“Un hombre sin dinero, es un bulto sospechoso”
¿Cuántas veces nos advertían nuestros profesores y párrocos en nuestra infancia y adolescencia? Se nos rellenaba de principios y valores, de respeto a nuestros mayores y a nuestros padres, y continuamente se nos advertía que la codicia era el mal que todo lo destruye y corrompe. La humanidad, la honradez y la lealtad, estaban por encima de cualquier riqueza o fortuna.
La nación estaba unida y gozaba de paz, trabajo y seguridad. Las jóvenes parejas que se unían en matrimonio, tenían ilusión por formar una familia y no les importaba casarse con cuatro muebles y dos juegos de sábanas, porque tenían la posibilidad de adquirir una vivienda a pagar a cincuenta años vista, con el préstamo que les concedía aquella “Caja de Ahorros”, hoy saqueada y expoliada con el beneplácito del sistema. Y, lo más importante, disponían de un puesto de trabajo “fijo” que les daba una seguridad y les hacía ver el futuro con esperanza para sus hijos.
Sin embargo hoy, mucho partido político y mucho vocinglero hablando de libertad para blindar su particular “parasitocracia”, pero la realidad es que tenemos una nación donde todo vale, destrozada y en manos de corruptos, una juventud sin ilusión ni futuro, una deuda eterna, y un índice de criminalidad que tiembla el misterio.
La codicia, aquel mal del que nos advertían nuestros maestros, ha terminado por institucionalizarse. El dinero lo corrompe todo, hasta tal punto, que se miente por dinero; se traiciona por dinero; se contrae matrimonio por dinero y, lo que es todavía más grave, se amenaza, se extorsiona y se asesina por dinero. Casi me atrevo a decir, que el noventa por ciento de la criminalidad en nuestro país viene originada por disputas cuyo principal exponente es el dinero.
Tráfico de drogas; raptos, secuestros y extorsiones; disconformidad en las herencias; lucha de mafias por el control de todo; tráfico de personas; problemas derivados de la morosidad; cientos de miles de delitos contra la propiedad; y una agresividad a todos los niveles y en cualquier rincón de nuestra geografía, originada principalmente por una sociedad carente de principios y valores, y muy limitada por la falta de trabajo e ilusión para establecerse en el materialismo y el consumismo machaconamente publicitado e impuesto por este sistema político.
Pero, ¿que patrón hemos seguido para llegar hasta aquí? Sin duda alguna el norteamericano. Permítanme que traiga a colación la triste historia que tuvo lugar en 2001, de un ciudadano español en el corredor de la muerte. Una sentencia muy democrática en los Estados Unidos, que se vio revocada gracias al dinero recaudado por los padres del reo. Cien millones de las antiguas pesetas lo solucionaron todo. Una vez más, quedó en evidencia el sistema judicial, dicen, más “independiente y democrático” del mundo. Los padres de Joaquín José Martínez buscaron el dinero por todas partes, pero, fue aportado en su mayor parte por una productora cinematográfica que, viendo en aquel caso una película millonaria, tuvo el “gesto bondadoso” de realizar la inversión.
Hoy, en España, se nos presenta a través de la “caja tonta” un sistema de vida en forma de sueños, a sabiendas de que un millón de hogares no tienen ningún tipo de ingreso, y de que el salario mínimo disponible para millones de españoles es de 700 €. Se nos publicitan joyas, mansiones, bacanales, orgias, viajes, coches, entretenimientos carísimos, y una variedad de manjares y caprichos, que para nada están al alcance de la mayoría de la población. Muchos españoles sin recursos se encuentran entre rejas por no poder depositar una fianza, y sin embargo, procesados “podridos” de dinero y el riñón bien cubierto siguen en libertad, depositando fianzas y pagando para su defensa a eminencias del derecho con el fruto de sus delitos.
Ya es hora de que reaccionemos de una puñetera vez. Digamos NO a unos políticos y a un sistema, donde únicamente el dinero es el principal protagonista; un sistema donde la desigualdad va en aumento; donde la clase media está desapareciendo mientras las grandes fortunas y en plena crisis ven crecer su riqueza y su patrimonio; donde la justicia no es igual para todos porque están teniendo lugar procesos judiciales y se están dictando sentencias tan aberrantes, que ya comienzan a leerse locuciones populares como ésta: “El Derecho Civil sirve para que los ricos roben a los pobres, mientras el Derecho Penal impide que los pobres roben a los ricos”.
Antes, era una máxima ser “pobre pero honrado” bajo la premisa de aquella frase que nos inculcaban nuestros educadores de que “el dinero no hace la felicidad”. Hoy, desgraciadamente, y en vista de lo que acontece, es más propio decir que “un hombre sin dinero, es un bulto sospechoso”.
Algunas frases de aquí y allí, cínicas, pero de rabiosa actualidad. -Pobre, pero honrado, se sustituye por: pobre, pero tonto. -Frase made in USA:Tendrás tanta justicia como puedas pagar. -El dinero, no da la felicidad, la compra. -El honor y la honradez, no se pueden cocinar. -La verdad, no es mas que una mentira por descubrir -La de la ex-ministra, es para enmarcar: El dinero público, no es de nadie. -Ésta, me la dijo un individuo a mí, en presencia de la impasible Guardia Civil: Si Vd. deja algo en la calle y se lo roban o rompen, la culpa… Leer más »
No le falta razón amigo. Mi madre siempre nos decía que la codicia era lo peor de lo peor, y que rompía las familias…., y todo lo que toca.
Gran artículo señor Román, como siempre, poniendo el dedo en la llaga.
Saludos desde Campredó
Así es, prima ante todo el status laboral y económico, según tu posición en la sociedad serás tratado en todos los ámbitos de la vida, en lo familiar y en lo administrativo que por recomendaciones recibirás alguna dádiva. Hubo un tiempo en que con cuatro chavos las familias salíamos hacia adelante con dificultades, pero hoy en día con cuatros duros eres pobre y rico en responsabilidades y quebraderos de cabeza, no me extraña ligando este artículo con otro publicado sobre los suicidios en España, algo que se alertó hace ya años en la plataforma de las clases medias. Va en… Leer más »
Como decía Guerra, a España no la conoce ni la madre que la parió. Todo está del revés, y por eso todo va mal. Si el planeta no ha reventado ya es porque sin duda, quedan muchas personas que en su ámbito vital, laboral… hacen lo correcto y contrarrestan (insuficientemente) la acción perversa de quienes manejan el poder.
Otro certero artículo Sr. Román, coincido con usted plenamente.
Se me olvidaba: Rajoy y sus secuaces todo lo harán PROPORCIONALMENTE. No se agobie. Amén dos veces.
Sr. Román: Ignoro a que clase de colegio habrá ido usted, en el mio me decían: ¡robar!, ¡matar!, ¡violar!, ¡engañar!, ¡no ser nunca fieles!, ¡traicionar!, ¡sed indecentes e indignos!, ¡dar mal ejemplo! ¡desobedecer siempre! ….. ¡Oh! ¡Que tiempos aquellos!… En fin “lo contrario” de lo que se enseña hoy en día…… Disculpe si le hago una referencia histórica de Lincoln, ya conocida, pero que viene al pelo: “Un político puede engañar a unos todo el tiempo, y puede engañar a todos por algún tiempo. Pero lo que no podrá lograr es engañar a todos todo el tiempo”. También decía –… Leer más »
Gracias por tu comentario José Alberto. Tu ironía es genial. La cita también.
Un abrazo.