Carta a Xavier García Albiol
Valiente posición la suya señor García Albiol, pero poco práctica y con cierto engaño por parte de su estado mayor. No sea usted ingenuo. Ser designado a dos meses de las elecciones autonómicas en Cataluña para decir en nombre del PP, lo que venimos diciendo en esta casa hace muchos años, es una clara estrategia de los asesores de Rajoy para esconder sus complejos, su cobardía y su traición, y no tener que ser ellos los que den la cara contra los secesionistas a los que un día se abrazaban. Le recuerdo que fue precisamente Aznar quien en 2002, ofertó una vicepresidencia y tres ministerios si CIU entraba en el Gobierno de España, pero el “honorable”, a esta bajada de pantalones contestó entre otras cosas lo siguiente: “Un ministro de CIU no podría hablar del gobierno de la Nación porque su nación es Cataluña”.
Solo lleva usted unas horas con su discurso todavía meloso, sobre lo que el pueblo está pidiendo que se haga con los inmigrantes que no quieren integrarse ni respetan ninguna religión que no sea la suya, y ya ha sido objeto de todo tipo de improperios y linchamientos por parte de la izquierda y sus medios afines. Por lo tanto, si la cosa sale bien, es una victoria del PP y de Rajoy. Pero si sale mal, usted se quema y cae derrotado, los asesores de Rajoy saldrán indemnes cargados de razón diciendo que ellos querían omitir ese discurso que consideran “xenófobo”, pero que lo dejaron actuar a usted porque en el partido hay democracia interna.
¿Por qué le digo todo esto? Pues porque usted ha sido el elegido por el PP, del mismo modo que en su día, lo fue Alfonso Guerra por el PSOE.
No se lo tome a mal, pero usted peca de pardillo. Todo lo que venga en nombre del PP a estas alturas de la película, no tiene credibilidad. A usted lo están utilizando y usted se presta a ello convencido de que lo que usted quiere para Cataluña es lo mismo que pretende Rajoy. Y se equivoca de cabo a rabo. Su cercanía a la clase más humilde de su pueblo, que sufre la inmigración en su propia carne, no la ha tenido la plana mayor de su partido en ningún pueblo en su puñetera vida. Los Aznar, Rajoy, Arenas, Alonso, Cospedal, y toda esta caterva de acomplejados y pertrechados en sus sillones, jamás han tenido valor para decir y exponer lo que usted está diciendo en nombre del pueblo llano y trabajador. Por lo tanto, ese pueblo lo creerá a usted, pero nunca al Partido Popular al que pertenece por considerarlo un partido copartícipe y colaborador necesario en la tarea de haber llevado a Cataluña a la grave situación en la que se encuentra ahora mismo.
Usted y su partido saben, que este fenómeno que se ha ido recrudeciendo a medida que han ido pasando los años, se ha debido lógicamente al envalentonamiento de las fuerzas políticas que no solamente han jugado insistentemente al independentismo -incluso con la inmigración musulmana-, sino que han tenido el poder político, cultural, económico y religioso, para hacer de ese independentismo lo que se ha dado en llamar el cáncer de España.
Usted y su partido saben, que el texto constitucional al que aluden, es a todas luces contradictorio al decir que el fundamento, la base, es la unidad indisoluble de España, para después mantener legalizados partidos políticos como ocurre en Cataluña, donde de una forma pública en las campañas electorales y fuera de ellas, se pide la independencia de ese territorio.
Usted y su partido saben, que se habla de nacionalidad en la Constitución para no hablar de nación, pero cuando se llega a la realidad viva en la que estamos inmersos, resulta que esa palabra, nacionalidad, se identifica y se convierte en nación. De ahí que los presidentes de la Generalidad de Cataluña Pujol y Más, en actos políticos, públicos y oficiales, han dicho siempre que Cataluña es una nación. Por consiguiente, la palabra nacionalidad fue una patraña, un juego semántico introducido en la Constitución por los padres de la misma, para no hablar de nación y engañar así a un importante sector de la sociedad española.
Por lo tanto, si Cataluña es una nación, ¿quién va a negar a una nación el derecho a su propia soberanía? El texto constitucional habla del derecho de Cataluña a dotarse de las instituciones propias de un estado soberano. Si el problema está planteado así, ¿por qué se extrañan usted y su partido ante el desafío de Artur Más?
Permítame con todo el respeto pero también con toda la crudeza que el lenguaje exige en este momento en que la batalla es decisiva de cara al futuro inmediato de España, que le pregunte lo siguiente, ¿usted por ser catalán se siente español o por el contrario por ser catalán no quiere saber nada de España? Esa es la pregunta que tendría que plantearle al pueblo llano y trabajador comenzando por Badalona, por encima del Partido Popular y de los que se esconden en él para no soltar la teta.
