Santiago de Chile cumple 475 años con el desafío de la ola migratoria y el transporte
Santiago de Chile cumple este viernes 475 años de vida con el desafío de acomodar a la creciente ola migratoria que llega a sus calles y mejorar el transporte colectivo en una urbe de siete millones de habitantes.
Capital del país más sísmico del mundo, fundada un 12 de febrero de 1541 en las cercanías del río Mapocho, Santiago se ha transformado en los últimos 20 años en el nuevo Eldorado de la emigración, sobre todo de los países vecinos.
“Por siglos estuvo acostumbrado a lo local, pero en el último tiempo se ha visto expuesta a una integración multicultural que sin dudas es la mayor en la historia del Chile republicano”, comentó a la AFP Hugo Rueda, investigador del Museo Histórico Nacional.
Incentivados por ventajas económicas, a la histórica llegada de peruanos que constituyen la mayor colonia migrante, con casi 200.000 personas, se han sumado bolivianos, colombianos, argentinos, venezolanos y españoles.
Ahora el desafío es “integrar a las distintas comunidades que llegan a la ciudad, hacerlas convivir armónicamente y que esa multiplicidad de culturas generen un mestizaje cultural, lo que estamos comiendo, bailando y cómo entendemos los espacios públicos”, agregó el historiador.
Más y mejor transporte público
Con más de siete millones de habitantes, la región que alberga la capital chilena -un valle enclavado entre cerros y la cordillera de los Andes- cohabita con la contaminación generada por la concentración de humos y el crecimiento vertical de sus edificios.
El nuevo icono del Santiago moderno es el Costanera, un edificio con 300 metros de altura y 64 pisos.
“La ciudad ha sufrido una modernización importante en los últimos 30 años”, destacó Alan Mrugalski, jefe de División de Análisis de la Intendencia de Santiago.
Pero el crecimiento inmobiliario, con construcciones antisísmicas ?que le permite soportar los movimientos telúricos que azotan el territorio- generó problemas similares a los de otras ciudades de América Latina, como la hiperconcentración y el crecimiento en extensión que ha ido comiendo hectáreas de suelo aptas para uso rural, acotó el funcionario.
Con grandes extensiones que recorrer a diario, los capitalinos sufren problemas de conectividad y aglomeración en el sistema de transporte público, una problemática que acapara los grandes proyectos que desarrolla el Gobierno de la socialista Michelle Bachelet en la ciudad.
Un corredor exclusivo para buses en la principal avenida del país, ampliar las ciclovías y la construcción de dos nuevas líneas de metro que estarán listas en 2017 y 2019 son algunos de los proyectos que buscan mejorar el transporte público para incentivar a los ciudadanos a dejar el automóvil en casa.
Para Mrugalski, otros grandes retos son la generación de más espacios verdes en las zonas donde habitan poblaciones de bajos recursos y lograr una solución integral al procesamiento de la basura, en una ciudad que genera millones de toneladas de residuos y que todavía adolece de sistemas extendidos de reciclaje.
¿Cenicienta en Sudamérica?
Al igual que una treintena de ciudades en Latinoamérica, Santiago debe su nombre al apóstol patrono del Ejército español. Sin embargo, la actual capital de Chile careció del brillo y lujo que la Conquista dio a otras ciudades de la región.
“En la colonia, Santiago fue una ciudad muy pobre, nunca tuvo riquezas importantes porque el territorio era catalogado como en constante conflicto, estaba siempre sometida a una probable destrucción por el pueblo Mapuche que no se dejó dominar por los españoles por lo menos en los primeros 300 años”, explica Rueda.
Además, la ciudad sufrió grandes catástrofes, como el terremoto de mayo de 1647, que según los registros históricos derrumbó gran parte de las construcciones, y el reciente temblor de 2010, de 8.8 grados que, con centro en Concepción (sur), sacudió la capital chilena, hitos que también contribuyeron a que la arquitectura de un territorio que recibió el título de ciudad en 1552 sea en su mayoría contemporánea y sismorresistente.