Tres historias que definen claramente ante qué y con quién nos enfrentamos
Les voy a relatar brevemente tres historias que han tenido lugar en España durante los últimos años, con el fin de que nos demos cuenta, no solo de cómo hemos llegado hasta el punto en que nos encontramos, sino que definen claramente ante qué, y con quién nos enfrentamos.
Primera historia:
El 17 de noviembre de 2000, el entonces ministro de Defensa del gobierno de Aznar, Federico Trillo, ordenó el cese inmediato del delegado de Defensa en Gerona, el coronel don Francisco José Mateo Seguí, después de que éste justificara la escasa presencia de mujeres entre los soldados profesionales alegando que muchas de ellas se quedaban en el camino “porque no son capaces de hacer ni una sola flexión” en las pruebas físicas.
La decisión adoptada por Trillo fue aplaudida por todos los partidos, que la calificaron de “ejemplar y oportuna”, porque “no se puede permitir el menosprecio a un colectivo como el de las mujeres, ni permitir bromas machistas y patriarcales”.
El “delito” cometido por el coronel Mateo fue, a preguntas de los periodistas, hacer balance sobre las solicitudes, tanto de hombres como de mujeres, a alistarse en el Ejército español. En el caso de las mujeres, señaló, “la mayoría no pasan las pruebas físicas de flexiones, de salto y de carrera. Hay otro grupo de mujeres”, añadió, “que no realiza ni una sola flexión de las que se hacen en el suelo. Se trata de pruebas muy fáciles de superar que, sin embargo, ellas no pasan”.
La repercusión que tuvieron sus palabras en los medios de comunicación, dieron origen a su cese fulminante, cuando lo único que hizo fue constatar un hecho objetivo contestando a una pregunta de los informadores.
Segunda historia
El día 6 de enero de 2006, el entonces ministro de Defensa José Bono cesaba en el cargo al teniente general jefe de la Fuerza Terrestre del Ejército de Tierra don José Mena Aguado, por hacer alusión durante el discurso de la Pascua Militar, a la posibilidad de una intervención del Ejército en el caso de que el futuro Estatuto de Cataluña excediese los límites constitucionales. El ministro Bono, informaba de inmediato al portavoz de CiU en el Congreso, Durán y Lleida, que el general sería sancionado.
El “delito” cometido por el teniente general Mena, fue alertar de las “graves consecuencias que tanto para las Fuerzas Armadas como institución, como para las personas que las integran, podría conllevar la aprobación del Estatuto de Cataluña en los términos que está planteado”. Según el teniente general Mena, “el hecho de que en una autonomía sea exigible el conocimiento de su lengua particular es una aspiración desmesurada que obligaría en las Fuerzas Armadas a regular los destinos a esa autonomía, de la misma forma que actualmente se regulan los destinos en el extranjero”.
Tercera historia:
El 26 de octubre de 2015, el parlamento catalán da por iniciado el proceso independentista. Todavía no se sabía que Carles Puigdemont (alcalde de Gerona) finalmente sería elegido presidente de la Generalidad, pero la nueva presidenta del Parlament aprovechó la sesión constitutiva para dejar claro que los independentistas se veían legitimados para poner en marcha el proceso de secesión.
Forcadell cerró su discurso dando vivas al “pueblo soberano” y a la “república catalana”. Y añadió: “Con esta undécima legislatura del Parlament también cerramos la etapa autonómica. Protagonizamos un momento fundacional: De un Parlament regional de competencias limitadas, recortadas y recurridas, a un Parlament nacional con plenas atribuciones”.
Como ven, son tres historias que, como he dicho antes, definen claramente ante qué, y con quién nos enfrentamos. Todos los partidos políticos –especialmente el Partido Popular-, lo tienen rigurosamente claro. Como te salgas del guion, como no sigas el patrón establecido -aun creyendo que defiendes y cumples con la Constitución-, no tienes ningún futuro; caerá sobre tí todo el peso de los Tribunales de Justicia, y el linchamiento está más que asegurado. Los militares por ejemplo, en nombre de la disciplina, se encuentran en la más absoluta indefensión, los políticos por el contrario –aunque sean secesionistas-, en nombre de la democracia y de la libertad de expresión, no solamente hacen y dicen lo que les viene en gana, sino que a su vez, tienen la potestad de cesar a los militares, desobedecer e incumplir la Constitución, y proclamar la independencia de una región española sin que pase absolutamente nada.
Lo de la intervención(aunque en Euskadi), la había planteado el general Aramburu Topete en los 80,siendo ministro de Defensa Gutierrez Mellado,y la respuesta de UCD,fue parecida.
tiene usted toda la razón sr. Román. se puede decir mas alto pero mas claro no. de esa manera han destrozado al ejército. ahora ya no existe. por eso están los separatistas tan contentos. la masonería consiguió su objetivo. ya no solo eso, acto seguido coparon los medios de comunicación y a contar todas las mentiras que haga falta para tergiversar la historia y engañar a todos. y la gente a tragar…… penoso y lamentable.
¡¡¡CHAPEAU!!! Gracias por tan interesante información. Más detallada imposible. Lo que hace falta es que llegue a todos aquellos del voto útil y