CCR.- La única empresa postora del aeropuerto de Ciudad Real, Tzaneen Internacional, ha ofrecido esta mañana 10.000 euros por la infraestructura solo en su apartado aeroportuario, sin contar con los terrenos de los alrededores.

El precio es inferior al 70% del valor de tasación impuesto por la administración concursal, lo que abre la posibilidad de que cualquier empresa pueda mejorar esta oferta en el plazo de 20 días hábiles, plazo que concluye el 15 de septiembre, al ser agosto inhábil.

Por lo tanto el aeropuerto sigue sin comprador y a menos que nadie oferte 28 millones de euros, el 70% del valor de tasación, cifrado en 40 millones, el aeropuerto quedaría en manos de Tzaneen, sin deudas, por la ridícula cifra de 10.000 euros, para recuperar su actividad. Hay que recordar que la infraestructura costó cerca de 450 millones de euros y que al cierre de su actividad e inicio de la administración concursal en 2013, la deuda superaba los 350 millones de euros.

Tzaneen International hizo constar durante el acto de subasta que el aeropuerto, en sus condiciones actuales, con licencias suspendidas, sin ingresos y con una significativa cantidad de gastos inevitables, “arroja un valor negativo conforme a todos los métodos”. Los 10.000 euros se han ofrecido al contado, y como cantidad que “se considera superior al valor activo real subastado”, dijo un representante de la compañía durante el acto.

Antes de escuchar esta oferta, la secretaria ha respondido a las alegaciones planteadas por CR Aeropuertos y Griffin Pegasus, que han intentado paralizar el proceso de subasta con varios escritos. Ambas alegaciones fueron rechazadas, al considerar que seguirán su curso judicial independientemente del desarrollo de la subasta, que se ha cerrado con esa única cifra de 10.000 euros.

Hay que recordar que la subasta se realizaba sin precio mínimo de salida, por lo que el precio de 10.000 euros es una cantidad legal, aunque desde la administración concursal se ha considerado como ínfima y señalaron que solo atienden un escenario en el que alguien oferte un mínimo 28 millones de euros, en ese plazo de 20 días que ahora se abre.

La subasta de hoy viene precedida por la polémica, ya que Tzaneen también era la única postora el pasado 19 de junio, cuando la subasta se paralizó a menos de 24 horas al considerarse desde el juzgado que se había incumplido el trámite de publicidad por cambiar las condiciones de compra del aeropuerto. La semana pasada, una decisión judicial garantizaba que la subasta se realizaría en los términos de un escrito del 10 de abril, infraestructura y terrenos por separado, lo que ha posibilitado que la decisión del juzgado se precipite y que el aeropuerto esté a punto de contar con nuevos dueños tras dos años cerrado y en proceso de subasta, bien por 10.000 euros o por los 28 millones esperados.

Tzanenn Internacional, hasta que se cumpla el plazo de 20 días hábiles en los que se podrían presentar nuevas ofertas, habría adquirido la explotación aeroportuaria, que incluye todos sus terrenos e inmuebles, entre ellos, la pista de aterrizaje, la plataforma de rodadura, los de terrenos incluidos en la zona aire, hangares o torre de control, entre otros.

Reacciones

“Una postura ridícula, insultante para este aeropuerto”. Son las palabras de Jesús Barroso, el abogado de CR Aeropuertos. Barroso afirmaba esta mañana al término de la subasta, que esperaba que se anule el proceso bien por vía judicial, a través de sus escritos o porque haya una empresa que pague los 28 millones de euros del 70% del valor de tasación. “Es la culminación de un despropósito que vaticinábamos hace bastantes semanas”, afirmó el abogado.

Por su parte, Francisco Pérez, uno de los administradores concursales, mostraba su preocupación por lo ocurrido y se mostraba confiado en que dentro de los 20 días, que se abren a partir de ahora, “cuaquier interesado” haga un  oferta “realista” por la infraestructura. El administrador contestaba a los argumentos de Tzaneen recordando que “claro que es una empresa con un valor negativo, era algo que se sabía de forma previa”, por lo que dice no entender las razones que le han llevado “a ejercer una postura que no es ni siquiera una postura”. “Cada uno es libre”, señalaó.

El futuro, argumenta el administrador, queda como “una cuestión judicial” y será el juzgado el que tendrá que valorar las siguientes cantidades que lleguen antes del 14 de septiembre. Señalaba además que no contemplan un plan para en caso de que la venta se sustancie por 10.000 euros. “Confíamos en que no se quedé así”, indicó.