El independentismo y sus cómplices
Comenzaré dando un ligero repaso a la política concesionista y entreguista de los gobiernos del sistema constitucional de 1978, para con los promotores del terrorismo y la secesión.
Las negociaciones con los terroristas vascos de la ETA, es evidente que fue un signo claro de debilidad y genuflexión. Desde las celebradas en Argel hasta las autorizadas por el señor Aznar, pasando por las que quiso Txiki Benegas (DEP) en 1978 y en las que intervino el periodista José María Portell, asesinado por ETA el 28 de Junio de ese mismo año, colocaron al mismo nivel al Estado español, que debe estar al servicio del bien común, y a la banda terrorista, o lo que es lo mismo, al juez y al asesino.
La absolución de quienes insultaron al Rey en la Casa de Juntas de Guernica; la liberación más que prematura de la Mesa Nacional de Herri Batasuna; la rectificación de la política penitenciaria con el acercamiento de presos y acortamientos de las penas; las ridículas insinuaciones de procesamientos por apología del terrorismo; la puesta gratuita de aviones para los criminales que se exiliaron a algunos países de Hispanoamérica, con dietas, por añadidura, no hicieron otra cosa que envalentonar y fortalecer el independentismo.
Además del trato fiscal especial y preferente otorgado por el Estado español, que supone un agravio comparativo para el resto de España, en 1977 se legalizó la ikurriña y se les concedió la amnistía, pero no se logró nada (12 muertos); En 1978 se aprobó la Constitución, como hito que clausuraba el franquismo (65 muertos); En 1979 confiaron en la fuerza pacificadora del Estatuto de Autonomía y continuó el baño de sangre (78 muertos); En 1980 todas las esperanzas se colgaron del gobierno vasco bajo la dirección del PNV (98 muertos).
Hasta 1982 se mantuvo la esperanza de que el PNV pudiera representar un paraguas protector eficaz contra los terroristas. El pago del tributo por alguno de sus miembros y los secuestros de componentes de la familia nacionalista, generalizaron la desconfianza. Después vinieron concesiones a porrillo, y más sangre; cierre de Lemoniz, y más sangre; Lizarra, la tregua trampa o asesinato en diferido, y más sangre. De aquí, hasta nuestros días, con la vergonzosa amnistía encubierta tras una sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, como parte de la “hoja de ruta” de Zapatero ejecutada por Rajoy.
En cuanto a Cataluña, la confusión y el desequilibrio llegan a conseguir un objetivo: Diseñar y poner en funcionamiento al hombre robot y la mujer objeto, al servicio único y exclusivo de intereses económicos. De aquí que la “Declaración de Derechos del Hombre” que tanto se invoca, produzca indignación y escándalo al contemplar de qué forma y en qué medida tales derechos se quebrantan a diario.
Pues bien; si todo esto ha repercutido directamente en España, con mayor motivo en una de sus regiones más ricas y por consiguiente más prósperas y habitadas, pero, con el agravante de que en ella se esgrime desde hace décadas por parte de sus responsables políticos, un odio visceral a España y a los españoles. Responsables políticos, que durante este régimen han dirigido una labor de concienciación para la ruptura desde las escuelas y los medios de comunicación, con el silencio cómplice de los gobiernos centrales y cuyas consecuencias no han sido otras, que la manifestación del pasado día 11 de Septiembre en Barcelona donde sus organizadores cifran la asistencia en millón y medio de personas perfectamente uniformadas.
Todo esto es muy significativo a la hora de valorar objetivamente la respuesta de esa gente a la llamada del separatismo, y digo objetivamente, porque esa masa no fue movilizada del mismo modo tras el atentado de Hipercor que causó la muerte de 21 personas e hirió a 45; ni tras el brutal atentado de la casa cuartel de la Guardia Civil de Vich donde voló por los aires el edificio ocasionando 10 muertos (cinco de ellos menores) y 44 heridos, la mayoría de ellos civiles; ni contra el secuestro del gobierno catalán en 2013, a pesar de ser considerado por “la casta”, como el delito más grave que se puede llegar a cometer en democracia; y, por supuesto, ni una sola movilización contra el reprobable comportamiento de “El Padrino catalán” Jordi Pujol y su familia que, durante su mandato, han amasado una de las mayores fortunas que se conocen en España y en Europa, fruto del expolio, de la corrupción y del latrocinio al pueblo catalán y por ende a todos los españoles.
