Sólo la extrema derecha puede salvar nuestra civilización
ED.- En el macroatentado terrorista de París, con al menos 130 muertos, lo más inquietante es la falta de respuesta de la clase política o el sinsentido de la respuesta en ese consenso suicida de la estupidez compartido por socialistas y conservadores. Hemos perdido doce héroes. El asesinato en sí por su brutal inhumanidad sería la inhabilitación de cualquier idea, de la islámica en cuyo intrínseco fanatismo se ha perpetrado.
Macroasesinato evitable como tantos en aras de la ceguera autoimpuesta por lo políticamente correcto a un Occidente que se tambalea por ese consenso suicida de la estupidez. De los degenerados asesinos nada se sabe. Muchos habían alertado sobre la voluntad criminal del yihadismo en Francia. Los servicios de seguridad, que más bien lo son de inseguridad, habían llegado a la conclusión de que no era peligroso. Sería para que no les llamaran racistas.
La desprotección en Europa es una imposición del sistema, un corolario perverso de la declaración de los políticos respecto a los musulmanes como su grupo mascota por excelencia. Desde la masacre en Londres del 7 julio de 2005 se han incrementado sustancialmente los presupuestos de los servicios de información, pero lo que no ha variado ha sido ese velo que cubre al islamismo contra todas sus evidencias genocidas. Nunca en la historia de la Humanidad se ha producido una impostura tan colosal, una desprotección moral e intelectual tan completa.
La intervención de François Hollande ha sido una exaltación en estado puro de ese consenso suicida de la estupidez. Para Hollande, el acto criminal habría sido “una traición al Islam”. Cualquier musulmán o quien haya leído El Corán habrá pensado de inmediato en que Hollande es un perfecto idiota. La secta mahometana promueve y ensalza el asesinato, tanto del no musulmán como del apóstata; el integrismo sólo añade que la mayoría de los musulmanes han apostatado y se encuentran en el estado de paganismo anterior a la predicación de Mahoma.
La segunda idea de Hollande fue llamar a la concordia entre las comunidades. Nunca había escuchado una proclamación tan certera y obscena del presunto final de Francia como sociedad abierta, a la que es extraña la existencia misma de comunidades. Y para redondear los despropósitos, Hollande enfatizó la aportación de la “comunidad musulmana” a su país. Esotérica aportación, ignota, salvo este alevoso crimen en plena calle de París.
En Francia, la llegada masiva de musulmanes fue una decisión consciente de los socialistas, un proceso de ingeniería social para descristianizar la nación, para modificar sus bases o regularidades, su textura vital, para convertirla en una sociedad multicultural; es decir, para desgtruirla. Están publicados los papeles en su día secretos del partido de Mitterand. En España llegaron con Aznar y con Pujol (frente a los castellano-parlantes) y al reclamo del falso Estado asistencial con la renta mínima de inserción montado por Eduardo Zaplana, en los tiempos en que Mariano Rajoy era ministro de Interior. La intervención de Hollande confirma ese consenso suicida del que participan socialistas y conservadores.
No constan demasiadas condenas oficiales del pavoroso atentado, ninguno de esos comunicados rutinarios de los partidos, sólo una nota de la Unión Europea alertando frente a brotes de racismo y xenofobia…contra los musulmanes. Nunca está de más la admonición, pues racismo y xenofobia son execrables, contrarios a la sociedad abierta, pero resulta que el crimen de París es un evidente acto de xenofobia extrema y en la línea de la absoluta xenofobia del islamismo, cuyas relaciones con los no musulmanes están concretadas en la aleya coránica de la espada: “Matadlos allá donde los encontréis”. Soberana estupidez de la Unión Europea que es incapaz de ver la xenofobia manifiesta para execrar la no manifestada. No hay tampoco que dejar de condenar la actitud suicida de los medios españoles. Casi todos ellos camuflaron, y aún lo siguen haciendo, la naturaleza islamista de la matanza.
La islamización como proceso de ingeniería social es general en Europa. Arde París, la pacifista, atrapada en su generoso derecho de asilo, ante la pasividad de los servicios de inteligencia y la ineptitud de los políticos, que nunca van a reconocer su culpa en la situación artificialmente generada. Por toda Europa, por sus ciudades más emblemáticas, hay guetos donde ha desaparecido el imperio de la Ley, polvorines armados con subvenciones y ayudas, que no se pueden mantener y que nunca debieron existir. Hay un chantaje de la violencia irrestricta para saquear y desarmar a las sociedades europeas con la complicidad de sus falsos líderes morales y con la protección de los gobiernos.
