La última propuesta cultural del Gobierno de Manuela Carmena se llama «GenitArte». Como ocurrió con el polémico Carnaval que acabó con dos titiriteros en la cárcel por enaltecer a ETA, han sido los vecinos del distrito de Tetuán los que han podido disfrutar de esta iniciativa del equipo de Ahora Madrid: una exposición organizada por la Fundación Sexpol con la que «visibilizar las actitudes que la sociedad actual mantiene en torno a los genitales como órganos secretos, privados, vergonzosos o impúdicos». La integran un conjunto de pinturas y esculturas de los órganos sexuales femeninos elaboradas por las alumnas de postgrado de Sexpol. Para su ubicación, la Junta de Distrito de Tetuán, presidida por la edil de Ahora Madrid Montserrat Galcerán, eligió el hall de entrada del centro cultural Eduardo Úrculo. Éste es un lugar de paso para todos los usuarios del centro, ya sean los estudiantes que acuden a la biblioteca o los participantes de los talleres y del resto de actividades que allí se organizan. Los niños que la pasada semana acudieron a ver la obra infantil de títeres «El ratón de la Mancha» tuvieron que atravesar el vestíbulo plagado, según la presentación de la muestra, de «genitales, chochos, coños, pollas y trancas llenas de placer, rebosantes de colores, con la intensidad del fuego o la ternura de la flor».

La situación no pasó desapercibida para algunos padres, que trasladaron sus quejas a los empleados municipales. No consideraban apropiado que una exposición de contenido claramente sexual, e incluso ofensivo, ocupara un lugar por el que niños y jóvenes pueden transitar para dirigirse, como ocurrió aquel día, al auditorio Joaquín Rodrigo.

La exposición «GenitArte» estaba programada, según recoge la información publicada por el consistorio y por la propia Fundación Sexpol en sus redes sociales, hasta este viernes. Sin embargo, la muestra fue desmontada ayer de improviso, tras las quejas de algunas familias. La Fundación Sexpol, en su perfil de Facebook, invitaba este martes a sus seguidores a visitar la exposición: «Quedan pocos días para que puedan ir a ver los trabajos estupendos de nuestras alumnas, no te la pierdas». La fundación hacía este llamamiento sólo unas horas antes del repentino desmontaje. “Chochos, coños, pollas y trancas llenas de placer, rebosantes de colores, con la intensidad del fuego o la ternura de la flor”. Así es como calificaron los organizadores los cuadros que colgaban en la exposición.

Con los dibujos que conformaban la exposición, sus autores buscaban «enfrentarse a su propia sexualidad, pero también a su visibilización, su significado o simbolismo, y por supuesto a la reivindicación de una sexualidad libre». Entre los trabajos expuestos destacaba uno, por encontrarse junto al cartel de presentación, dedicado a una superheroína bautizada como «Vulva Woman». En esa obra, el ex ministro de Justicia con el PP, Alberto Ruiz-Gallardón, aparece representado como un sacerdote pilotando el triplano que hizo famoso el aviador alemán conocido como el «Barón Rojo» en la Primera Guerra Mundial. Al margen de la crítica que implica la asimilación de Gallardón con la Iglesia católica, la autora de este trabajo quiso mostrar al ex alcalde de la capital lanzando desde su avión alianzas matrimoniales a la protagonista mientras ésta contraataca con píldoras abortivas.

El resto de obras que formaban parte de «GenitArte» no eran sino una sucesión de pinturas y trabajos sobre los órganos sexuales. Completaban el recorrido algunas esculturas, moldes y velas también con motivos alusivos a la vagina o al pene. «Esta exposición tampoco es ajena a la Cultura de los Género en que vivimos, pues incluso dentro del tabú encontramos las mismas herencias que los sexos que representan», afirmaba la fundación promotora de la exposición para añadir a continuación que, mientras «los genitales masculinos son recreados en función de su poder, potencia y energía» y como «símbolo de bueno, lo superior», los «femeninos son relegados a olores desagradables, a vergüenzas viscosas: cuevas húmedas y oscuras frente a bastones de mando, cetros, misiles».

«Genitalidad imperante»

La exposición se inauguró oficialmente el 11 de febrero, pese a que su montaje, por parte de varias trabajadoras de la Fundación Sexpol, comenzó mucho antes, en concreto el día 4. Los recelos y críticas de algunos de los vecinos que hacen uso de la biblioteca y del resto de dependencias del centro cultural comenzaron ese día. Este hecho y el desmontaje precipitado de la muestra han provocado una situación poco habitual: las obras estuvieron a la vista de todos durante ocho días antes de la inauguración y sólo siete tras esta fecha.

Al margen de los vecinos indignados que no han tenido más remedio que tropezarse con esta iniciativa, han sido muy pocos, según los trabajadores, los que se han desplazado a propósito a ver la muestra en el centro Eduardo Úrculo, situado en las inmediaciones de la Plaza de Castilla. Contados visitantes que pudieron leer, por ejemplo, que los «genitales de ambos sexos han sido ocultados y relegados a una sexualidad pobre pero exigente al mismo tiempo. La genitalidad imperante en la mayoría de sociedades, y concretamente en la occidental, es creadora y mantenedora de múltiples formas de malestar».

Tetuán, el distrito del carnaval, epicentro de la polémicas

Tetuán saltó a las portadas de los periódicos de toda España durante este mes de febrero por la organización del Carnaval. Una obra de títeres, en la que se sucedían varios asesinatos y violaciones, terminó cuando los actores mostraron una pancarta con el lema «Gora Alka-ETA». Esos dos actores pasaron varios días en la cárcel por enaltecer el terrorismo tras la denuncia que presentó contra ellos Carmena. Durante el pasacalles del Carnaval, algunas comparsas fueron advertidas por parte de algunos padres por las consignas de contenido sexual que coreaban. La Junta de Tetuán, coorganizadora del Carnaval y responsable de la muestra «GenitArte», como también del resto de actividades de los centros culturales, está presidida por la edil Montserrat Galcerán, militante de Podemos y Ganemos.