Crecen los extremismos gracias al bipartidismo corrupto
Pues eso. Que tras varias décadas de alternancia entre socialistas y populares, lo han conseguido. Como lo consiguieron los caciques de Venezuela, con un Gustavo Cisneros subvencionando -mil millones- a Felipe González con el dinero robado al pueblo, como lo consiguieron los caciques de Bolivia.
En esos países, como en España, la clase política dirigente creó un sistema corrupto que les beneficiaba, les hacía ricos a la vez que engordaba la cartera de los empresarios cómplices. A cambio la población que se empobrecía se hartaba y radicalizaba sus posturas. Y cuando cada vez hay más gente pobre y por las televisiones desfilan los corruptos y los que se han enriquecido, pasa lo que pasa.
Los resultados ya los estamos empezando a ver. Mientras, el ex ministro Soria decreta al dictado de las eléctricas, que seguro que le tienen guardado un puesto de consejero, con sueldo, coche oficial y demás prebendas, como a otros ex ministros, como a muchos altos cargos que salen de la política y entran en los club vips como algo natural. Socialistas y populares. Todos hacen lo mismo.
Y los que pagan un recibo de luz injusto y no llegan a fin de mes, se apuntan a los 15 emes. Votan a mareas, al de la coleta y de seguir así acabaremos con un chavista, guerracivilista más listo que Zapatero, en el consejo de ministros controlando Interior, Defensa, Economía y las televisiones, claro.
En el debate celebrado en la cámara baja, para la no investidura de un chillón y faltón Pedro Sánchez, se ha prendido una mecha que nos lo hará pagar. Cuando el vaso se llena y rebosa lo mancha todo. Muchos de los votantes centristas, de PP y PSOE se han cansado de “ERES” en Andalucía, de “Ratos”, “Granados”, “Ignacios Gonzalez’s” y votarán al radical, al chavista para castigar a la casta.
A esa casta que lleva robando desde 1982. Desde que los socialistas llegaron al poder con Felipe González que perdió las elecciones de 1996 frente a un personaje que despreciaba tras tantos y tantos casos de corrupción. Pero llegó Aznar y sus “cuates” se dejaron sobornar por un empresariado corrupto que estaba acostumbrado a las trampas y le importaba poco el color del político.
Hace cinco años Mariano Rajoy ganó por mayoría absoluta y pudo haber regenerado el sistema, cumpliendo lo prometido en campaña. Se dedicó a tocar la lira mientras sus ministros económicos ponían orden en las cuentas y no supo desmantelar la trama corrupta que sostenía su partido desde la época de Aznar.
Las cuentas han mejorado, pero tenemos a una clase dirigente sospechosa, a unos empresarios más ricos que antes y a una clase media más pobre…
Estamos jodidos…
El pueblo, esta harto, de los mismos partidos, corruptos, y que han entregado España en estos 40 años, a depender de usureros extranjeros, y a obedecer, las ordenes, de la Europa masónica. Además han descatolizado España, que es lo que quieren sus amos sionistas de la banca europea, y el banco mundial, en manos de los sionistas judíos.