“Viernes negro” o fraude a la carta
“Black Friday” es el nombre original de una especie de “fraude a la carta”, al que para publicitarlo en países que siguen un patrón norteamericano como España, le dan un aire meramente anglosajón. Es una denominación para prescindir y evitar la picaresca española, pero que al aplicarle una seriedad ficticia, lo convierten en delictivo. Yo prefiero llamarlo “viernes negro”, así, en nuestro idioma, que por algo es el segundo más hablado en el mundo después del chino, tiene mucha más enjundia, y es la forma más sencilla de que cualquier español pueda entenderlo sin ninguna dificultad.
Un gran número de empresas aprovechan para subir los precios días antes del “viernes negro” para después, llegada esta fecha, los descuentos parezcan mayores. Las compañías afirman que este tipo de cambios en el coste de los productos se deben a fluctuaciones del mercado tecnológico e informático. Otro de los argumentos de estas empresas ha sido que algunos productos no estaban dentro de la promoción, etc.
Este año, la palma se la ha llevado Media Markt. La empresa del “Yo no soy tonto” ha sido la más denunciada durante esta campaña de ventas prenavideña, siendo acusada de manipular los precios. Las redes han echado humo con dedicatorias tan numerosas y acusadoras, que podríamos resumirlas en algo así como “viernes negro” o fraude a la carta”.
Pero, hagamos un poco de memoria. Tiremos de hemeroteca particular y seguro que encontramos información de Media Markt para traer a colación. Gestionar bien y velar por la buena imagen de una multinacional, deben ser las principales funciones del ahora llamado “community manager”, que no es otra cosa que una especie de “administrador de la comunidad” pero escondido frente a un ordenador como una comadreja. La repercusión de las labores de este novedoso puesto de trabajo, cobró repercusión mediática tras la actuación del sujeto encargado del Twitter de esa empresa durante el día 12 de octubre de 2013.
Aquel “bocachanclas” que ocupaba el puesto en aquellas fechas, tuvo la feliz idea de vomitar su hispanofobia haciendo referencia en su publicidad para un día tan señalado, al desfile de las Fuerzas Armadas celebrado aquel sábado en Madrid. Aquel gilipollas del “Yo no soy tonto”, lanzó su regurgitación contra la prestigiosa y admirada Legión española”. Los mensajes decían lo siguiente:
¡Déjate de desfiles y tira hacia tu Media Markt favorito! ¿Ver a la Legión, o pasarte a ver las nuevas TV 4K o el Samsung Galaxy Gear? ¿Vivir en el siglo XIII, o ser un ciudadano del siglo XXI?
Las protestas de los ciudadanos no se hicieron esperar, pero aquel sujeto, lejos de reconocer su error de manera lacónica, humilde y sencilla, todavía hizo alarde de su mediocridad:
“Nuestras madres nos han llamado y quieren irse a dormir tranquilas. NUNCA intentamos ofender a nadie, si así ha sonado, lo sentimos”.
Si cualquiera de nosotros, hubiese lanzado algo mínimamente parecido en Alemania, pueden estar ustedes seguros que la iniciativa hubiese sido similar a la que adoptaron las autoridades germanas de forma prematura contra los pepinos españoles, cuando señalaron a España con el dedo acusador en 2011 de la propagación de una bacteria (Escherichia Coli) que mataba a la gente de manera fulminante. En aquella ocasión, y una vez realizados los análisis correspondientes, tuvieron que tragarse el sapo y rectificar, exculpando a las firmas españolas de ser las responsables de la muerte de una quincena de personas. Una vez más, el gobierno español se bajó los pantalones, no respondiendo de manera firme y contundente ante unas acusaciones tan graves de un país socio de la Unión Europea.
De cualquier forma, han pasado ya dos años de aquella ofensa a la Legión, y miles de ciudadanos que tampoco somos tontos, seguimos sin poner un pie en esos establecimientos de “explotación laboral”. El que compra cuando quiere y no cuando puede, bien compra.
¡Que envidia siento de usted Sr. Román! Tengo que reconocerlo, porque las verdades cantan y son irrefutables. Escribe usted, no ya como los ángeles, sino como el Espíritu Santo, personalmente y en persona, que diría Cantinflas. Aquí todo se copia de USA, además, las circunstancias políticas ayudan y de que manera (Cataluña y las elecciones son uno de los muchos ejemplos), a saber: Black Monday, Black Tuesday, Black Wednesday, Black Thursday, “Black Friday”, Black Saturday y Black Sunday. Todo es black, y nada white (y sin perspectivas que lo sean). ¡Valiente porvenir nos espera! Hablando de anuncios, no se le… Leer más »
Un fraude, pero lo que le gusta a la gente, es una ilusión como un espejismo, es lo que desean, consumir pensando que compran el ” chollo “
Y se critico a alemania cuando se hizo antes de que salieran los resultados por si eran o no