Tsipras ahora tiene el enemigo en casa
Legisladores griegos de izquierda reaccionaron ayer con furia a las concesiones ofrecidas por el gobierno de Alexis Tsipras en las negociaciones sobre su deuda soberana con los acreedores.
El vicepresidente del Parlamento, Alexis Mitropoulos, del partido gobernante Syriza, advirtió que la propuesta no tendría un proceso fácil de aprobación y enfrió el optimismo sobre un acuerdo para que Grecia no entre en default.
Los líderes europeos recibieron positivamente la nueva propuesta presupuestaria de Atenas -que prevé ajustes presupuestarios y suba de algunos impuestos- como base para un posible acuerdo que desbloquee la ayuda congelada y evite una suspensión de pagos, lo que conllevaría a una salida de Grecia de la eurozona.
Tsipras, que asumió el cargo en enero pasado con la promesa de revertir años de austeridad en un país golpeado por la recesión, debe conjugar el apoyo de todas las ramas políticas de Syriza y el de sus acreedores para que el compromiso se materialice.
Pero varios legisladores de Syriza expresaron su indignación por la oferta de Tsipras de elevar una serie de impuestos, además de subir las contribuciones a pensiones, medidas que amenazan con más dificultades económicas a los griegos después de años de austeridad.
“Creo que es difícil que vayamos a aprobar este programa”, dijo Mitropoulos a la cadena de televisión griega Mega TV. “El primer ministro debe informar primero a nuestro pueblo por qué fracasó en la negociación que terminó con este resultado (…) Creo que las medidas no se ajustan a los principios de la izquierda. Esto es masacre social. Ellos no pueden aceptarlo”, advirtió el vicepresidente del Parlamento.
Funcionarios de las tres instituciones que representan a los acreedores de Atenas -la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)- están analizando a fondo las propuestas griegas en Bruselas para determinar si las nuevas cifras permitirán que las finanzas públicas del país sean sostenibles.
Los acreedores podrían considerar que la oferta de Grecia no es suficiente y exigir más ajustes para alcanzar un acuerdo esta semana, según fuentes próximas a las negociaciones.
Si el Parlamento griego no respalda la última propuesta, Tsipras podría verse forzado a convocar elecciones anticipadas o a un referéndum, lo que prolongaría la incertidumbre en el país.
Atenas necesita con urgencia dinero para evitar el impago, la semana que viene, de un préstamo de 1600 millones al FMI. El nerviosismo sobre la situación de los bancos de Grecia llevaron a los ahorristas a retirar varios miles de millones de euros de sus cuentas en los últimos días.
Con Grecia al borde de la bancarrota, no está claro si los diputados podrían retirar su apoyo a Tsipras si lograra un trato con los socios europeos y el FMI. “Creo que el acuerdo será aprobado en el Parlamento y ratificará la mayoría con la que cuenta el gobierno”, dijo Dimitris Papadimoulis, legislador de Syriza en el Parlamento Europeo.
“No creo que los principales legisladores de Syriza quieran ser responsables de la caída de un gobierno de izquierda con apenas cinco meses en el poder y de un primer ministro que cuenta con un 70% de apoyo popular”, señaló Papadimoulis.
Que te vaya bien con la Usura Internacional Tsipras.