El Toro de la Vega y la violencia sin apellidos
Paradójicamente, ha tenido más seguimiento mediático y recibido más condolencias el toro Rompesuelas, que por ejemplo, el bebé que apareció muerto en el mes de octubre de 2014 en la plataforma de uno de los vagones del ferrocarril que realiza el trayecto Barcelona-Almería.
Hasta el Papa ha tenido conocimiento sobre la polémica del Torneo del “Toro de la Vega” celebrado en Tordesillas en medio de la más alta tensión, y donde el ministro del Interior desplegó 200 agentes antidisturbios. Los partidarios defienden lo que denominan una tradición; los detractores hablan de maltrato y violencia contra los animales y muestran su desacuerdo movilizando a un sector de la ciudadanía para oponerse y protestar contra un Torneo que, bajo mi punto de vista, nada tiene que ver con la Tauromaquia ni la Fiesta Nacional, sino simplemente se trata de una competición donde el animal es cruelmente lanceado y muerto, sin darle opción a que pueda defenderse.
Pero, que me dicen de Dinamarca, un país del que se nos arenga sobre su perfil civilizado y democrático, y donde una de sus playas se tiñe de rojo todos los años, por la crueldad con la que los “civilizados” daneses “demócratas de pedigree”, matan por placer a centenares de delfines calderones en las costas de las Islas Feroes. En esta masacre participan principalmente jóvenes para demostrar que han llegado a la edad “adulta” y a la madurez. Se trata de un ritual salvaje, un desenfreno criminal a costa de una de las especies animales más pacíficas y empáticas que existen. Sostienen los partidarios de esta incalificable matanza, que forma parte de la tradición danesa.
Y que les voy a contar de los que desoyen las resoluciones de la ONU sobre Gibraltar y traen sus submarinos nucleares hasta nuestras aguas. Miles de británicos salen a la caza del zorro con perros cada 26 de diciembre -día dedicado tradicionalmente a esa práctica en el Reino Unido-, pese a la prohibición de hace casi una década en Inglaterra y Gales por el Gobierno del primer ministro, Tony Blair.
Hecho este preámbulo, resulta tremendamente curioso que todas estas bacanales de sangre donde los animales son cruelmente sacrificados, tienen una respuesta inmediata por parte de los grupos de izquierda y de extrema izquierda con marchamo de ecologistas o animalistas, principalmente en España, donde por ejemplo, estos grupos se desplazan desde cualquier punto de nuestra geografía perfectamente organizados, para oponerse a la muerte de los toros bravos que se lidian en los cosos taurinos, o sirven de diversión en las fiestas patronales de los pueblos.
Ahora bien, cuando se trata de las Fiestas de San Fermín en Pamplona, ahí ya no tienen tantas agallas ni cojones para organizar una movilización popular en contra de la fiesta ni para manifestarse públicamente parodiando una matanza ¿Cuál es el motivo? ¿Acaso esos toros son menos animales o sufren menos que los que se lidian por ejemplo en Bilbao o San Sebastián? Por supuesto que no, pero nos encontramos como en tantas otras ocasiones ante la hipocresía de los activistas antitaurinos, y de los que deciden donde y como tienen que actuar.
Pero, existe otro tipo de violencia; violencia que es la que a mí de verdad me preocupa.
Se trata de una violencia inhumana, cruel y sanguinaria que, a diferencia de la que se lleva a cabo en Tordesillas durante el torneo del Toro de la Vega, no es digna de que se origine ningún tipo de movilización ni protesta, es más, nadie ha sido capaz hasta ahora, de ponerle correctamente unos apellidos como por ejemplo, a la que en nuestro país el poder mediático ha decidido apellidarla “machista”.
Por eso me preocupa mucho más, porque carece de apellidos; porque se ejerce todos los días contra bebés y niños de muy corta edad, salvajemente asesinados en nuestro país, y de cuyos crímenes pasan de puntillas todos esos grupos que perfectamente organizados reivindican el derecho a la vida de los animales.
Hace apenas unos días, el 17 de septiembre, y mientras el mundo se escandalizaba y conmovía por la tragedia del niño sirio cuya fotografía ocupó las portadas, pantallas y emisoras de todos los medios, un trabajador español hallaba el cadáver de un bebé en una planta de reciclado del Polígono de La Cartuja en Zaragoza.
