Participantes en la fiesta, litrona en mano, en el sillón del concejal

El concejal de Ahora Madrid y presidente de los distritos de Puente y Villa de Vallecas, Francisco Pérez Ramos, organizó una fiesta en el salón de plenos de la Junta del primero de ellos el jueves a primera hora de la tarde que está dando mucho que hablar en el barrio. No faltó nada: alcohol, música en directo y, según algunos testigos (fuentes municipales lo niegan), hasta se fumó tabaco en las instalaciones. Lo más llamativo del asunto es que todo esto ocurrió en el salón de plenos del distrito, en la avenida de la Albufera, cuyos escaños sirvieron como improvisadas barras de bar.

Según algunos de los presentes, cada uno de los participantes puso 5 euros y había gente fumando y bebiendo también en la balconada que da a la principal arteria de Puente de Vallecas. La juerga estuvo «amenizada» por Luis Farnox, más conocido como El Mecánico del Swing, un músico del barrio y asesor del concejal; quien, por cierto, actuó el pasado octubre en el Ateneo Republicano de Vallekas. El jueves tocaba la guitarra en la fiesta dentro del salón de plenos, entre litrona y litrona.

La celebración tuvo lugar entre las dos y las cuatro de la tarde, cuando el servicio de atención al público en la Junta se acaba a las cinco de la tarde. Según fuentes del Ayuntamiento que dirige Manuela Carmena, «se trató de una reunión de Navidad organizada por los trabajadores» del distrito. Pidieron permiso al concejal Pérez Ramos, que cedió las instalaciones y participó en la fiesta, «invitado por los trabajadores que la organizaban».

Algunos testigos afirmaron a este periódico que el edil tocó el cajón, algo que desmienten desde el Consistorio. Eso sí, las mismas fuentes municipales confirmaron que «se consumieron cerveza (8 botellas de litro) y refrescos, nada de alcohol de alta graduación». Tampoco les constaba que «se fumara dentro de las dependencias», algo que sí sostienen diversos testigos. Pese a que se celebró durante dos horas en las que se atiende a los vecinos, «no se les dejó de dar servicio».

Hubo algunos instrumentos de percusión, que, según explica el Ayuntamiento, «se tocaron una vez finalizado el horario de atención al público». Añaden los mismos informantes que, tras el festejo, «las dependencias utilizadas quedaron limpias y en perfecto estado».

Sobre el hecho de que se montara la juerga, explican: «Se recupera de este modo una tradición de los trabajadores de festejar la Navidad, como se hace en la mayoría de los sitios de trabajo».

ABC