El español Miguel Ángel López, campeón del mundo en 20 kilómetros marcha
Un milagro, por fin. Fueron 16 años de espera, con el incierto oro de Marta Domínguez en Berlín 2009 en paréntesis, hasta la nueva proclamación: España vuelve a tener un campeón del mundo. Benévolo pasado, que cedió al presente uno de los suyos. Un atleta serio como sus antepasados, firme ante el éxito, pero, sobre todo, fiable temporada tras temporada. El quinto puesto en los Juegos de Londres fue presentación y, desde entonces, una trayectoria impoluta: bronce en el Mundial de Moscú 2013, oro en el Europeo de Zúrich 2014 y… En el Mundial de Pekín este domingo, Miguel Ángel López venció en los 20 kilómetros marcha y se confirmó como el líder de la reducida nueva generación del atletismo antes de los Juegos de Río.
Días atrás, en palabras a este diario, asumía que la carrera iba a esperar para decidirse a los últimos cinco kilómetros, quizá a los últimos tres, y así fue. López rehusó ataques tempraneros y, cuando el pelotón se aclaró, estaba dónde debía. El local Wang Zhen, bronce olímpico, rompió con todo demasiado pronto y él aguantó sufrido en un grupo posterior fiel a su táctica: ir de menos a más. Junto a los también chinos Chen Ding y Cai Zelin y al ecuatoriano Andrés Chocho, se mantuvo en persecución, aguardando los instantes en los que las fuerzas flaquean y se multiplican los avisos de los jueces. Entonces atacó salvaje. Se fue a por Zhen, lo devoró y entró en el último kilómetro en solitario, regalándose un final de disfrute.
Nada que ver con el agónico sprint que le dio la gloria continental. Antes de llegar a la meta, pudo reconocer la Historia ante él y se permitió tres alardes. Un gesto de rabia al entrar en el Estadio Nacional de Pekín, un precioso ‘high five’ con el lanzador Borja Vivas que disputaba su calificación y una última recta liberadora con los dos puños al cielo. Pese a la humedad y la contaminación logró el mejor registro de su carrera, una hora, 19 minutos y 14 segundos, el segundo mejor tiempo español de siempre por detrás del ‘cazado’ Paquillo Fernández, un nombre que ya puede borrarse. El sucesor de José Marín, Valentí Massana, Daniel Plaza y Jesús Ángel García Bragado no era él, era un murciano, de 27 años, alto y fuerte como un velocista.
Suerte tiene España de poder decirlo, pues la marcha requería de nuevos referentes y sin la marcha el horizonte sería aún más negro. 17 de las 39 medallas que ha conseguido la selección en los Mundiales han sido andando rápido (más bien corriendo raro), contando con tres de sus ocho oros, un balance que no pueden presentar ni el maratón ni los 1.500 metros, distancias en las que ya nunca se volverá a reinar. Con su triunfo, López consiguió salvar ya el campeonato de Pekín y elevar el optimismo: a la espera de lo que pueda hacer Ruth Beitia el sábado 29 en el salto de altura, visto lo visto, se puede soñar ya con una sorpresa de importación con Yidiel Contreras en las vallas o incluso con un milagro en algún concurso.
ENHORABUENA CAMPEON
La raza española, es decir, la raza blanca ibérica, tiene muy buenas condiciones para el 1500, 3000 obstáculos, marcha y marathon. Hay que especializar a nuestros atletas en esas modalidades. Enhorabuena al campeón SuperLópez.