Por eso, cómplices tanto socialistas como conservadores del suicidio, partícipes del consenso suicida de la estupidez, no queda otra opción que la extremaderecha. Utilizo el término tal como lo usa el sistema sin su carga peyorativa, sabiendo que la definición geométrica es simplista y que sus corrientes son varias y dispares. Es precisa la extremaderecha sea como revulsivo, como la ruptura de ese consenso, como el grito de unas sociedades que no están dispuestas a morir.
Porque lo que se han generado son las bases de un conflicto sangriento de grandes dimensiones que es preciso parar y aún hay tiempo. Esos guetos subvencionados, esos grupos mimados por la asistencia social (el 60% de los varones marroquíes residentes en España están en paro) no se pueden seguir sosteniendo mediante la depredación de las posibles víctimas y, por ende, por este camino, bajo estos políticos, tanto socialistas como conservadores, la situación tenderá a empeorar y mucho.
En sí, el macroasesinato de París muestra el fracaso del integrismo; reducido a la operatividad de lo que se ha dado en llamar lobos solitarios; una de las estupideces del sistema que dice estar enfrentándose a un nuevo tipo de terrorismo, cuando es simplemente el islamismo, musulmanes que ponen en práctica el precepto del asesinato contra el denominado infiel. Sé muy bien que, con la complicidad culpable de la educación y el periodismo, de los profesores y los periodistas, no se ha explicado a las poblaciones, a las gentes, los peligros que el islamismo representa, ni su condición, ni sus sencillos e inhumanos e inmorales preceptos. Hoy se impone señalar a los políticos socialistas y los conservadores, aunque ellos viven en urbanizaciones de acceso restringido y fuerte seguridad, creadores al tiempo que administradores del conflicto. Antes que reconocer su error están dispuestos a que haya más víctimas; a que se pueda gritar por las calles y las mezquitas la voluntad genocida, para luego seguir desarmando a las víctimas.
Es necesario que Europa despierte y exija responsabilidades por esta inmensa traición y, aquí y ahora, ese despertar sólo puede darse por un ascenso significativo de la extremaderecha en todas las naciones, también en España, que ponga coto y fin al consenso suicida de la estupidez. No lo decimos como provocación, sino como llamamiento, desde nuestro amor a la libertad y a la Europa posible, a la civilización occidental a la que nos honramos en pertenecer.
Porque todos, socialistas y conservadores, hablan el mismo lenguaje de ese consenso suicida y exhiben la misma estupidez enervante. El ministro del Interior francés, Manuel Valls concede una entrevista a una de esas biblias degradantes de lo políticamente correcto, donde muestra su intensa preocupación porque “el inmigrante musulmán es hoy el chivo expiatorio de los populismos, de la extrema derecha en Francia y en Europa”, de modo que “me preocupa el creciente rechazo a los inmigrantes musulmanes”.
Consenso suicida de la estupidez en estado puro; los musulmanes como grupo mascota de los políticos, de modo que los asesinos múltiples que mataron anoche en Francia a decenas de personas eran meros radicales que para nada interpelan al islamismo. Francia es un archipiélago de guetos insostenibles. Cientos de “franceses” van a Siria a combatir. Y todavía es preciso alimentar el complejo de culpa de las víctimas.
¿Habrá razones para ese rechazo del “inmigrante musulmán”? Porque después de tantos asesinatos –en España la terrible masacre del 11 de marzo de 2004 con 192 muertos, de tantas amenazas a la libertad de expresión, de tantas proclamaciones genocidas, los europeos perciben que se les está llevando, desarmados, a un suicidio colectivo y se han hartado de ese consenso suicida de la estupidez.
Ese rechazo está fundado y es razonable, sobre todo hacia los asesinos radicales, como autodefensa, toda vez que los políticos al uso, tanto socialistas como conservadores, no sólo desarman a las víctimas sino que encima insultan su inteligencia y les quieren obligar a no ver lo evidente, por la sencilla razón de que la clase política europea en su conjunto es culpable; y lo evidente es que con una demografía expansiva y subvencionada, sin aportar nada, aprovechándose de los carísimos servicios públicos y hundiéndolos para todos, lastrando la economía, al menos una parte de los musulmanes parecen haber sido inducidos a pensar que los europeos son tan estúpidos como lo son sus políticos y dan a entender estos. Políticos que, se acumulan los indicios, con frecuencia están comprados con el dinero saudí y de las petromonarquías. Eso es evidente en España en la jefatura del Estado.
