La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a cuatro años y medio de cárcel y al pago de una multa de 5.760 euros a un policía local de Valencia por un delito continuado de falsedad en documento oficial cometido por funcionario público. El agente multó en reiteradas ocasiones a un vecino que tenía el coche bien aparcado después de que éste le recriminara que la grúa enganchaba los coches de su calle sin denuncia previa. En la sentencia los magistrados también le recuerdan al condenado que la pena acarrea la pérdida definitiva del empleo de policía local.

Según constan en la sentencia como hechos probados, el acusado Miguel R. trabajaba habitualmente en la zona de la calle Río Escalona y el 11 de noviembre de 2011, tras retirar varios vehículos la grúa la víctima Jordi F. le recriminó al policía que era testigo de que la grúa se llevaba los coches sin que hubiese un boletín de denuncia.

Ante dichas quejas, y “a sabiendas de la injusticia de la sanción”, denunció el coche que habitualmente conducía la víctima. Miguel R. procediendo a “extender un boletín de denuncia reseñando que el vehículo estaba en doble fila y obstaculizando el carril circulación pese a que el coche estaba bien estacionado”.

A partir de ese momento, el policía multó hasta en siete ocasiones a la víctima, si bien la sentencia dice que solo se ha podido acreditar la falsedad de la última de las denuncias. En dicha denuncia volvía a aseverar que el coche estaba en doble fila cuando, en realidad, el vehículo se encontraba en un taller. Además, en todas las denuncias el agente escribía que no se había podido notificar la denuncia al interesado porque éste estaba ausente. En todas salvo en la última que era en la que, en realidad, el coche estaba en el taller.

Respecto al juicio, llama la atención que los magistrados dan total credibilidad a los testigos de la víctima, sin embargo tildan de “rayano en el delito de falso testimonio” la declaración del compañero del condenado. Además, para los jueces el policía incurrió varias veces en contradicciones totales diciendo por un lado que no conocía de nada a la víctima cuando a un compañero le dijo que tenía sus datos porque ya le había multado varias veces o que su primer contacto con él fue cuando le puso la primera denuncia, cuando sin embargo habían discutido previamente por el incidente de la grúa.