lo que contestó Cristo: “Por que lo teníais acobardado” Hubo un arcangel que se creía más que Dios, llamado- de tan bello- Luzbel. ¿Sabeis que hace ahora? Es el príncipe del mundo: el demonio. También dijo Cristo: “Quien cambiara una sóla tilde (del Evangelio) y… Leer más »
Pues a mi me parece bien que con la debida precaución y con un adecuado seguimiento pastoral, definiendo bien cada caso, los católicos separados y vueltos a casar -que son muchísimos- puedan también volver a comulgar. Hay que aceptar que no somos perfectos sino que Dios nos ha creado falibles, y que por tanto y en la mayoría de los casos “los matrimonios rotos” ya llevan su propia penitencia en el hecho mismo de su separación. Para todos los casos de personas católicas de mi entorno, que están separadas o divorciadas y que quieren -y hasta ahora, no podían- recibir… Leer más »
Que cachondeo,se pasan la doctrina católica que tiene más de 1.500 años,por el arco del triunfo,con la tactica de “café para todos”, justo lo que que desea el maligno.
No cabe la menor duda de que el vaticano es parte de la gran ramera,el que diga lo contrario es igual que los que manejan esa cueva de herejes.