En Alerta Digital combatimos las ideas, no las razas, ni los orígenes nacionales. Otro absurdo histórico es el de una emigración que supuestamente huye del fracaso de sus sociedades pero que quiere imponer sus bárbaras y atrasadas costumbres. Hubo ya una ministra en el Gobierno de Italia defendiendo la legalización de la poligamia y barrios de Europa donde impera la sharia. En Holanda se hacen razias medievales desde los barrios “musulmanes” hasta los de los homosexuales. Son los musulmanes los que están planteando problemas a la convivencia y por eso la extremaderecha, en su ascenso necesario, se presenta como el grito de rebeldía de una sociedad, de unas naciones que no quieren sucumbir y para ello deben arrumbar tanto a socialistas como a conservadores, a ese consenso de lo absurdo degradante.
Porque vemos que se radicaliza la segunda generación, sin futuro, drogodependiente de unas ayudas estatales que nunca debieron existir y que ahora, simplemente, no pueden mantenerse. Que la demografía expansiva musulmana incrementará el conflicto latente en un horizonte inmediato. Ni se puede conceder ni se puede permitir mantener la nacionalidad a quien predica o es partidario del asesinato de los europeos. Los viejos europeos están sufriendo el racismo y la xenofobia contra ellos en sus propias naciones y encima están siendo todo el día acusados por sus políticos y sus medios de comunicación prostituidos de racistas y xenófobos. No hay otra integración que el trabajo y la otra alternativa es la expulsión. Tolerancia cero con los integristas, por supuesto.
Los hispanoamericanos pertenecen a nuestra misma cultura, tienen nuestra misma religión, se mueven en los parámetros de la civilización occidental; sentimos hacia ellos una lógica fraternidad. Por supuesto, no hacia grupos de delincuentes organizados como los Latin Kings o los Ñetas. Ninguna sociedad admite la llegada ni la instalación de delincuentes. Sólo en este tiempo de degradación y decadencia, pero los culpables son los políticos. Y hay que ir a por ellos.
Sólo un ascenso imparable de la extrema derecha puede dar la voz de la rebelión contra el consenso suicida de la estupidez mantenido por una casta parasitaria que ha jugado al filoislamismo, al multiculturalismo y a la ingeniería social y que lejos de enmendar su error, y reconocer su fracaso, persiste en sus anatemas abracadabrantes, en sus admoniciones inconsistentes y cegatas.
En Europa sería deseable o una nueva oferta superadora e integradora o una coalición articulada de partidos patrióticos, sobre puntos comunes, dejando en el desván las viejas rencillas y los debates ora históricos ora de pureza ideológica esterilizante cuando se trata de abrir puertas al sentido común y sobrevivir. Lanzamos el guante porque, aquí y ahora, frente al consenso suicida de la estupidez de socialistas y conservadores, no hay otra opción que la extremaderecha si queremos sobrevivir como civilización.
No salgo de mi asombro como esta página no esta cerrada. haciendo apología del racismo, que en otra época donde la cultura e inteligencia estaban muy inferiores a la actual.. pero ahora que hay mas que el nodo para ver. Completamente lamentable.. el humo no deja ver, nubla a la gente.
Nota del administrador: Imbécil, le dejo que cambie de nick sólo porque este tipo de comentarios nos vienen muy bien.
No es estupidez de esos marxistas culturales tanto.de izquierda como conservadores, por el contrario es una política de sustitución de población perfectamente planificada por los sionistas internacionales y demás grupos de poder mundialistas, y su fundamento esta en el plan Kalergi..
Ya no puedo mas, con lo políticamente correcto. O defendemos lo nuestro, nuestra forma de vida, nuestras costumbres, nuestras tradiciones milenarias, o el islam, se hace con nuestra casa. Hay que obligarles a cumplir al 100%, nuestras Leyes y costumbres. Si quieren vivir las suyas, que lo hagan en sus países. En Europa, No.
tarde o temprano tendremos que empezar a purificr europa.
viva pegida !!!
En mi humilde opinión sólo hay dos tipos de personas, las tradicionalmene de derechas, aquellas que aman su cultura, su forma de vida, sus libertades, conquistadas con mucha sangre que nadie lo olvide, y dispuestas a pelear por ello.Aquellos que no temen decir algo aún a riesgo de ser politicamente incorrecto, esto es decir verdades como puños, eufemismo este inventado para no herir a ya sabemos quien, el islam y sus acólitos.Y luego están los de izquierdas, que no son otros que aquellos a los que les da miedo reconocer que quieren lo mejor para los suyos, y envidian a… Leer más »
A mí no sé por qué pero no me gustan esas frases absolutas como:
“Sólo CIUDADANOS puede salvar a España”
“sólo PODEMOS puede salvar a Europa”
“Sólo el islam puede salvar a la humanidad” y se levantan en armas matando y destruyendo.
“Sólo yo puedo salvar al planeta”
etc.
Demasiado simple para ser verdad. Ya desconfío del que empieza a hablar así, ¿me explico?
El problema es que la extrema derecha de Bush fomenta más el terrorismo.
