La denominada Operación Taula que ha descubierto la trama de corrupción en el PP de Valencia está dando mucho que hablar. Porque ya se han producido 24 detenciones y 29 personas están siendo investigadas.Ya se han realizado diversos registros por toda la Comunidad valenciana. Los empresarios arrestados forman parte, presuntamente, de una trama dedicada al pago de comisiones ilegales a cambio de adjudicaciones fraudulentas.

Lo que se realizaba amañando contratos, etc. También se está investigando la presunta financiación ilegal del PP en Valencia, según afirma un medio de información. Si a todo esto se añade el caso Gürtel puede pensarse que la capacidad de los corruptos para disimular su robo en Valencia de fondos públicos, procurando su enriquecimiento ilegal, se vio favorecida por la maraña de asuntos de corrupción existentes en estos últimos años.

La supuesta manipulación de macrocontratos parece que alcanza cifras altas: millones de euros. Además, ciertos dirigentes del PP de Valencia parece que cometieron un presunto delito de blanqueo de capitales. En definitiva, prevaricación, cohecho, malversación de fondos públicos, etc.

Es, a mi juicio insuficiente que, la dirección del PP en Madrid, diga que expulsan a los detenidos, y que la justicia alcanza a todos los corruptos de todos los partidos.

Y esto, también lo piensan, diversos intelectuales que conocen todo lo que ha pasado, en estos últimos años, con la corrupción en el Partido Popular. Hace falta, tal vez, alguna dimisión.

Y aunque se persiga con igual rigor la corrupción independientemente de las siglas políticas, los análisis que se pueden realizar sobre los casos de corrupción son demoledores. Y pensar en una regeneración política de este partido requiere cambios, y la asunción de responsabilidades políticas, en mi opinión, al más alto nivel en la dirección del PP.

Lo cierto es que la ciudadanía sabe que la corrupción ya ha quitado numerosos votos al partido en el gobierno en las recientes elecciones generales, por razones obvias.

Porque estas redes de corrupción, nunca tendrían que haber campado a sus anchas. En cualquier caso, tendrían que haber existido unos estrictos controles administrativos, y del propio PP para que esto no hubiera sucedido.

No extraña, por tanto, que en el PSOE se diga que la corrupción es un problema sistémico del PP, y que afectará a las negociaciones de cara a la votación de investidura.

En relación con esto, César Luena secretario de Organización y Acción Electoral, y número dos de la Ejecutiva del partido socialista considera que, si el Rey propone por segunda vez como candidato a la presidencia a Rajoy, debe aceptar y presentarse a la investidura. Algo que me parece razonable.

Lo que puede suceder la próxima semana es que, si Rajoy no consigue el deseado pacto entre PP, PSOE y Ciudadanos, que es lo más probable, si se tiene en cuenta lo que ha dicho hasta la saciedad Pedro Sánchez, le corresponderá intentar ser Presidente del Gobierno al líder socialista. Aunque parece que las negociaciones están siendo arduas y muy difíciles entre el PSOE y Podemos.

Algo que puede complicarse aún más con las exigencias de otros partidos con muchos menos escaños, pero que son imprescindibles para el pacto de investidura de Sánchez, ya que ponen como condición algunas líneas rojas para la negociación. Son las relacionadas con el referéndum en Cataluña, etc.

Evidentemente, la situación sigue abierta. Puede ser necesaria una repetición de las elecciones. Algo que no considero bueno, por la inestabilidad que causaría a nivel económico y social.