¿Qué juez te ha tocado?
Dice Soraya Sáenz de Santamaría refiriéndose a las mujeres, que ellas no están solas; que no se dejen inspeccionar el móvil por su pareja; que denuncien sin miedo cualquier agresión física o psicológica, etc. Y ahora, cuando un activista de extrema izquierda –por muy menor de edad que este sea-, agrede con virulencia nada menos que al presidente del gobierno, dice la “gogo del hormiguero” que eso no tiene importancia, que es un hecho puntual, y que con un poco de hielo se arregla.
Luego está el Fiscal de menores de Pontevedra, quien seguramente para darse pábulo, sale “avisando” de las consecuencias que puede acarrear a los medios de comunicación que publiquen datos sobre ese menor indefenso. Mire usted, ese criminal de 17 años de extrema izquierda y separatista, podía perfectamente haber matado al presidente del Gobierno si el golpe se lo hubiese dado un poco más arriba del pómulo. Este tipejo de 17 años, bien conocido en las comisarías y aledaños por su hispanofobia, actuó en cuadrilla bajo un plan perfectamente orquestado para agredir a Mariano Rajoy amparándose en su minoría de edad, mientras el resto de la banda lo jaleaba y azuzaba. Este “pijoprogre” de familia adinerada, para ser más podemita que nadie y siguiendo la vieja fórmula de los “kale borroka”, en su mayoría hijos de extremeños y andaluces que emigraron a Vascongadas en la década de 1960, ingresaban en ETA y cometían los crímenes y atentados más execrables para demostrar que eran más vascos y más gudaris que nadie.
Pero, lo que te deja sin aliento es la reacción del jefe del Ejecutivo, quien para no ofender a los MEDIOS INFORMATIVOS que mandan en este país, dice que no piensa presentar contra su agresor ninguna denuncia porque se trata de un hecho puntual. ¡Fantástico señor Rajoy!, no tiene usted desperdicio ¿Un hecho puntual? ¿Y las agresiones a los examinadores de Tráfico? ¿Y las agresiones a médicos y enfermeras en ambulatorios y hospitales? ¿Y las agresiones a maestros en institutos y colegios? ¿Y la muerte de un profesor en Barcelona de la mano de otro menor de edad? ¿Y los parricidios que están teniendo lugar en cualquier punto de España? ¿Acaso son hechos puntuales?
Pero es que además, con un cinismo que tiembla el misterio, no quieren acordarse ni usted ni sus lacayos, de los escraches sufridos y llevados a cabo por parte de estos energúmenos de la misma extrema izquierda a la que pertenece su agresor, señor Rajoy.
Ustedes presidente, espolean a la gente para que denuncie si se es objeto de agresiones y víctima de algún delito, y se lamentan de que nadie quiere ser testigo de nada. Pero, con el ejemplo que están dando, ¿quién va a confiar en el Gobierno y en la Justicia? Nadie cree ya en las Instituciones; al contribuyente le infunde mucho más miedo –que no respeto-, recibir una carta de cualquier Ayuntamiento, de la Jefatura de Tráfico o de Hacienda, que ser requerido por un policía en la calle por infringir la norma.
Recuerdo una anécdota muy curiosa, que refleja claramente y pone de manifiesto, la opinión que a un ciudadano normal y corriente le merece la Justicia en nuestro país. Se trata de una conversación en un bar de dos empleados de la construcción mientras almorzaban. Uno le dice al otro:
-“Tienes mala cara, ¿te ocurre algo?
-Pues, no sé si te lo he contado, pero hace aproximadamente quince días al regresar a casa después del trabajo, y cuando me disponía a estacionar mi coche en el garaje del edificio donde vivo, vi como un joven de unos 20 años estaba orinando junto a la puerta del ascensor. No se trataba de ningún vecino, yo no lo había visto nunca. Le llamé la atención por lo que estaba haciendo, y comenzó a insultarme llamándome ¡puto fascista! Pero, lejos de salir huyendo, se vino cara a mí con intención de agredirme con un palo que llevaba. Total, que conforme se acercó, no me iba a quedar quieto para que me golpease, le agarré el palo y le solté dos “ostias” que hicieron que cayese al suelo. Ya no se levantó, se quedó como muerto. Llamé a la Policía contándoles lo ocurrido, y vinieron con una ambulancia para llevarse al chaval. La Policía me dijo que tenía que pasar por la Comisaría para prestar declaración. Una vez en comisaría y tras contar detalladamente lo sucedido, en una conversación informal uno de los policías me dijo que aquel tipo era un conocido “perroflauta” que ni trabajaba ni estudiaba, pero que curiosamente siempre era visto en todas las manifestaciones y algaradas de la extrema izquierda montando bronca. También me dijeron que habían estado en el hospital y que mi agresor había sufrido una conmoción seguramente al golpearse con el suelo al caer.
Pues bien, resulta que anoche al llegar a casa tenía una notificación del Juzgado por la que debo comparecer el próximo lunes”.
El otro albañil que había escuchado atentamente el relato de su compañero, se le queda mirando y le pregunta:
-“¿Qué Juez te ha tocado?”.
¡Bravo señor Román! Cada vez que leo artículos como este, corroboro mucho más en reuniones con mi familia, la razón por la que este medio es marginado por los partidos del sistema y sus canales de información. A los partidos políticos designados por las televisiones, las emisoras de radio y la prensa que ejerce el poder en este país, NO LES INTERESA que las VERDADES que se dan a conocer a través de Alerta Digital lleguen a los hogares de los que con su sangre, con su sudor y con sus lágrimas, mantienen toda esta farsa, todo este engaño, y… Leer más »
En los cuarteles de la Guardia civil, aún se puede leer TODO POR LA PATRIA
En las sedes de los partidos, podrán poner un cartel grande con la inscripción TODO POR LOS VOTOS o bien TODO POR LA POLTRONA
Se nota que estamos en campaña electoral ¿no, señor Rajoy? pues nada, nada, cómase la “hostia” y no denuncie, pero no crea que quien se la dio, ni ninguno de su cuerda, le va a votar.
Y luego el otro debió hacerle un pronóstico de la sentencia con error despreciable.
¿Por qué en España es tabú lo de la independencia judicial? ¿Algún jurista que nos lo aclare de manera diáfana?
De cualquier modo, la frase ¿qué juez te ha tocado? puede dar mucho de sí para ciertas campañas de concienciación…del todo necesarias.