Pero hay más ¿Usted garantiza si es elegido presidente el cumplimiento de la ley para que la bandera de España ondee en todos los edificios oficiales en Cataluña? ¿Usted garantiza si es elegido presidente la enseñanza del español en todas los centros de enseñanza de Cataluña? ¿Usted si sale elegido presidente volverá a abrir la plaza monumental de toros de Barcelona para que se puedan celebrar festejos taurinos, y se opondrá con firmeza a que en ese emplazamiento se construya una mezquita? ¿Usted si sale elegido presidente está dispuesto a cerrar las embajadas “ilegales” abiertas por Pujol y Más, y desviar esa parte importante del presupuesto para la asistencia sanitaria y ayudas sociales?
Ante esta situación ya dramática, los catalanes que se sienten españoles deben reaccionar como lo está haciendo el enemigo y adversario, y decirle a ese adversario y enemigo bien a las claras: “Si usted se siente catalán y no español, yo me siento catalán y soy español. Y cuando se llega a esta situación hay que marcar una línea, se acabaron los partidos, o por España o contra España, y hasta que esas posiciones de derecha o izquierda no se superen, la batalla no tiene posibilidad de victoria. Vosotros catalanes enemigos de España, y nosotros catalanes en España, por España y para España”.
Cataluña no solo es grande y bella; no solo es próspera y el motor de España, sino que es querida y respetada por los buenos españoles. Por lo tanto, como decía Francesc Cambó (Gerona 1876-Buenos Aires 1947): “Nosotros queremos una Cataluña grande dentro de una España grande también”.
No será que no se lo advirtieron, señor García Albiol. El autor de este artículo le quiso hacer un favor, pero usted no hizo caso.
Un saludo desde Campredó.
Yo creo que Rajoy miente tanto que ya ni se cree a él mismo. Si creyese en el PP como partido nacional, èl mismo se haría a un lado para que otro de su partido, con más testiculos, impusiera la enseñanza en español en las escuelas, obligará a que la bandera española ondeará en TODOS los Ayuntamientos de España, ilegalizaria a todos los partidos separatistas, etc, etc. Señor Rajoy, a usted ya no le cree ni el espejo de su casa. Si quiere realmente a España, hágase a un lado y deje que otro de su partido haga lo que… Leer más »
Es evidente que el PP ha puesto a funcionar la máquina de conseguir votos, porque sabe que el gobierno de España corre peligro. En Cataluña pocos votos podían perderse ya, por tanto, había que apostar por un discurso atractivo para sus votantes potenciales aún sabiendo que las siglas PP carecen a día de hoy de credibilidad alguna. Algo similar se está haciendo a escala nacional, derechizando el discurso pepero, en definitiva, regalando los oídos de los españoles de bien. Porque saben que el gobierno se escapa.
Sr. Román: como siempre magistral. Solo le faltó decir al Sr. Albiol, que si Rajoy le dijo que era el mejor candidato para Cataluña, era porque “estaba rodeado de sus vecinos que le aprecian y valoran”, me pregunto porque no se autopregunta él mismo (Rajoy) si se presenta candidato a las generales porque “sus vecinos (o sea todos o muchos de los españoles)” tambien le aprecian y valoran, la respuesta, ya la sabemos todos. NO. Que facil es dar consejos a los demás cuando los que tiene que aplicar cada uno, no los cumple… “(Vendo consejos, pero para mí no… Leer más »
Gracias a usted señor Cepas por sus opiniones.
Efectivamente el señor G. Albiol es como un “conejillo de indias”, pero él se presta a ello, por lo tanto, “sarna con gusto no pica”. Todos se apuntan voluntarios aunque sea para un bombardeo con tal de no perder la teta. Lo penoso es que cuando el bombardeo no es ficticio, alardean del combate y luego no se les ve por ninguna parte. En medio se quedan los pardillos.
Un abrazo amigo y gracias como siempre.
Maravillosa carta y muy parecido a lo que pensé yo cuando vi la candidatura. El primer párrafo, memorable. Pues claro que le han puesto ahí justo antes de las elecciones para decir lo que no se atreven a decir, pero que saben, ahí está la paradoja, que da muchos, muchos votos. Qué cobardes son. Sus preguntas al final son no sólo pertinentes, sino la clave del problema de Cataluña. No sabía que era usted catalán, señor Román. Escribiendo usted lo que escribe y defendiendo lo que siempre, valientemente, defiende, aún lo respeto más, si cabe. Lo admiro. Un abrazo y… Leer más »
Señor Ay:
No tengo palabras para corresponder a todos sus comentarios opinando sobre mis escritos. Creo que coincidimos muchísimo en la forma de ver la situación. Los halagos hacia mi persona quizás no los merezca, pero le doy sinceramente las gracias. No he de ocultar que sus palabras me animan a seguir opinando libremente en este medio.
Un abrazo, amigo.
Un abrazo también para usted. Es que de verdad que coincido siempre, en todo lo que usted dice. Hay muchos comentaristas, a veces coincido con ellos en todo, a veces no mucho. Con usted, aún no he visto un artículo suyo del que yo opine lo contrario o de otra forma. Si algún día es así, le escribiré también, con respeto siempre.
No quiero regalarle los oídos porque sí. Sé que el halago debilita, es cierto. Pero es que lo siento así, me gustan muchísimo sus artículos. Me parecen redondos, valientes y muy bien escritos. Ánimo y siga escribiendo.