El Rey ha escuchado en el Palacio de la Zarzuela a los líderes políticos de los partidos que han obtenido, en las pasadas elecciones, una mayor representación parlamentaria. Y entre ellos al líder de Podemos, ya que es el tercera fuerza política en número de escaños. Parece que Rajoy va a ser el primero en presentarse a la investidura para ser Presidente del Gobierno. Incluso sabiendo que el PSOE va a votar en contra, quiere intentarlo, por si acaso.

Ya que circulan rumores acerca de que Guerra, y otros políticos históricos del partido socialista no descartan la abstención de los suyos en la votación de investidura. Algo que cada vez parece más improbable. Aunque desde el PP se pronostica una catástrofe, si consigue la investidura Pedro Sánchez, tal vez no sea así.

Entre otras cosas, porque se formaría un gobierno mixto en el que el PSOE sería, supuestamente, el factor moderador respecto a Podemos e Izquierda Unida, etc. Suponiendo que sea necesario, ya que el tripartido así constituido pactaría y acordaría medidas para mejorar, fundamentalmente, la situación socioeconómica de España, y de sus ciudadanos. Y no es un disparate pensar que esto es posible y factible.

La oferta de gobierno de Pablo Iglesias plantea un Ejecutivo mixto. De tal forma que los tres partidos ya citados tengan una representación proporcional en el nuevo Consejo de Ministros. Con un ministerio para Alberto Garzón, quizás, el de trabajo, aunque no se sabe todavía.

En lo relativo al ministerio de la Plurinacionalidad, propuesto por Iglesias, se puede pensar que es, una forma de buscar soluciones, para preservar la unidad de las nacionalidades que conviven en el territorio español.

De todos modos, tal como ya está el tema del independentismo catalán, parece que no hay mucho que perder, en vista de lo que ya ha sucedido con el desafío de la hoja de ruta de Puigdemont, que pretende llegar a constituir la república catalana.

Respecto a los ejes de gobierno que pretende poner en marcha Iglesias, como vicepresidente de un futuro gobierno de Sánchez, los objetivos, en principio, parecen meridianamente claros.

El primero sería la puesta en vigor de una ley de Emergencia social. Y es que garantizar unos servicios asistenciales mínimos para numerosos ciudadanos que los necesitan, es algo de justicia. Paralizar los desahucios y proporcionar una renta mínima de subsistencia es prioritario, siguiendo lo que dice el artículo 25 de los Derechos Humanos. Y la prestación de desempleo no puede agotarse, y dejar sin medios económicos a los parados. Ya que tienen que alimentarse y vivir. Que seamos una potencia en Derechos Humanos es una de las aspiraciones de Iglesias, planteamiento racional y entendible, también desde una perspectiva de justicia social, y desde la solidaridad cristiana.

Además, Pablo Iglesias quiere blindar los derechos sociales, algo que, a mi juicio, es absolutamente necesario por numerosas razones. Sin que se produzcan recortes o privatizaciones en los servicios públicos esenciales: educación, sanidad o atención social.

En definitiva, ir avanzando hacia una verdadera justicia social del modo más rápido y efectivo posible. En lo relacionado con las denominadas puertas giratorias deben ser suprimidas. Y también es necesaria una nueva ley electoral que sea más proporcional que la actual. En estas dos cuestiones considero que también tiene razón el líder de Podemos.

En lo referido a la reforma de la Justicia creo que, lo más esencial, es aumentar el número de jueces y de personal para que sea más rápida.

También hay seguir preservando la independencia del poder judicial frente a potenciales presiones políticas, etc.

Ciertamente, los parlamentarios de los diferentes partidos pueden estar de acuerdo en unas medidas sociales mínimas que garanticen un Estado del Bienestar para todos, para que desaparezcan la pobreza y la marginación social. Ha llegado el momento, en la actividad política de nuestro país, de alcanzar acuerdos y pactos de gobierno.