La extrema derecha alemana, los nazis, fomentan el odio, el terrorismo de la resistencia y el remedio es peor que la enfermedad porque matan más y son más destruidos por eso.
La extrema derecha española mata mucho, tortura mucho, crea retraso, fomenta la creación de grupos dterroristas, como ETA, GRAPO, Terra Lliure y de la madre que lo parió…..
Todo es relativo, porque esos grupos terroristas como ETA o GRAPO que usted menciona, provocan lo contrario, que la gente se empiece a cansar.
Si hubiese nacido en Europa del Este ahora mismo, su pensamiento hubiese sido el contrario. Se hubiese quejado de los 17 millones de personas que se cargó Stalin y la camaradería soviética- incluso de los 60 o 70 millones de Mao en China.
Si en España hubiera un partido con la misma pasta que Ciudadanos pero en plan Frente Nacional, sacaba millones de votos. Pero la pasta española no quiere. La pasta quiere que seamos progres, multiculturales y gilipollas.
Cuando la policia va a la escena de un crimen y empiezan a investigar, para encontrar al culpable/culpables la pregunta que lleva a coger al los criminales es ” quien se beneficia de este crimen, a quien le convenia este crimen”. Si se quiere saber quien esta detras de los ataques de Bataclan y Libano (ataques casi simultaneos) debemos preguntarnos, “cuales son las consequencias que se querian apresurar”. Esta bien claro que estos crimenes no benefician a ningun mulsulman y mucho menos a Siria. Todos sabemos ya que estan detras de Assad y hasta que no lo maten/quiten como hicieron… Leer más »
https://www.youtube.com/watch?v=NZ57nSBMFSw
https://www.youtube.com/watch?v=AoaQQj2dXj4
https://www.youtube.com/watch?v=tO65KSxWpp8
si esto es verdad,que se prepare espanna! los atentados en paris seran un picnic comparado a la venganza judia contra espanna! orden de arresto contra nettanyahu! http://www.infostormer.com/spain-issues-arrest-warrant-for-jew-kike-benjamin-netanyahu-and-other-israelis/
El enemigo está dentro. ¿Alguna duda?
ninguna
Diría que hay algún problema con el sistema de comentarios. Cuando paso uno de ampliación, en forma de respuesta, de otro mío anterior, el primero desaparece.
Un saludo.
Veo que ya está arreglado.
Muchas gracias a quien corresponda.
Estoy de acuerdo en todo, no faltaría más. Sólo creo que no se trata de derechas o izquierdas, se trata de patriotismo o antipatriotismo. Por tanto, no hablaría yo de extrema derecha sino, en todo caso, de patriotismo extremo o patriotismo superviviente, mejor.
Evidentemente, sí que es cierto que la izquierda se caracteriza por su antipatriotismo natural. Pero la autodenominada derecha tampoco le va muy lejos.
Me ha desaparecido el comentario anterior.
Decía, más o menos, que no se trata de ultraderecha sino de patriotismo. Presentémonos como patriotas radicales, extremos o supervivientes.
aqui tenemos un ejemplo de como son perseguidos en españa https://www.youtube.com/watch?v=qM41W1O6ZQg
Es la sudafricanización de Europa, gracias a la giliprogrecracia.
Creo que los africanos que menos hay en Europa son de sudáfrica.
Los enemigos de nuestra civilización, no están todos en el exterior muchos los tenemos aquí entre nosotros.
¡Ustedes lo ven perfectamente!.
En el momento que hacen o proponen hacer los políticos alguna Ley que sea para la SEGURIDAD DE ESPAÑA.
Los de IU y los de PODEMOS, es decir; los Comunistas desestabilizadores VOTAN EN CONTRA. cosa que los comunistas de otros paisís no hacen, pero en España tristemente a si pasa, a ellos les molesta que exista España, nuestra civilización y nuestra esencia de ser lo que la mayoría quiere ser.
Los enemigos de nuestra civilización son los que les interesa que esta historia continue, los mismos que han provocado la estafa economica, son esos hijos de puta que dominan el mundo los que ha creado esta amenaza y han provocado las invasiones metiendo el caballo de troya financiado, entenado y ideologizado por ellos.
Me cago en todos los que siguen los protocolos de los mierdas de Sion.
Los enemigos de nuestra civilización, no están todos en el exterior muchos los tenemos aquí entre nosotros.
¡Ustedes lo ven perfectamente!.
En el momento que hacen o proponen hacer los políticos alguna Ley que sea para la SEGURIDAD DE ESPAÑA.
Los de IU y los de PODEMOS, es decir; los Comunistas desestabilizadores VOTAN EN CONTRA. cosa que los comunistas de otros paisis