Dos meses antes, el 16 de julio, la Guardia Civil rescataba a otro bebé que fue arrojado por su madre a un contenedor de basura soterrado, en el municipio madrileño de Mejorada del Campo.
El día 20 de abril de 2015, dos menores -un bebé de 18 meses y otro de 10 años- fueron arrojados por su madre a través de una ventana en la localidad toledana de Recas.
A principios de noviembre de 2014, trabajadores de la empresa Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) que estaban realizando tareas de desbroce de maleza en Oviedo, encontraron una maleta que contenía el cadáver de un niño de dos años.
En junio de 2013, una mujer dio a luz en su domicilio de Orihuela (Alicante) y, tras cortar el cordón umbilical, metió al recién nacido en una bolsa de plástico, y lo arrojó por la galería interior del edificio.
En 2005, mientras se preparaban en Madrid los bombos del sorteo de la Lotería de Navidad, un operario de la planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos de Crevillent (Alicante), descubrió el cuerpo sin vida de un bebé recién nacido.
Podría continuar con una larga lista de crímenes de recién nacidos y de niños inocentes de corta edad, hasta conseguir una publicación por entregas. Crímenes, que han originado concentraciones simbólicas y minutos de silencio, pero que no han merecido ni una sola movilización, de los que sí lo hacen por el maltrato que reciben los animales.
Un país donde los ciudadanos acuden a la llamada y se movilizan en defensa de los animales, pero NO lo hacen contra los asesinatos de niños indefensos; y donde los niños recién nacidos se abandonan en contenedores de basura, ferrocarriles y aledaños, es un país deshumanizado, vulgar y de ciudadanos mediocres, que tiene los representantes políticos que se merece.
Sr. Román: No sabía nada sobre los delfines en Dinamarca, ni la caza de zorros en la colonia. Está muy bien que informe de estas nefastas actividades.
En todo lo demás estoy de acuerdo y ¡que le voy a decir que ya no sepa!
Le felicito y un sincero abrazo.
Qué asco de país que dice voy a seguir matando toros porque más mujeres mueren por violencia doméstica o porque hay más abortos, en lugar de ocuparse para que haya menos abortos.
Qué asco de mentalidad puede decir voy a exterminar a mi fauna porque en otro país lo hacen más rápido que yo.
Yo soy español, orgulloso de serlo, del Real Madrid, se me puede definir de derechas,y el toro de la vega me da ASCO, me repugna ese torneo y cualquier mierda de espectáculo donde se haga sufrir a un animal por puro placer, para deleite del personal. Nada tiene que ver la ideología con estar en contra de torturar animales. Ojalá prohíban la tauromaquia en España. Vergüenza.
La hipocresía que lo domina todo en España, señor Román. Así es. Todo está teledirigido. Se señala una diana y todas las miradas se dirigen hacia ella. Pero hay solo unas pocas e interesadas dianas. En efecto, es un país muy vulgar y mediocre, estoy totalmente de acuerdo, una vez más.
Un abrazo cordial.
Pues nada, como hay descerebrados que matan niños o en otros países se maltrata animales vamos a ver si la hacemos mas gorda.
¿A nadie se le ha ocurrido el espectáculo que daría tirar un toro desde un campanario?
ese festejo pueblerino debería ser edulcorado , se debe prohibir la tortura del animal , cualquier individuo que defienda tal cosa se le debería aplicar la LEY de protección animal , el fomento y manifestación a favor de el maltrato animal se debe sancionar con multas económicas que pueden ir desde una cifra moderada a una bastante elevada según el caso y el potencial económico del sancionado. muchos PATRIOTAS creen que es solo una tradición mas y que debemos mantenerla tal y como es , pero realmente es una salvajada , un capricho humano de una manada de pueblerinos desconectados… Leer más »
EL REGIMEN DEL GENERAL FRANCISCO FRANCO puso limites al TORO de la VEGA. eso para los despistados .
Como algunas personas no estamos despistadas, recordamos que estuvo prohibido entre 1964 y 1977, desobedecieron varias veces la prohibición y hubo problemas, pero miren por donde en 1980 la declararon “fiesta” de interés turístico. Para quien este interesado en saber más del tema puede consultarlo en cualquier hemeroteca. Gracias por su aclaración que yo tengo el atrevimiento de ampliar un poco.