En Cataluña, ya en la década de 1980 podían verse carteles por las calles con motivo de las diferentes campañas electorales al Parlamento Europeo, en los que se leía claramente: “VOTA CONTRA ESPAÑA”.
Aquellos carteles con aquel mensaje, que a ningún responsable de las más altas magistraturas del Estado parecía importarle demasiado, y que nadie prohibía ni arrancaba, era evidente que tenían cobertura legal por el sistema constitucional de 1978, y a su vez, por la casta política cómplice y sabedora, del rumbo que tomaba el barco que ellos mismos tripulaban.
A todo esto podíamos añadir la cobertura dada en Cataluña a los terroristas vascos de la ETA, estrechos colaboradores del grupo terrorista catalán Terra Lliure, facilitando información, apoyo logístico, pisos francos, etc., para atentar y asesinar a más de medio centenar de personas, herir a casi un centenar, y causar innumerables daños materiales con cargo al presupuesto público.
Y con este historial delictivo y criminal -que ahora intentan ocultar tácitamente indultando a los asesinos-, el que fuera máximo responsable de la agrupación separatista Esquerra Republicana de Cataluña, Carod Rovira –formación contra la que ETA jamás atentó-, lejos de movilizar a la masa contra estos criminales como ahora lo hacen para romper con España, se reunía con los terroristas etarras para indicarles que a la hora de asesinar, se situaran en el mapa. O sea, que podían seguir matando a personas inocentes si querían, pero no dentro de lo que él consideraba una nación soberana que nada tenía que ver con España. Eso sí, “el muerto al hoyo y el vivo al bollo”, que es lo que en definitiva interesaba a los partidos de Maragall, Más y Pujol.
Por lo tanto, bajo mi particular punto de vista -que estoy seguro comparten muchos ciudadanos españoles-, y teniendo en cuenta que la mayoría de los manifestantes nacieron con el nuevo régimen, la reacción de esa masa que salió a la calle el pasado 11 de Septiembre en Barcelona, no obedece objetivamente a unos sentimientos personales por motivos fundamentados en vivencias de represión, calamidad o miseria, no, más bien es el resultado o fruto de una grave manipulación de la historia unido a un adoctrinamiento social y político, del que han sido objeto durante años varios millones de catalanes por parte de una “casta política”, que sí sabe de la gravedad de su comportamiento, y si persigue unos objetivos y unos intereses meramente personales y políticos, aunque para alcanzarlos, lleven al pueblo catalán a una nueva confrontación civil entre hermanos.
Ya lo dijo Damborenea: “Mientras persista la intención de comprar el derecho a vivir en paz, continuaremos a merced del mercader que la vende”; y añadía: “Si a la historia le gusta reírse, nosotros (los socialistas) le hemos dado motivos para ello”. Y yo, añado, el Partido Popular también, pues todos ellos (socialistas y populares) después de los argumentos esgrimidos, son cómplices del independentismo.
la gente objetiva e informada sabe que españa y la hispanidad se ha hecho con la sangre y sacrificio heroico de castilla—a los vaskitos se les ha premiado con privilegios fiscales y con inversiones del estado infinitas-lo agradecen con el asesinato el saqueo y la mentira-todos gobiernos han faborecido la industria catalana con aranceles para kitarles competencias con inversiones multimillonarias(como la SEAT)
Con el cambio de regimen se abrieron las puertas al saqueo, a las cagadas mentales y a todo el provincianismo rancio que quedaba en España y que ahora estan paseándose como vulgares capos de la mafia. Pasarán muchos años hasta que toda esta mierda desaparezca, lo que espero es que no sea un ejemplo para las generaciones futuras.
Muy buen título para un grandioso artículo. Felicidades, señor Román. Estoy de acuerdo en todo y no puedo añadir nada más. Todo está dicho aquí. Qué pena de nación, qué pena de tantos españoles de bien a los que les ha tocado nacer en un gran país que se ha convertido en un auténtico vertedero.
Sr. Román: No hay peor ciego que el que no quiere ver. Como usted dice bien, los ciegos son el PP (para nuestra desgracia) y, por supuesto el PSOE. Tan traidor es Rajoy como ZP, es más, yo creo que el primero es peor, porque sabiéndolo, lo consintió. Pero ¿como es posible que Rajoy no actúe arreglando los desaguidados a que nos vemos abocados? Porque saberlo, lo sabe perfectamente. Me pregunto si existe alguna manera de que ESTE magnífico artículo le llegue a Rajoy personalmente. Usted que es más antiguo que yo en AD, quizá pueda tener alguna idea. Como… Leer más »