Sánchez y Rivera, nerviosos
Y es que Pedro Sánchez ya se ve de inquilino en Moncloa, con Albert Rivera de vicepresidente, ya que los de Ciudadanos se sienten incómodos apoyando a un Partido Popular poco menos que judicializado. Porque si en Cataluña había que huir de Convergencia y su tres por ciento, parece que los populares se han dedicado a coleccionar Blesas, Ratos, Púnicas…
Y es que Pedro y Rivera ya se frotaban las manos con una campaña fácil contra un PP paralizado y un presidente, Mariano Rajoy, noqueado tras el panorama que deja después de cuatro años de mayoría absoluta donde pudo haber reinado con comodidad. Una mayoría absoluta que le permitía democratizar la justicia, la política y muchas medidas que ni siquiera se planteó iniciar, a pesar de haber sido anunciadas en el programa.
Y digo que se frotaban las manos, porque ahora andan mosqueados no sea que el candidato a batir, como apuntaba mil21 el miércoles, no fuera otro que un Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Junta de Galicia, y con fama de ganador de elecciones. Más joven, mejor imagen que Rajoy, mejor carisma que Rajoy, y sin ninguna sospecha de haber convivido con casos de corrupción, como Mariano Rajoy.
Dicen que por los pasillos de Moncloa estos días se afilan las navajas para ir de número dos en la lista popular. La vice, Soraya, que pretende ser la sucesora natural del presidente, también está de los nervios para que la operación Núñez Feijóo no se confirme. Ha salvado de la quiebra a los dinosaurios El País y El Mundo, a base de presionar a bancos y regar de publicidad institucional las páginas de ambos rotativos. Y claro, en ambas redacciones Soraya es poco menos que Dios.
Quedan pocas semanas para que se cierren las listas. Y como siempre, el impasible Mariano Rajoy no mueve ficha y será a última hora cuando comunique si confirma ser candidato, hundiendo el partido cual UCD en el ochenta y dos, o se retira para que la cabeza de cartel sea ocupada por alguien con carisma, imagen y juventud. Pedro y Rivera temen enfrentarse a Núñez Feijóo. Porque Soraya sería más de lo mismo. Tiene cerebro, regate en corto y mala leche, pero le falta imagen, carisma, liderazgo y tirón. Además durante cuatro años a sido la corresponsable de todos los desatinos del Presidente. No hay que olvidar que ha sido la vice. Ni más ni menos.
Lo peor de todo, es que España se enfrenta a retos a los que los políticos actuales no están a la altura.