El PP está de celebraciones; por un lado, Aznar ofrece una conferencia en un país como Guatemala, marcando un precio para las entradas que cuestan la mitad del salario mínimo en aquel país. Pues bien; para el que no lo sepa, fue precisamente con esta “gran potencia mundial” (Guatemala), con la que la democracia española y el señor Suárez (DEP) al frente en 1980, tuvo el valor, el coraje y la gallardía, de romper relaciones diplomáticas, al mismo tiempo que se bajaba los pantalones cuando Francia por ejemplo, era santuario de los terroristas vascos de la ETA, y los agricultores galos quemaban nuestras exportaciones agrícolas en la frontera entre los dos países.

También el PP reúne a su grupo parlamentario en el hemiciclo para hacer balance de la legislatura, instalando un grifo de cerveza en los pasillos del Congreso junto a un escenario y el siguiente lema: “De la crisis a la recuperación” ¡Toma castaña!

Pero, ¿y el PSOE? El alcalde de Sevilla, con el apoyo de “Izquierda Unida” y “Podemos”, hace alarde de su sentido social promocionando entre los adolescentes el disfrute de relaciones sexuales. Para lo cual, mientras sube los impuestos a miles de empresas de la capital, se gasta ese dinero, entre otras cosas, en la compra de monodosis de “lubricante vaginal y anal” para satisfacer fantasías eróticas.

O sea, que mientras Aznar vende su discurso sobre “la burbuja inmobiliaria española” en un país pobre de solemnidad, Rajoy va de celebraciones sobre un final de la crisis que no se corresponde con la realidad, y el alcalde socialista de Sevilla se gasta el dinero de los contribuyentes en lubricantes eróticos, trece millones de personas viven en España en grave riesgo de pobreza, de ellos, más de tres millones sufren pobreza severa, y más de un millón, se encuentran en la peor situación económica y social posible.

El verdadero estado social no es el que nos pintan a través de los medios que ellos controlan. La violencia de hijos sobre padres en los hogares españoles ha aumentado en los últimos cinco años de manera alarmante. Hay un dato muy preocupante que se está omitiendo, me refiero concretamente, al número de parricidios en los hogares españoles. Estos hechos tan terribles, no están en las tertulias ni en las agendas de los candidatos y analistas políticos; a ellos solo les preocupa la confección de las listas electorales para los próximos comicios, y los índices de audiencia en los medios que visitan.

¡Entérense! Los hogares españoles se han convertido en los escenarios donde los hijos no solo agreden con violencia a sus padres, sino que asesinan a sus progenitores como algo meramente cotidiano. Esta lacra social, que no debe confundirse con lo que sí se publicita y que por motivos políticos se ha dado en llamar “violencia machista”, pone en evidencia la dramática y trágica situación social de España y de los españoles.

Solo en la Comunidad Valenciana, 9 hombres y 18 mujeres han perdido la vida a manos de sus hijos en los últimos 15 años. A saber:

Moncada: 6 de junio de 2000. Un menor asesina a su madre.

Gandía: 3 de febrero de 2002. Un joven decapita a su madre.

Alicante: 16 de octubre de 2003. Un hombre estrangula a su madre.

Llucena: 21 de diciembre de 2003. Un joven mata a su padre.

Onda: 1 de julio de 2004. Un hombre mata a su madre y luego se suicida.

Guardamar: 6 de febrero de 2006. Un hombre estrangula a su madre.

Alicante: 4 de diciembre de 2006. Un hombre asfixia a su madre

Benitatxell: 24 de diciembre de 2006. Un hombre mata a su padre.

Catarroja: 16 de septiembre de 2007. Un joven asesina a sus padres con un sable.

Llíria: 12 de mayo de 2008. Un joven mata a su padre adoptivo.

Valencia: 16 de mayo de 2008. Un joven asfixia a su madre en un piso.

Alfafar: 4 de agosto de 2008. Un joven mata a cuchilladas a su padre.

Valencia: 19 de noviembre de 2008. Un joven mata a su madre.

Valencia: 23 de enero de 2009. Un joven mata a sus padres con un bate de béisbol.

Valencia: 10 de abril de 2010. Un joven mata a su madre y se suicida.

Benetússer: 8 de noviembre de 2010. Un joven mata a su padre.

Alzira: 12 de febrero de 2012. Un hombre degüella a su madre.

Algemesí: 7 de agosto de 2012. Una mujer mata a su madre con un palo tras una disputa por la titularidad de un vehículo.

Alicante: 23 de septiembre de 2012. Un hombre mata a su padre con una barra de hierro.

Orihuela: 17 de noviembre de 2012. Un joven toxicómano mata a sus padres y se ahorca.

Aldaya: 6 de marzo de 2014. Un hombre degüella a su madre.

Vinaroz: 23 de junio de 2015. Un joven mata a su madre y quema la casa.

Villajoyosa: 30 de junio de 2015. Un hombre asesina a su madre y a sus dos hijos, quema la casa y se suicida.

Valencia: 28 de agosto de 2015. Una mujer mata a su madre y a su sobrina.

Delirios transitorios, alteraciones afectivas y de conducta, alucinaciones, manías persecutorias o brotes de esquizofrenia. Los diagnósticos de los forenses se repiten en la mayoría de los juicios a parricidas que apuñalaron, estrangularon o golpearon hasta la muerte a sus progenitores. Esta es la cruda realidad sobre “la democracia del crimen”, del odio, del resentimiento, del botellón, de la droga, de la pobreza, y de una deshumanización, que se ha propagado como la peste de la mano del “bipartidismo”.

Las políticas sociales son un verdadero desastre porque cada comunidad autónoma legisla a su libre albedrio. El sistema no funciona, y no me cansaré de repetirlo; viene viciado de origen, lo que sucede, es que los parásitos instalados en la política, que controlan a su vez el poder mediático y judicial, insisten en el error. Ellos, solo se preocupan por temas de mayor calado, como por ejemplo, su estabilidad económica. Y, cuando las cifras de parricidios marcan claramente el estado social de la nación, serán omitidas por los que aspiran a un sillón en la poltrona. Estas cifras escalofriantes podrán ser publicadas en algún periódico, pero no salen en la “tele” y, como todos ustedes saben, lo que no sale en la “tele” no existe.

Los altos índices de criminalidad no se derivan únicamente de la falta de empleo o de la crisis económica como nos quieren hacer creer, no. Son otras las causas. Está en crisis la familia; está en crisis la moral de nuestro pueblo; está en crisis el ser mismo de España donde se ha venido impartiendo una educación sin valores ni principios.

Estas carencias han ido creando un clima de deshumanización y agresividad, cuyo punto más álgido se alcanza cuando se descubre, que la Monarquía está podrida hasta el tuétano; cuando se descubre, que miembros de la Iglesia católica española apoyan y encubren a terroristas y secesionistas; cuando se descubre, que la Justicia está politizada; cuando se descubre la deuda externa de nuestro país por rescatar a la banca, mientras se desahucia a miles de contribuyentes españoles; cuando se descubre, que nuestras FFAA se utilizan para garantizar la paz en el extranjero mientras España está en trance de muerte; cuando se descubre, que el Sistema Autonómico corrupto no solo es ruinoso, sino el cáncer de la nación; cuando se descubre, que “los Pujol” no ingresan en prisión y su partido sigue siendo apoyado por una mayoría de catalanes; cuando se descubre, que la juez Alaya es perseguida hasta lograr apartarla de los casos de los ERE,s; y cuando se descubre, que los terroristas, los traficantes y los violadores, son excarcelados por el gobierno de Rajoy, con la complicidad de su partido y de toda la izquierda de este país.